Portugal planea reformar la prescripción de abusos sexuales a menores

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Lisboa, 15 feb. El Gobierno portugués planea una reforma de la prescripción de los delitos de abuso sexual a menores y espera presentar su propuesta antes de junio, aunque insiste en que ya se estaba preparando antes de conocer el informe sobre la pederastia en la Iglesia lusa.

"Hemos estado trabajando en una alteración no exactamente del plazo de prescripción, sino del momento en el que se empieza a contar el plazo", dijo este miércoles la ministra de Justicia lusa, Catarina Sarmento e Castro, en declaraciones a periodistas al margen de un acto en Lisboa.

Sarmento e Castro recordó que los plazos de prescripción se establecen para distintos delitos en simultáneo y por eso no se pretende reformar ese período, sino el momento desde el que pasa a contabilizarse en el caso de abusos a menores.

La ministra aseguró que esta reforma no se produce por las "circunstancias concretas" actuales, cuando un informe de una comisión independiente acaba de desvelar que desde 1950 hubo al menos 4.815 víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica en Portugal.

"Era una reforma que ya se estaba trabajando y que va a ser presentada al Parlamento en breve", insistió, aunque admitió que "naturalmente" se tendrán en consideración las propuestas de la comisión.

La ley portuguesa actual sólo permite que una víctima de abusos sexuales a menores denuncie el delito hasta que tenga 23 años.

La comisión que estudió los abusos en la Iglesia, que sólo pudo enviar 25 casos a la Fiscalía porque la mayoría habían prescrito, propuso que este plazo se extienda hasta que la víctima tenga 30 años.

Este grupo de expertos, creado por la Conferencia Episcopal, validó 512 testimonios de víctimas en su informe final, aunque estima que el número mínimo supera las 4.800.

El coordinador, el psiquiatra infantil Pedro Strecht, avanzó además que calculan que hay unos 100 sacerdotes sospechosos de haber cometido abusos que todavía están en activo.

El informe confirma que Portugal no fue una excepción y que, como en países vecinos, los abusos fueron una práctica durante años, en especial entre las décadas de 1960 a 1990.

El primer ministro luso, António Costa, desveló el martes que el Gobierno se reunirá con la comisión porque hay "lecciones" que sacar de su trabajo que se pueden aplicar a otros ámbitos, fuera de la Iglesia. EFE

pfm/mar/mah