Manual para trotamundos: 7 errores que se deben evitar al viajar

Por fin se puede salir nuevamente de viaje, sumergirse en otras culturas y relajarse de verdad. Pero, ¡cuidado! Lo que es inocuo en un país puede causar irritación en otros. He aquí una selección de los errores y pasos en falso que se suelen cometer fácilmente en el extranjero:

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Por fin se puede salir nuevamente de viaje, sumergirse en otras culturas y relajarse de verdad. Pero, ¡cuidado! Lo que es inocuo en un país puede causar irritación en otros. He aquí una selección de los errores y pasos en falso que se suelen cometer fácilmente en el extranjero:

1. Elegir un saludo inapropiado 

¿Saludo con la mano o beso? ¿Abrazo o reverencia? ¿O tan solo un leve gesto con la cabeza? Las opciones son muchas y una elección errada en el saludo puede ser difícil de compensar. 

Un ejemplo maravilloso de ello es el "Bow-Shake" del ex presidente estadounidense Barack Obama. En su primer encuentro con el emperador japonés en 2009, extendió su mano derecha para un apretón de manos y se inclinó al mismo tiempo, una verdadera metida de pata que el emperador reconoció con una sonrisa.

En el extranjero, los alemanes son conocidos por su apretón de manos "rompehuesos". El único problema es que no causa una buena impresión, sino que en el mejor de los casos deja marcas de presión en la otra persona.

2. Gesticular sin mayor cuidado 

En muchos países, los gestos exagerados no solo se consideran en cierto modo descorteses, sino que a menudo se malinterpretan. 

No muchos saben que mientras el gesto de "pulgares arriba" significa "todo bien" en Estados Unidos y otros países, en varias naciones orientales equivale a un vulgar "vete al diablo" (que es todavía la versión fina) y que en Israel se considera un signo de prostitución.

O que el gesto de cortarse el cuello en Polonia y Rusia se traduce como "extremadamente borracho". Y estos son apenas dos ejemplos de muchas situaciones en que los gestos pueden llevar a malas interpretaciones. 

3. Dar una propina equivocada 

En muchos países es correcta la regla de dejar de propina el diez por ciento del monto consumido, pero no en todos. En Estados Unidos, por ejemplo, donde los empleados dependen de las propinas, es mejor dejar bastante más.

En otros países, como Singapur o Japón, las propinas no son habituales y sencillamente no se aceptan, porque se da por entendido que se debe brindar un buen servicio. 

Y si se da la propina a la camarera de forma condescendiente, la falta es aún peor. Es mejor dejarla discretamente en la mesa después de pagar.

4. No entender cómo funciona el baño 

Algunas necesidades son las mismas en todo el mundo. Pero esto no se aplica a su implementación. ¿Por qué hay un cubo en la esquina de un retrete tailandés? Para el papel higiénico, por supuesto. Si no se usa, se puede provocar inundaciones embarazosas.

¿Y qué hacer si la puerta de un baño público no tiene traba? Mejor golpear la puerta antes de ingresar y, por supuesto, no entrar bruscamente.

Uno de los pasos en falso más bonitos del mundo son las pantuflas de baño japonesas que esperan frente a los servicios de los restaurantes, por ejemplo.

Se usan -el nombre lo dice todo- en el baño por razones de higiene, y solo allí. Por supuesto, los visitantes occidentales se olvidan regularmente de volver a cambiarlas por los zapatos normales y regresan con ellas a su mesa, para disgusto de los japoneses presentes.

Es muy posible también que dicho usuario de las pantuflas de baño también llame la atención a causa de una gran mancha en el pantalón por haber dado al botón del bidet mientras buscaba el de tirar la cadena (¡atención con el etiquetado en japonés!).

5. Ser (im)puntual 

¿Conoció gente divertida en el exterior y lo invitaron a una fiesta? 

¡Genial! Ahora es el momento de encontrar la hora de llegada adecuada. Si se llega en horario puntual en Brasil o la India, hay muchas posibilidades de pillar a los anfitriones en ropa interior o haciéndose los rulos, por lo que habrá que sentarse un buen rato a esperar. Allí lo normal es llegar con un retraso de hasta una hora.

Sin embargo, una vez que se aprende esta lección y se la quiere aplicar a una invitación a cenar en Suecia o Suiza, el resultado será comida fría y anfitriones enfadados por la impuntualidad. Es mejor averiguar de antemano con discreción cómo se interpreta el término "puntual" en ese lugar.

6. Pensar que no se entendió lo dicho

Por supuesto, es divertido hablar de las experiencias en el destino de vacaciones. O incluso reírse cuando las cosas no siempre van bien.

Pero lo que la mayoría de los viajeros subestima es el número de personas que aprenden otros idiomas en el extranjero y, por lo tanto, también entienden lo que los turistas dicen pensando que nadie más lo comprende.

Aún cuando los habitantes locales puedan ser reacios a utilizar la complicada gramática de un idioma extranjero, eso no significa que no entiendan comentarios negativos sobre el país y su gente. Hoy por hoy hay mucha gente con sólidos conocimientos de lenguas extranjeras en todas partes del mundo.

7. Utilizar o mostrar ciertas partes del cuerpo

¿Sacar rápidamente el cambio del bolsillo con la mano izquierda y pagar? En Oriente y en la India esto no se hace, la mano izquierda se considera impura allí. Por ello, lógicamente, la mano izquierda tampoco se utiliza en la mesa.

En Tailandia, en cambio, no hay que extender los pies descalzos frente a nadie, ni siquiera a las estatuas de Buda, y más vale que no se detenga un billete que revolotea con una animosa pisada. Como el rey está representado en el billete, esto podría considerarse un insulto a su majestad.

dpa