La ONU pide a la UE y a Libia que cambien prácticas contra migración en el Mediterráneo

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Naciones Unidas pidió a Libia y a la Unión Europea (UE) que reformen sus operaciones de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo, ya que las prácticas actuales privan a los migrantes de sus derechos y de su dignidad cuando no mueren en el intento.

Según un informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) sobre las operaciones de búsqueda y salvamento y la protección de migrantes en el Mediterráneo, las políticas y prácticas actuales "fracasan a la hora de dar prioridad a la vida, a la seguridad y a los derechos humanos de las personas que tratan de cruzar de África a Europa".

Este documento, publicado el miércoles, indica que las pruebas sugieren que no se trata de una "anomalía trágica, sino más bien de una consecuencia de las decisiones políticas y de prácticas concretas de las autoridades libias, de los Estados miembros y de las instituciones de la Unión Europea, y de otros actores".

Centrado en el Mediterráneo central, el informe de 37 páginas estudia el periodo que va desde enero de 2019 a diciembre de 2020.

Llega a la conclusión de que Libia no es un lugar seguro para el desembarco de migrantes rescatados en el mar y que las políticas y prácticas actuales en el Mediterráneo central favorecen más las violaciones y abusos de los migrantes que lo contrario.

- Sufrimiento evitable -

Con el informe en la mano, la responsable de los derechos humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, instó a Trípoli y a Bruselas a que reformen urgentemente sus políticas de búsqueda y salvamento.

"La verdadera tragedia es que una gran parte del sufrimiento y de las muertes en la ruta del Mediterráneo central son evitables", según la ex presidenta chilena.

"Cada año, hay ahogados porque el socorro llega demasiado tarde o no llega", recordó la Alta Comisionada.

"Los que son socorridos a menudo tienen que esperar días o semanas para ser desembarcados en total seguridad, o, como suele ser el caso, son reenviados a Libia que, como se ha alertado en multitud de ocasiones, no es un puerto seguro", advirtió.

El informe indica que los Estados miembros de la UE han reducido sus operaciones de búsqueda y salvamento y a las organizaciones humanitarias se les ha impedido realizar salvamentos.

Asimismo, agrega que los buques privados evitan cada vez más socorrer a los migrantes en peligro debido a los conflictos que rodean los desembarcos.

Europa alentó a las autoridades libias a que asuman una parte más importante de las labores de búsqueda y salvamento. En 2020, al menos 10.352 migrantes fueron interceptados por los guardacostas libios y retornados a Libia, frente a unos 8.403 en 2019.

Sin embargo, cuando regresan a Libia, se enfrentan a una serie de violaciones y abusos graves de los derechos humanos, acusa el informe.

"Nadie debería sentirse obligado a arriesgar su vida o la de su familia en embarcaciones en mal estado en busca de seguridad y dignidad", advirtió Bachelet. "Pero la respuesta no puede resumirse en impedir las salidas de Libia o hacer que los viajes sean más desesperados y peligrosos".

"Mientras no haya suficientes canales de migración seguros, accesibles y regulares, la gente seguirá intentando atravesar el Mediterráneo central, independientemente de los peligros o de las consecuencias", lamentó.

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