Logró de adulto que encarcelaran al cura que abusó de él cuando era chico

Sebastián Cuattromo, hoy de 38 años, consiguió que se confirmara la condena a 12 años del sacerdote Fernando Enrique Picciochi por "corrupción de menores calificada, reiterada". El religioso se desempeñaba en el Colegio Marianista, en donde estudiaba la víctima

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La Cámara de Casación Penal confirmó la condena a 12 años de cárcel para el cura Fernando Enrique Picciochi, que abusó de Sebastián Cuattromo (foto) en reiteradas ocasiones cuando era chico. El abusador se desempeñaba en el Colegio Marianista, en el barrio porteño de Caballito.

Los abusos que sufrió Cuattromo se iniciaron durante el viaje de egresados de la primaria a Córdoba (en 1989), al cual viajó el religioso –por entonces de 25 años– para "cuidar" a los chicos, y se extendieron también durante el primer año de la secundaria.

Sin embargo, el por entonces adolescente recién pudo contar a su familia las vejaciones que cometió Picciochi una década más tarde, cuando tenía 23 años, según informó hoy el diario Clarín. El colegio, en tanto, intentó impedir la difusión del caso.

A partir de allí, Cuattromo inició una larga lucha para poner a su abusador tras las rejas. En 2000, radicó la denuncia contra el ex cura. Picciochi se escapó a los Estados Unidos, pero lograron que fuera buscado por la Interpol. Fue encontrado con una identidad falsa y luego extraditado en 2010 para ser llevado a la Justicia argentina.

Finalmente, el juicio oral a Picciochi se llevó a cabo en 2012 y contó con varios testimonios de otros estudiantes del Colegio Marianista. Gracias al relato de Cuattromo, salieron a la luz otros casos de alumnos del establecimiento que también sufrieron abusos.

El cura recibió a 12 años de prisión por el delito de "corrupción de menores calificada, reiterada", dispuesto por el Tribunal Oral en lo Criminal 8. La condena el viernes pasado fue confirmada por el Tribunal de Casación Oenal, por lo que Picciochi continuará preso en el penal de Ezeiza.

"Se dio lo que busqué durante muchos años. Logré transformar algo devastador en algo. Estoy bien porque pude resignificar el dolor", destacó Cuattromo en diálogo con el matutino, al tiempo que señaló que la condena es "un sueño cumplido".

Ahora, Cuattromo trabaja en una administración de consorcios y pone todo su esfuerzo y dedicación en el grupo "Adultos por los derechos de la infancia". Su objetivo es ser el adulto al cual él querría haber encontrado cuando era chico.

"Yo hice pública mi historia porque creo que es una contribución colectiva. Es durísimo, pero es un compromiso con la sociedad y un aporte indispensable para empezar a cambiar las cosas", remarcó.