Estiman que la inflación de agosto se disparó a 3%

Rodolfo Santángelo, director de Consultora M&S, anticipó a InfobaeTV, en diálogo con Pablo Wende, que tras haber bajado el aumento de los precios al consumidor a un rango de 2% en los últimos cuatro meses, surgió una aceleración hormiga

Compartir
Compartir articulo
  162
162

"En agosto la inflación no fue 3%, pero le pegó en el palo, siguen habiendo subas puntuales que molestan, como en taxis, cigarrillos, combustibles, pero se notó además una aceleración en productos alimenticios, como en el caso de la carne. Pero la inflación es un fenómeno que tiene que ver con un desequilibrio macroeconómico, con el déficit fiscal, con un financiamiento del Banco Central del gasto público, es decir con un conjunto de temas que no están en la agenda de esta película", explicó el socio de Carlos Melconian.

El economista agregó que "agosto suele ser un mes de inflación baja, tras la suba estacional de julio, pero da la sensación de que estamos en una aceleración hormiga de acá a fin de año, que va a impedir que la tasa de inflación se ubique por debajo de 40 por ciento interanual, y llegado el verano veremos si se disparará o no".

A modo de ejercicio, Rodolfo Santángelo estimó que "la inflación para 2015 será mayor que la actual, porque el agujero fiscal sigue creciendo y todavía no nos atrevemos a proyectar, casi por miedo, lo que fue en los últimos dos meses, porque fueron de terror".

Rodolfo Santángelo: "La inflación de 2015 será mayor que la actual, porque el agujero fiscal sigue creciendo"

El economista advirtió que hubo "algunas licuaciones en la cuenta de jubilaciones, pero en lo que respecta a los subsidios están volando".

Con ese escenario, Santángelo destacó que "el Banco Central está intentando llevar el dólar oficial a nueve pesos hacia fin de año en un proceso pre quirúrgico, pero no para curar la enfermedad, sino para que cuando venga la operación sea menos dolorosa" y que el Banco Central, dado su elevado endeudamiento en pesos tiene poco margen para subir las tasas de interés.

De ahí que la clave para reducir la inflación y reducir las presiones alcistas sobre el tipo de cambio será contener la expansión del déficit fiscal.