Team New Zealand inicia la cuenta atrás para batir récord con energía eólica

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Redacción deportes, 2 jul. El Emirates Team New Zealand ha iniciado la cuenta atrás en su intento de batir el récord del mundo de velocidad terrestre con energía eólica en el lago Gairdner en el sur de Australia, uno de los mayores lagos salados del mundo.

Este récord mundial esta supervisado por dos órganos rectores: NALSA (Asociación Norteamericana de Navegación en Tierra) y FISLY (Federación Internacional de Navegación en Tierra y Arena).

El australiano Glenn Ashby, miembro del ETNZL, ha estado trabajando en segundo plano organizando los procesos necesarios para garantizar que cualquier intento de récord mundial sea reconocido oficialmente.

"Ambas asociaciones (NALSA y FISLY) pueden ratificar efectivamente el resultado", explica Ashby, "todo debe ser revisado por el medidor oficial que tendremos en el sitio. Ese juez, si lo desea, también supervisará el equipo de cronometraje y se asegurará de que todo esté correcto".

"Usamos un sistema GPS, un sistema de cronometraje y seguimiento y no puede haber energía almacenada como tal en la nave. Por lo tanto, todas las funciones que realice, ya sea pilotar o trimar el ala, deben ser impulsadas directamente y proporcionadas solo por fuerza humana. Entonces, en igualdad de condiciones, deberíamos tener todo configurado muy bien", ha concretado.

Para Ashby, como piloto a velocidades récord que deberán superar los 202,9 km/h., su control no es mucho más que una operación con dos dedos en una palanca, pulsar un pedal y algunos pequeños ajustes de dirección cuando la nave va realmente rápido.

La nave, que se llama 'Horonuku' (desplazamiento rápido en tierra en maorí), debe cumplir unas reglas estrictas a su alrededor y la superficie en la que navegará también está restringida.

"El récord de velocidad terrestre impulsado por el viento debe hacerse absolutamente en una superficie natural. Así que no puede ser un camino asfaltado ni nada por el estilo", apunta Ashby.

El lago Gairdner es un lago salado completamente natural y también es una superficie muy, muy plana, ya que las reglas establecen que el campo debe estar dentro de los 3,3 pies (un metro) de altura.

También hay una regla específica para iniciar cualquier carrera de velocidad que dice: "el vehículo debe comenzar desde un punto muerto sin ayuda de ninguna fuente externa que no sea humana, a pie, empujando".

"Ha habido algunos viajes increíbles a lo largo de la historia con embarcaciones impulsadas por el viento. Ser parte de esa historia en el futuro es algo muy, muy especial para todos nosotros en este equipo y algo en lo que esperamos poder dejar nuestra huella".

Hay una regla clave más a tener en cuenta: la velocidad récord debe ser superior a una milla por hora (1,6 km/h) durante al menos 3 segundos por encima del récord existente para ser batido.

Por lo tanto, el objetivo mínimo que se debe superar para lograr un récord mundial es, de hecho, 204,5 km/h para que Glenn Ashby en Horonuku se convierta en la embarcación eólica más rápida que jamás haya existido.

El diseño de 'Horonuku' es para la velocidad de ida y vuelta y el objetivo es batir el récord mundial que actualmente posee el británico Richard Jenkins, cuyo yate terrestre 'Greenbird' alcanzó los 202,9 km/h en 2009.

El vehículo, de 14 metros de largo, con una vela en ala de 10 metros de altura ha sido transportado ya en camión al lugar del intento de récord y la base se ha instalado en el desierto australiano. EFE

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