Alerta en América Latina: a 30 años del atentado terrorista a la AMIA, el régimen de Irán reorganiza sus redes en Brasil

El gobierno de Lula cada vez se posiciona más cercano a Teherán: a principios de abril se abstuvo de apoyar una resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que investigaba las violaciones de los derechos de las mujeres, los niños y las minorías étnicas en Irán

Guardar

Nuevo

Brasil se convirtió en el centro de la galaxia islamista de la región
Brasil se convirtió en el centro de la galaxia islamista de la región

30 años después de la masacre de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, Argentina, preparada en gran parte por el iraní Mohsen Rabbani y su poderosa red que también incluía operativos de Hezbollah, Irán se está reorganizando de nuevo en Brasil. La alerta proviene de expertos en terrorismo internacional que temen que esta nueva era de propaganda iraní, que ha hecho del gigante latinoamericano su epicentro a través de universidades y centros culturales, no se limite a la teoría sino que fortalezca una red de operativos listos para atacar en todo el hemisferio, incluido Estados Unidos.

Para entender lo que está ocurriendo hoy en Brasil, es necesario retroceder 30 años y rastrear la estrategia utilizada por Teherán para preparar no sólo el atentado de 1992 contra la Embajada de Israel en Buenos Aires, que dejó 22 muertos y más de 240 heridos, sino también la masacre de la AMIA, donde murieron 85 personas y más de 300 resultaron heridas. Este atentado fue bien explicado en el informe de 2103 del fiscal argentino Alberto Nisman, que fue después asesinado en 2015. Rabbani llegó a Argentina en 1983 oficialmente para trabajar en la industria de carne halal, es decir que cumple los rituales de pureza islámicos. Inmediatamente después se convertiría en imán de la mezquita Al-Tahuid de Buenos Aires desde donde montaría una red de espías y agentes iraníes capaces de moverse por toda la región. Según aclaró el propio Nisman en su informe, “esta red estaba segmentada en eslabones. A nivel superficial, la embajada iraní cumplía sus funciones consulares, las mezquitas se encargaban de la difusión religiosa y la comunidad local era la destinataria de esta labor”. Sin embargo, agregó Nisman, “un estudio más profundo permitió descubrir la ilegalidad de este esquema: la embajada tenía una función protectora, brindaba inmunidad diplomática y constituía el canal ideal para la transmisión de información de interés mientras que las mezquitas funcionaban como base de reclutamiento de la Revolución Islámica iraní”. Esta red de espías y agentes iraníes permitió a Rabbani canalizar fondos y organizar la logística de atentados cometidos posteriormente por hombres de Hezbollah.

30 años después, en Brasil, Irán está recreando una estrategia muy similar. Si Rabbani ya no puede venir a América Latina porque teme ser detenido al estar en la lista roja de Interpol, ahí están sus hombres y las organizaciones que el propio Rabbani pilota desde Qom (la ciudad santa del islam chiita) para hacerlo por él. Esta dinámica ha sido muy evidente en Brasil en las últimas semanas. Primero la llegada al aeropuerto de Guarulhos de Edgardo Rubén Assad, conocido como Sheikh Suhail Assad. El argentino de origen libanés fue detenido por la policía brasileña y devuelto a Irán por sus vínculos con el grupo terrorista Hezbollah y la Guardia Revolucionaria. Assad es la mano derecha de Rabbani para América Latina y es responsable de supervisar el reclutamiento de la Universidad Internacional Al Mustafa (UAM), otro centro de las operaciones de influencia de Irán en América Latina. En los mismos días, también llegó a Brasil el ayatolá iraní Reza Ramazani, secretario general de la Asamblea Mundial de Ahl Al-Bayt (ABWA). Fundada en 1990 por Ali Khamenei bajo la supervisión de la Autoridad Islámica Chiíta, la Asamblea pretende exportar la revolución islámica y actuar como enlace entre el establishment clerical iraní y los chiitas fuera de Irán. Pero la ABWA también ha colaborado con la Fuerza Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, proporcionando una cobertura eficaz para ayudar en la recopilación de información de inteligencia, localizar y reclutar estudiantes extranjeros, y mover dinero y materiales para sus operaciones.

En la actualidad, el Brasil de Lula es un país amigo de Teherán
En la actualidad, el Brasil de Lula es un país amigo de Teherán

No es casualidad que la ABWA esté interesada en intercambios con universidades brasileñas en el sector científico, la tapadera perfecta, según los expertos en contraterrorismo, para enviar agentes iraníes al gigante latinoamericano. En 2023, la Universidad Unicamp de Campinas recibió a Saeid Jazari y Mansour Hakim Elahi, respectivamente rector y director de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad Internacional Ahl Al-Bayt. Como se indica en el sitio web de la Unicamp, “durante la reunión se trataron cuestiones relacionadas con las áreas de investigación comunes de las dos universidades y las posibilidades de asociación para el trabajo conjunto”. Además de la Universidad Ahl Al-Bayt y la Universidad Internacional Al Mustafa, también opera en Brasil el Instituto Salam, que organiza con frecuencia cursos de interpretación coránica. Su presidente en Brasil es Alí Reza Mirjalilii, que se formó en la Al Mustafa y que, según el sitio web del instituto, ha trabajado en comunidades islámicas de Ecuador, Colombia, El Salvador y Nicaragua.

Pero, ¿por qué Brasil se está convirtiendo en un país tan importante para la exportación de la Revolución Islámica? Las respuestas son múltiples. En primer lugar, las palabras que Rabbani pronunció nada más llegar a la región y que se citan en el informe de Nisman parecen ahora más pertinentes que nunca. “Según nuestro punto de vista islámico”, dijo Rabbani, “América Latina es para nosotros y para el mundo una zona virgen en la que, desafortunadamente, su enorme potencial no ha sido tenido en cuenta hasta ahora por el pueblo islámico de Irán. Aquí recibimos un fuerte apoyo contra el imperialismo y el sionismo, lo que supone una importante ayuda para nuestra presencia en esta zona”. En la actualidad, el Brasil de Lula es un país amigo de Teherán, tan amigo que a principios del pasado mes de abril incluso se abstuvo de apoyar una resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que investigaba las violaciones de los derechos de las mujeres, los niños y las minorías étnicas en Irán. Durante la sesión, el embajador brasileño ante la ONU, Tovar da Silva Nunes, justificó su abstención en la votación diciendo que “basándose en el espíritu de diálogo constructivo con Irán, Brasil se abstendrá”.

Teherán también está ganando fuerza en Brasil gracias a la galaxia pro-Hamas y anti-Israel que hace proselitismo por todas partes, en universidades y partidos políticos
Teherán también está ganando fuerza en Brasil gracias a la galaxia pro-Hamas y anti-Israel que hace proselitismo por todas partes, en universidades y partidos políticos

Teherán también está ganando fuerza en Brasil gracias a la galaxia pro-Hamas y anti-Israel que hace proselitismo por todas partes, en universidades y partidos políticos, como confirman algunos acontecimientos recientes, empezando por la reunión de un diputado del Partido de los Trabajadores, el PT de Lula João Daniel con Basem Naim, jefe de relaciones políticas de Hamas. El encuentro tuvo lugar la semana pasada durante la 1ª Conferencia Global Anti-Apartheid por Palestina, celebrada en Johannesburgo, Sudáfrica. “Brasil desempeña un papel importante en esta lucha contra las atrocidades que el estado de Israel ha cometido contra Palestina con esta guerra injusta que el mundo entero está observando”, escribió João Daniel en su perfil de Instagram. En la foto publicada por el diputado también aparecen Ahmed Shehadeh o Shehada, presidente del Instituto Brasil-Palestina (IBRASPAL), hermano de Salah Shehadeh, uno de los fundadores de Hamás y comandante de las Brigadas Al Qassam, brazo armado de Hamás y Sayid Marcos Tenório, que ha defendido repetidamente a Hamás y cuyo nombre aparece en el informe de la Policía Federal sobre la Operación Trapiche, que frustró una serie de atentados de Hezbolá en Brasil.

Emanuele Ottolenghi, Senior Fellow de la Fundación para la Defensa de las Democracias, en su informe titulado “La trama terrorista de Hezbollah en Brasil” (“Hezbollah Terror Plot in Brazil” en inglés) destacó las dimensiones internacionales de esta red brasileña: “Tenório es un firme partidario de Irán, del Frente Polisario y de Hamás. Utilizando su ahora revocado acceso al Congreso brasileño (era asesor de un parlamentario del Partido Comunista de Brasil, el PCdoB), facilitó una reunión entre el jeque Bilal Mohsen Wehbe - representante de Hezbollah en América Latina - y miembros del Congreso brasileño. También visitó Irán, donde se reunió con el Presidente iraní Ebrahim Raisi; se reunió con el líder del Frente Polisario y acompañó a una delegación parlamentaria iraní a la Triple Frontera”.

Evento Frente Polisario en Brasilia
Evento Frente Polisario en Brasilia

Gracias a esta red, el Frente Polisario también se está expandiendo en Brasil. El grupo nacionalista socialista revolucionario y anti imperialista nacido en Argelia en 1973 que reclama el control del Sáhara Occidental, recordemos, tiene entre sus líderes a Khatri Alouh que en un video de 2020 al estilo ISIS gritaba al micrófono que “los civiles deben inmolarse en medio del enemigo para causar el mayor número de bajas”. En Brasilia, la Asociación de Solidaridad y Autodeterminación del Pueblo Saaraui (ASAAURAUI), instaló el 10 de mayo a su nueva dirección en una sesión solemne en la Cámara Legislativa del Distrito Federal, donde se celebró el 51 aniversario del Frente Polisario. En el acto organizado por Max Maciel, diputado del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), los representantes del Frente Polisario pidieron la apertura de una embajada en Brasil, cuestión que preocupa no sólo por la seguridad, sino también por la orientación de la política exterior brasileña. “Sería un gran cambio de paradigma”, explica a Infobae Scott Morgan, analista de seguridad para el continente africano en Washington. “Se puede explicar por el hecho de que, como Argelia ha solicitado unirse a los BRICS, Brasil está a favor de que Argelia se una al bloque. Dicho esto, sería un enorme gesto político por parte del bloque apoyar al Polisario. Además, Brasil debe ser consciente de que si permite esta embajada, la imagen que transmitirá a Washington y al resto de Occidente es que se une al llamado Eje de la Resistencia. Lo menos que ocurrirá es que EEUU se abrirá más a Argentina”, dijo Scott Morgan a Infobae.

En definitiva, la galaxia iraní a través de Brasil también intenta cambiar el equilibrio geopolítico mundial. Incluso en el gigante latinoamericano no faltaron campamentos pro Palestina y consignas antisemitas en las universidades como el organizado en el Departamento de Historia y Geografía de la Universidad de São Paulo donde también participó Samidoun. En febrero de 2021, el Ministerio de Defensa israelí designó a Samidoun como organización terrorista y “filial del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP)”, que a su vez ha sido designada organización terrorista por Estados Unidos, Japón, Canadá, Australia y la Unión Europea. Según el ministerio israelí, Samidoun fue fundada por “miembros del FPLP en 2012″ y “Jaled Barakat, identificado por el FPLP como coordinador de Samidoun, está implicado en la creación de células militantes y en la promoción de actividades terroristas en Judea y Samaria y en el extranjero”.

Esta compleja galaxia que se está cimentando en Brasil, con actores sólo aparentemente diferentes entre sí, tiene dos elementos en común: el papel de Irán como gran titiritero de la escena política internacional y un acalorado sentimiento antioccidental, dos factores que no deben tomarse a la ligera. Entre otras cosas porque podría recrearse un escenario similar al de la época de Rabbani que, nada más llegar a América Latina, nombró a Abdul Kadir como su agente en Guyana. Kadir fue uno de los responsables del atentado fallido en 2007 contra el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York. El terrorista fue detenido en Trinidad y Tobago cuando se disponía a volar a Irán para los últimos preparativos.

Guardar

Nuevo