Según datos oficiales difundidos este domingo, las importaciones chinas retrocedieron en el mes de octubre un 16 por ciento respecto al año anterior, a 833.140 millones de yuanes (131.200 millones de dólares).
Estos datos reflejan la desaceleración del crecimiento, lo que genera preocupación en las plazas financieras internacionales y perjudica a las finanzas de los países productores de materias primas, para los que el gigante asiático es un cliente esencial.
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Del mismo modo, como ocurre desde julio, las exportaciones retrocedieron un 3,6% en octubre, a 1,23 billones de yuanes, en un contexto de debilidad de la demanda internacional, anunciaron las aduanas chinas.
Esta caída es superior al 3,2% pronosticado por los analistas consultados por la agencia Bloomberg News.
El balance comercial se apreció, por su parte, un 40,2%, a 393.220 millones de yuanes, impulsado por la bajada continua de las importaciones. Este hecho deja entrever que China tiene dificultades para impulsar la demanda interior.