La FIFA publicó en su página oficial los balances de 2015, en un primer paso para cumplir la promesa de campaña de Gianni Infantino, flamante mandamás del fútbol, de trasparentar las cuentas del organismo.
Según señala el Informe de Finanzas y Gobernanza de la FIFA, 2015 arrojó un déficit en las reservas de USD 122 millones y, por primera vez desde 2002, el ente registra balances en rojo.
Además, se detalla que el problema fue fundamentalmente el aumento de gastos y no la disminución de ingresos, los cuales se incrementaron durante la última gestión gracias a la venta ininterrumpida de derechos de televisación de diversos certámenes: "Los ingresos aumentaron USD 82 millones para alcanzar los USD 1.152 millones".
El informe culpa principalmente al aumento de costos, que alcanzaron los USD 1.274 millones, sobre todo en el último año y desde el inicio del escándalo de corrupción: "el incremento presupuestario destinado a los gastos de desarrollo y los cada vez más elevados costes de las competiciones, aunque también se computaron gastos imprevistos tales como costas legales o de organización de sesiones extraordinarias".
Sin embargo, y partiendo desde un panorama adverso, la actual gestión encabezada por el suizo confía en que las reformas aprobadas durante el último congreso puedan revertir la situación actual: "Se pretende alcanzar un superávit de USD 100 millones en este cuatrienio".
Por otro lado, la última semana se conoció un pedido de la FIFA hacia los ex dirigentes involucrados en la causa que lleva adelante la Justicia estadounidense en el que reclama que devuelvan los "millones de dólares que embolsaron ilegalmente".
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