Alimentos industrializados, ¿enemigos de la salud?

Enlatados, pan envasado, aderezos, snacks...son algunas de las provisiones presentes en todas las alacenas. La vida actual hace que el poco tiempo para las tareas hogareñas nos lleve a recurrir a alimentos que, si bien alivianan el día a día, alteran negativamente el organismo

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Los hábitos alimenticios actuales promueven el mercado de alimentos industrializados, alterados artificialmente para preservar su conservación. La consecuencia es la alteración significativa de la calidad de los alimentos y por ende, la salud de las personas.

El procesamiento industrial afecta, sustancialmente, los principales alimentos (cereales, aceites, sal, azúcar, etc.), privándolos de nutrientes fundamentales y contaminándolos con sustancias indeseables como azúcares, edulcorantes, sales, conservantes, antibióticos, colorantes y toda una serie de químicos. "Se trata de un moderno estilo alimentario industrializado que dicta el ritmo del mercado de los alimentos en el mundo y que genera las bases de un desorden sistemático que afecta gravemente nuestra función metabólica y a todo el organismo en general", explicó el doctor Christian Leiva (MP 31.209/1), director del Centro Médico de Posada del Qenti.

La inclusión de estas sustancias en los alimentos sumado a la proliferación de las industrias de comidas rápidas generó que el sobrepeso tenga hoy un índice de mortalidad parecido o mayor que el ocasionado por las enfermedades relacionadas con el tabaco. "Hoy en día, entre las 10 enfermedades que provocan más muertes en el mundo (enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes, afecciones renales y hepáticas entre otras) la mayor parte tiene un denominador común: la mala alimentación y el sedentarismo, que producen sobrepeso y obesidad", agregó Leiva.

Esta industria produce en los EEUU más del doble de las calorías que sus ciudadanos necesitan, que por supuesto logran comercializar elaborando estrategias de marketing costosísimas y en muchos casos engañosas. Y en contra de la salud de las personas o al menos sin el control debido.

Algunos ejemplos

Alimentos enlatados:

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"Con el fin de preservar su sabor y textura, casi la totalidad de los alimentos enlatados contienen altas concentraciones de sal como conservante, lo que los vuelve opciones no recomendables, sobre todo para los hipertensos", detalló Leiva. Lo mismo en el caso de los vegetales procesados como son los purés o cremas de verduras en sobre.



Frutas enlatadas: 

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"Todas estas versiones industriales contienen conservantes en base a la sal y azúcar. En el caso de las conservas de frutas, cuentan con azúcar agregada o jarabe de glucosa, transformando la fruta en un verdadero almíbar pobre en fibra y nutriente", resaltó el especialista. Las glaseadas (frutas confitadas) poseen jarabes que las vuelven mucho más dulces de lo que realmente son. Estos alimentos son muy perjudiciales para los diabéticos.


Pan: 

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"En nuestro país se consume más el pan de panadería, que el envasado (moldes). Sin embargo hay que saber que se trabaja con premezclas de harina que contienen altas concentraciones de conservantes, sal y emulsionantes, por lo que se recomienda limitar el consumo de pan, siempre prefiriendo las versiones integrales y caseras", puntualizó.



Aderezos y snacks:

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"Las mayonesas y productos similares contienen muchos aditivos. El ketchup no reemplaza la salsa de tomates, de hecho es una versión que contiene sal, aditivos y conservante y poco valor nutricional", resaltó. Los snacks (papas fritas, palitos salados, etc.) contienen mucho sodio y generan una conducta adictiva.

De acuerdo con Leiva, una forma muy común  de conservar los alimentos es someterlos a una alta congelación, sin embargo, algunas bacterias sobreviven en alimentos congelados durante algunos meses incluso. Las frutas y los zumos conservan algo de vitamina C durante el congelado, pero las verduras la pierden.

"En las charlas que ofrecemos a nuestros huéspedes en la posada incorporamos nuevos hábitos de vida y entre ellos privilegiar el consumo de productos naturales de estación, para favorecer una alimentación más saludable", contó Leiva.

Y concluyó: "Sumando a la dieta más alimentos naturales nuestra función metabólica trabajará más eficientemente, nuestro sistema inmunológico se revitalizará, y evitaremos el riesgo de contraer muchas enfermedades".