Oenegés reclaman que la gestión fronteriza de la ayuda humanitaria para Gaza pase a la ONU

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París, 7 dic (EFE).- Varias oenegés reclamaron hoy que la gestión de las operaciones fronterizas para controlar la ayuda humanitaria que entra en Gaza se ponga en manos de Naciones Unidas, y advirtieron que es un "precedente nocivo" para futuros conflictos que una parte interesada, como es Israel, tenga capacidad de veto.

Se necesita un "mecanismo imparcial" y la ONU tiene experiencia en ello, recalcó Jesse Marks, experto en Oriente Medio de Refugees International, durante una conferencia de prensa en línea sobre la situación de Gaza, en la que participaron organizaciones humanitarias de todo el mundo, como Amnistía Internacional, Acción contra el hambre o Save the Children.

"El proceso no es transparente para nosotros", lamentó Isabelle Defourny, presidenta de Médicos Sin Fronteras (MSF) Francia, en referencia al cribado de la escasa asistencia humanitaria que puede entrar en la Franja de Gaza.

En nombre de Oxfam, Bushra Khalidi señaló que las organizaciones humanitarias han dejado de contar los camiones porque es "irrelevante", ya que en ningún caso la ayuda que entra cubrirá las necesidades de la población gazatí.

La propagación masiva de enfermedades, la malnutrición y el hacinamiento son solo algunos de los problemas acuciantes que mencionaron los representantes humanitarios, una situación que el tiempo y la destrucción de las infraestructuras civiles solo agrava.

"Nuestros colegas están cansados, están hambrientos, están sin hogar", remarcó también Khalidi.

Por todo ello, reiteraron la llamada a un "alto el fuego permanente", recordaron que la situación de los hospitales es desesperada y que, por ejemplo, los niños están teniendo que ser amputados sin anestesia.

"Necesitamos un alto el fuego, pero lo mínimo es la evacuación de los heridos a Egipto", enfatizó Defourny.

También acusaron a Israel de "crímenes de guerra" y de haber continuado, tras la tregua que se rompió la semana pasada, con su estrategia desproporcionada y de "castigo colectivo" a la población gazatí, con el pretexto de acabar con el grupo islamista Hamás.

Por Amnistía Internacional, Amanda Klasing, directora de esa organización para las relaciones con el Gobierno estadounidense, reclamó que Washington cumpla con su propia ley e imponga un embargo de armas a Israel por estar violando el Derecho internacional.

Según las organizaciones humanitarias, no existen zonas seguras en Gaza y, en cualquier caso, sería imposible concentrar en condiciones salubres a tanta población en áreas tan pequeñas como las que Israel alega que están a salvo de los bombardeos.

"A las familias se les da a elegir entre una sentencia de muerte u otra", subrayó Alexandra Saieh, de Save the Children.

Desde el estallido del conflicto, el 7 de octubre, en Gaza ha habido al menos 17.177 muertos confirmados, según el Ministerio de Sanidad gatazí, y los heridos superan los 46.000.

Además, los desplazados internos en la franja son casi 1,9 millones, lo que supone en torno al 80 % de su población de unos 2,3 millones de habitantes.

La escalada bélica se desató tras un ataque contra Israel del brazo armado de Hamás -que controla Gaza-, que causó unos 1.200 muertos, además de secuestrar a 240 personas. EFE

ngp/jl

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