Sophie Nys, una belga de 45 años, recordó este martes a su hermana que se eutanasió en 2010 por su sufrimiento mental, durante un juicio inédito en Bélgica sobre esta práctica legal con tres médicos en el banquillo de acusados.
Sentada ante el tribunal, Nys, con las manos apretadas sobre sus pantalones, describió la personalidad "borderline" de su hermana Tine, su intento de suicidio en 1997 con 25 años y sus frecuentes estados depresivos y melancólicos.
Y la ruptura con quien supuestamente era "el hombre de su vida" y finalmente su decisión, tomada en las Navidades de 2009, a dos meses de cumplir 38 años, una noticia que Sophie conoce por una llamada de su otra hermana, Lotte.
La incomprensión se instala en ella, quien espera que los trámites administrativos lanzados por Tine choquen con el tercera opinión médica necesaria en Bélgica en caso de una eutanasia por sufrimiento mental.
Tine estaba "dentro de un túnel", inaccesible desde que tomó la decisión, pero "estábamos convencidos de que no obtendría la tercera firma", aseguró la hermana, durante su testimonio de más tres horas.
La cuestión de las firmas y de las opiniones médicas protagonizan el proceso, iniciado por la denuncia en 2011 de Sophie Nys, que acusa a los médicos de haber tomado una decisión demasiado precipitada, especialmente al médico de familia.
Este último, Frank De Greef, habría expresado primero sus dudas por no reunir Tine las condiciones, según la acusación. Según Sophie, debería haber propuesto un tratamiento tras un diagnóstico de autismo en febrero de 2010.
Pero su firma se unió finalmente a la de la psiquiatra de Tine, Godelieve Thienpont, abriendo la vía a la eutanasia practicada por el doctor Joris Van Hove, médico también generalista.
Acusados de "envenenamiento", Van Hove, De Greef y Thienpont, que aseguran haber respetado la ley al atender una petición meditada y voluntaria, se enfrentan en teoría a la cadena perpetua.
- 2.357 casos en 2018 -
La eutanasia mediante una inyección tuvo lugar el 27 de abril en 2010 en el domicilio de Tine, en San Nicolás (norte de Bélgica), en presencia de sus allegados, entre ellos sus dos hermanas.
En Bélgica, la eutanasia activa está autorizada desde 2002 para una enfermedad "grave o incurable" que implique sufrimiento físico o psíquico "constante, insoportable", siempre que el paciente lo solicite "repetidamente".
La práctica de la eutanasia está en constante alza. En 2018, se declararon 2.357 casos a la comisión federal de control, frente a los 2.309 en 2017 y 2.028 el año anterior.
Las personas de al menos 60 años que sufren de cáncer o de patologías discapacitantes centran la mayoría de los casos. Los relativos a sufrimientos mentales representan alrededor del 2%, según la comisión de control.
El último caso mediático fue la muerte en octubre a 40 años de la atleta paralímpica Marieke Vervoort, que había anunciado su intención de poner fin a su sufrimiento.
El proceso sobre Tine Nys, el primero en Bélgica relativo a una supuesta mala práctica de la eutanasia, continuará hasta finales de enero.
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