Las barras de San Lorenzo y Vélez, a pura amenaza

Se dedicaron cánticos amenazantes durante los 90 minutos. Las hinchadas intentaron encontrarse pero no pudieron. Los de Liniers rompieron autos

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 TELAM 162
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El recuerdo de Emanuel Álvarez, el hincha muerto en la antesala del partido que debían jugar el 16 de marzo San Lorenzo y Vélez en el Nuevo Gasómetro, podía hacer presagiar lo peor: algún intento de venganza por aquel crimen que sigue impune y sin un sospechoso con nombre y apellido.

Desde antes del partido el presidente de Vélez, Álvaro Balestrini, había justificado su pedido de jugar sin público para evitar que alguno tomara el partido como "una venganza".

Al fin, solo hubo algunas corridas de unos pocos hinchas de Vélez en la zona del playón.

De acuerdo a fuentes de San Lorenzo, al menos tres autos que estaban estacionados en la playa del club terminaron con vidrios rotos o abolladuras, pero un alto oficial de la Policía Federal negó en diálogo con DyN que se hayan producido daños.

El tema central de la tarde en las tribunas del estadio de San Lorenzo, durante el partido, fue el "yo te corro", "tú me corres", "él nos corre", "nosotros te o nos corremos", pero sólo en su sentido figurado, nada literal.

El duelo de hinchadas estuvo caliente, aunque sólo en el comienzo. "Son todos p... la pandilla de Liniers (grupo caracterizado de hinchas de Vélez)" y "Vélez te vamos a correr", se escuchó en la popular local.

"A dónde están, que no se ven, todos los p... de la plaza Butteler (lugar emblemático para la barra de San Lorenzo)" y "Cuervo hoy vas a correr", contestaron desde la visitante.

"Te esperamos a la salida", retrucaron los azulgranas y todo se calmó. Y la temática giró hacia la obtención o no de la Copa Libertadores, de acuerdo a cada caso, a la grandeza de cada uno y hacia un partido, sin grandes alternativas pero algo emotivo por lo exiguo del resultado, que se llevó toda la atención y despertó el descontento de los casi tres mil hinchas de Vélez: "no ponen huevos, no ponen nada, por qué no se van todos a la...".

Cargada de mal gusto
Hasta que al final, casi conjuntamente con el silbatazo de Héctor Baldassi, desde la popular local salió como si fuera otra bala como la que mató a Emanuel un grito tan hiriente como incitador de violencia: "Ohhh...cada vez son menos".

Derrota y cargada de mal gusto fueron entonces la combinación perfecta para que un grupo de hinchas de Vélez intentara desatar su furia.

Unos cincuenta simpatizantes velezanos trataron de cruzar un portón (el cual consiguieron abrir) que divide la tribuna visitante de la platea local, aunque la policía evitó que los incidentes pasaran a mayores.

Asimismo, una fuente del club admitió la rotura de tres autos pero la Policía negó esa versión.

Aguante bien entendido por un lado, el del aliento a su equipo, el del enojo porque las cosas no salen bien, o el de la felicidad por un trabajoso triunfo.

Por el otro, la peor cara: un aguante que no sabe de límites y enerva hasta al más pacífico en una escalón de una cancha cualquiera.

Correte que te corro. Cronologías modernas del fútbol argentino, con la pelota en un segundo plano y los habitantes de las tribunas en el centro de la escena.