Ex profesor calificó a la jueza que condenó a Leopoldo López como un "ser perverso"

El abogado Alvaro Albornoz fue docente de la magistrada. "Yo no te enseñé a violar las leyes", le escribió en una carta. "¿Cómo te puedes arrastrar ante un régimen narcoterrorista que destruye a Venezuela?", se preguntó

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El abogado Álvaro Albornoz fue docente universitario de Susana Barreiros, la jueza que condenó a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas al dirigente venezolano opositor Leopoldo López. La actual magistrada era "una buena estudiante, seria y responsable, incapaz de romper un plato", recuerda el profesor en una carta escrita a su ex alumna. Pero hoy, dice, ya no es la misma: "Nunca me imaginé que en el corazón de esa muchacha tranquila y amable se iban a albergar tanta maldad y tanta crueldad, y que fuera capaz de condenar a una persona a sabiendas de que es inocente".

Indignado, Albornoz no puede creer la profesional que formó cuando Barreiros era estudiante de Derecho en la Universidad Bicentenaria de Aragua, Núcleo San Antonio de los Altos. En realidad, está seguro de que nadie la educó para que actuara de este modo. "Yo no te enseñé a violar las leyes, y estoy seguro de que ningún otro profesor lo hizo. Me pregunto ¿qué te hizo convertirte en el ser perverso que eres hoy en día?"

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Docente suya en sus cátedras de Derecho Administrativo IV y Contencioso Administrativo, la describe como una "muchacha tranquila y amable" durante sus épocas de estudiante. Sin embargo, asegura que nunca creyó que en esa alumna iba a ser capaz de "amañar un juicio y sentenciar a un hombre sin pruebas y sin darle el derecho a la defensa".

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"Te convertiste en una de las personas más conocidas, pero a la vez más odiada y repudiada por toda la sociedad, motivado por tu infame sentencia sin fundamentación jurídica que condenó a un hombre inocente a casi 14 años de cárcel", sostiene.

"¿Cuando vendiste tus principios y tu ética? ¿Cómo te puedes arrastrar ante un régimen narcoterrorista que destruye a Venezuela? ¿No te da remordimiento ver el sufrimiento de los pequeños hijos de Leopoldo López?", se pregunta en la emotiva pero a la vez dura misiva.

"Me siento muy avergonzado de tu conducta y de tu proceder durante el injusto juicio, y siento pena por tu criminal conducta"

En uno de los párrafos más duros, le espeta: "Déjame decirte que me siento muy avergonzado de tu conducta y de tu proceder durante el injusto juicio, y siento pena por tu criminal conducta. Como profesor que fui tuyo te digo que con esa sentencia, más te has condenado a ti misma que al propio Leopoldo. Te has condenado al repudio de toda una sociedad que te mira con rabia e indignación. Te has condenado tu futuro profesional, porque cuando el régimen caiga, todos te tendrán como la juez violadora de Derechos Humanos y no podrás conseguir empleo nunca más en tu vida. Pronto te darás cuenta de que cometiste el peor error de tu vida y tu conciencia no te dejará dormir en paz nunca más".

"Tarde o temprano, tú vas a ser juzgada y condenada y sufrirás en carne propia lo que sufre y padece Leopoldo López", concluye.


La misiva completa de Alvaro Albornoz*:

Carta a mi ex alumna Susana Barreiros

Susana Virginia Barreiros Rodríguez, a pesar de que para la mayoría del país eras una perfecta desconocida, ya que nunca habían escuchado antes tu nombre, debido a tu falta de trayectoria profesional, hoy en día te convertiste en una de las personas más conocidas, pero a la vez más odiada y repudiada por toda la sociedad, motivado a tu infame sentencia sin fundamentación jurídica que condenó a un hombre inocente a casi 14 años de cárcel, y todo en acatamiento de las directrices que te dieron desde Miraflores y la Asamblea Nacional.

Te recuerdo perfectamente de cuando eras una estudiante de Derecho en la Universidad Bicentenaria de Aragua, Núcleo San Antonio de los Altos y aparentabas ser una buena estudiante, seria y responsable, incapaz de romper un plato. Fuiste mi alumna en las cátedras de Derecho Administrativo IV y Contencioso Administrativo. Nunca me imaginé que en el corazón de esa muchacha tranquila y amable se iban a albergar tanta maldad y tanta crueldad, y que fueras capaz de condenar a una persona a sabiendas de que es inocente.

Nunca pensé que ibas a ser capaz de amañar un juicio y sentenciar a un hombre sin pruebas y sin darle el derecho a la defensa. Por mi parte, salvo mi responsabilidad en tu formación, ya que me esmero en inculcarles a mis alumnos buenos principios éticos y el respeto por los Derechos Humanos y la Constitución. Yo no te enseñé a violar las leyes, y estoy seguro de que ningún otro profesor tampoco lo hizo. Me pregunto qué te hizo convertirte en el ser perverso que eres hoy en día. ¿Cuándo vendiste tus principios y tu ética? ¿Cómo te puedes arrastrar ante un régimen narcoterrorista que destruye a Venezuela? ¿No te da remordimiento al ver el sufrimiento de los pequeños hijos de Leopoldo López?

Déjame decirte que me siento muy avergonzado de tu conducta y de tu proceder durante el injusto juicio y siento pena por tu criminal conducta. Como profesor que fui tuyo te digo que con esa sentencia, más te has condenado a ti misma que al propio Leopoldo. Te has condenado al repudio de toda una sociedad que te mira con rabia e indignación. Te has condenado tu futuro profesional, porque cuando el régimen caiga, todos te tendrán como la juez violadora de Derechos Humanos y no podrás conseguir empleo nunca más en tu vida. Pronto te darás cuenta de que cometiste el peor error de tu vida y tu conciencia no te dejará dormir en paz nunca más.

Susana, que Dios te perdone por todo el daño que has causado con tu aberrante sentencia. Pero en la tierra, tarde o temprano, tú vas a ser juzgada y condenada y sufrirás en carne propia lo que sufre y padece Leopoldo López. Me despido, decepcionado de ti, Dr. Álvaro F. Albornoz P.


*Abogado Summa Cum Laude (UCAB), Especialista en Derecho Administrativo, Magister Scientiarum en Derecho Administrativo, Maestría en Ciencia Política, Doctor en Derecho Constitucional, Profesor Universitario, Premio Roberto Goldschmidt, Orden José Félix Ribas, Orden José Cecilio Del Valle en el Grado de Comendador.