El régimen de Venezuela extendió hoy a todas sus fronteras la restricción de cruce por las noches, con miras a combatir el contrabando de combustible y alimentos, un delito que le cuesta al país miles de millones de dólares anuales y que, para el Gobierno, es una de las causas de la galopante inflación y de la escasez.
A mediados de agosto, el presidente Nicolás Maduro había iniciado una campaña para frenar el contrabando y, como parte de las medidas, ordenó el cierre nocturno de la frontera con Colombia. Desde entonces, los operativos han dejado más de 4.800 personas detenidas y millones de kilos de alimentos y combustible decomisados.
La resolución de los ministerios de Relaciones Interiores y de Defensa, que fue publicada hoy en la Gaceta Oficial, impone que la restricción al desplazamiento fronterizo de personas y vehículos por vía terrestre, acuática y aérea entre las 22:00 y las 05:00 se extienda a todas sus fronteras. Además de Colombia, Venezuela limita con Brasil y Guyana.
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La norma también prohíbe la circulación de vehículos de carga y de transporte de mercancías de cualquier rubro entre las 18:00 y las 05:00 en todos los municipios fronterizos. La frontera de más de 2.200 kilómetros entre Venezuela y Colombia es terreno fértil para el tráfico de combustible y alimentos subsidiados.
De acuerdo con el chavismo, el Estado pierde al año unos 2.200 millones de dólares por a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" contrabando /ade gasolina y más de 5.000 millones de dólares por la extracción de alimentos. Los opositores al mandatario socialista aseguran que el contrabando ha crecido en los últimos años debido a la colusión entre las Fuerzas Armadas de Venezuela y los contrabandistas.
Algunos economistas afirman que la gran disparidad de precios de los bienes en Venezuela y sus países vecinos implica que es poco probable que las más recientes medidas tengan un impacto de largo plazo en el problema del contrabando.
Los subsidios a los productos, que comenzaron a ser aplicados durante los 14 años de gobierno del fallecido Hugo Chávez, han sido populares entre los venezolanos de bajos ingresos y le valieron un sólido apoyo electoral.
Maduro dice haber comenzado una ofensiva contra la supuesta guerra económica iniciada por el empresariado. Con una proyección de inflación anual prevista por encima del 60 por ciento para 2014, el Gobierno ha aplicado otras medidas, como un sistema de captahuellas para controlar cuánto y qué compra cada persona.