Nazarena Vélez con María Laura: “Fui adicta a las anfetaminas porque me bullyneaban, yo no quería ser una gorda boluda”

A diez años de la muerte trágica de su marido: su depresión, sus adicciones y su renacimiento. Cómo es la relación tóxica que tiene con su cuerpo. La vergüenza y la decisión de no mostrarlo más aunque le ofrezcan fortunas. El dolor que siente cuando su hijo le recrimina las fotos de otros tiempos. La mujer que trabaja desde los 14, se reinventó como productora de teatro y hoy no quiere perder el tiempo

Compartir
Compartir articulo
María Laura Santillán Con Nazarena Vélez

Es una figura de espectáculo desde hace muchos años, pero también es una señora de acá al lado. Porque es espontánea, accesible, porque nunca está en pose y porque habla de su vida naturalmente, sin miedo al qué dirán. Nazarena conmueve cuando revive los momentos límite que atravesó, las situaciones extremadamente dolorosas, las oscuridades más profundas e inconfesables. Por estas horas se cumplen 10 años del suicido de su marido, Fabián Rodríguez. A los casi 50, conmueve su sinceridad brutal, su desparpajo y a la vez su fuerza es inspiradora. ¿Contó todo Nazarena o elige que contar? ¿Guarda secretos bajo siete llaves?

– No, lo que pasa es que lo que cuento es jugoso. Pero no cuento todo.

– Hay secretos.

– Sí, hay una vida. Ya soy una señora, este año cumplo 50. Sí, hay muchas cosas que toda la vida me he reservado. Sí, soy bocona y sí se me escapa. De pendejita que era así y me metía en quilombos. Pero hay mucho que no se sabe, mucho.

– ¿Por qué?

– Porque me resguardo, porque resguardo a mis hijos, porque resguardo a mis padres, porque resguardo a mi familia. Pero hay mucho que no se sabe.

"Hay muchas cosas que toda la vida me he reservado", dijo Nazarena Vélez en entrevista con María Laura Santillán
"Hay muchas cosas que toda la vida me he reservado", dijo Nazarena Vélez en entrevista con María Laura Santillán

– El lado oscuro nunca lo ocultaste, has contado cosas muy fuertes.

– Sí. Las adicciones. El odio hacia al cuerpo, sí. Muchos mambos. Mi casi locura cuando pasó lo de Fabián, ahora se cumplen diez años.

“EL DOLOR ME LLEVÓ TAN ABAJO…ME ASUSTÉ”.

– ¿Tu depresión?

– Mi depresión, sí. La oscuridad. Casi volverme loca. Yo estuve a esto de volverme loca, a esto. Tenía sensaciones de que estaba en otra dimensión. A mí el dolor me llevó tan abajo y me hizo escarbar lugares míos que son… Yo me asusté. Después del fallecimiento de Fabián, cuatro años antes había muerto mi hermana Jazmín, yo entré en un lugar tan oscuro que era muy triste estar al lado mío, era un bajón estar al lado mío. Yo lloraba todo el tiempo, me victimizaba todo el tiempo, todo estaba mal. ¿Por qué a mí? ¿Por qué me pasó esto? Bianca, mi sobrina, se quedó sin madre y yo estaba tan sumergida en esa mierda. En la que tenía derecho a estar porque estaba destruida. Pero era tan triste vivir conmigo. Tener a mis hijos me salvó la vida. Porque vi la tristeza en la cara de Bárbara cuando yo no quería salir de mi casa. Y vi a Thiago tan dependiente, o al Chyno, dije: yo no le puedo estar haciendo esto a mis hijos.

Nazarena es madre primero y todo lo demás mucho después. Tiene tres hijos, Barbie, Chyno y Thiago. Y un nieto, Salvador.

– Está claro que la maternidad en vos ocupa el lugar central.

– A mí me salvaron la vida. Yo tengo los tres hijos que quise tener, mis tres hijos fueron deseados, fueron elegidos sus papás. Tengo tres hijos de tres padres distintos. Desde que tengo 19 años tengo la responsabilidad de cuidar a mis hijos porque los quise traer a la vida y me tengo que hacer cargo.

– Trabajás desde muy chiquita, sos una persona independiente y autónoma. Tenías 14 años cuando ganaste el titulo Miss Quilmes, después llegaron las publicidades y tu propia plata. Vos pagás las cuentas.

– Todo. Toda mi vida. Yo me hago cargo de todo, absolutamente todo. Como todos nosotros. Como vos, seguramente. Como todo el mundo.

“PARA TERMINAR RELACIONES TÓXICAS YO NECESITABA TENER INDEPENDENCIA”

– ¿Cuando conviviste no repartieron algunos gastos?

– Cuando estuve en pareja sí, en el pasado, pero yo no tuve mucha suerte en el amor. Me he separado varias veces y siempre con una criatura chiquitita, en realidad con tres. Siempre fui muy independiente, siempre supe hasta para terminar relaciones tóxicas que yo necesitaba tener mi independencia, para no depender de nadie.

"Yo no tuve mucha suerte en el amor", dijo Nazarena Vélez en el reportaje
"Yo no tuve mucha suerte en el amor", dijo Nazarena Vélez en el reportaje
“A LOS 14 AÑOS CUANDO VI QUE PODÍA HACER GUITA DIJE ‘NO LES PIDO MÁS A MIS PAPÁS”

– ¿Cuando eras chica te diste cuenta que tener tu propia plata era importante?

– Siempre fue importante la plata. Yo vengo de la cultura del trabajo de mis viejos. Somos seis hermanos, yo soy la tercera de seis y hoy siendo madre y abuela, lo entiendo. En ese momento no me daba cuenta, pero el esfuerzo que han hecho mis viejos, lo que han laburado… Nunca me ha faltado nada. He ido al colegio privado, mi viejo se rompía el alma y yo veía el esfuerzo que hacían, vengo de esa cultura. A los 14 años, cuando vi que podía hacer guita, dije: no les pido más plata a mis papás y así educo a mis hijos. Barbie trabaja desde los 15 años, por supuesto que hace su vida infantil de niño, Thiago y el Chyno, lo mismo.

“NUNCA NECESITÉ NI QUISE QUE NADIE ME PAGARA NADA”

– De ahí en adelante siempre ganaste la plata, hasta el día de hoy. No es que en algún momento dijiste “que alguien pague”.

– No, nunca, eso nunca, no está en mi esencia. Yo no espero nada de nadie. Si no esperaba de mis viejos que me compren una bicicleta… Cuando fui creciendo, mucho menos. No, nunca necesité ni quise que nadie me pagara. Si me pagaban, bien, buena onda, pero nunca lo esperé.

– ¿Eso implicó que te expusieras de más? ¿Para poder trabajar sin parar?

– Sí, claro, sí, agarré laburos, que… bueno.

“THIAGO ME DICE: NO ME GUSTAN LAS FOTOS QUE HAY TUYAS. FOTOS EN CULO”.

– Ahora, en retrospectiva, ¿hay un trabajo que hiciste que no hubieras hecho?

– Sí, pero no me arrepiento de nada. De nada de lo que hice, de nada. Sí un poco me duele el estómago cuando Titi, ni el Chino ni Barbie me lo dijeron, me dice ahora ‘no me gustan las fotos que hay tuyas’. Un poco me duele el corazón.

“PARA MÍ ESTO SIEMPRE FUE UN TRABAJO, NUNCA UNA PASIÓN. COMO EL QUE MANEJA UN TAXI, PERO QUE ME DABA UN BUEN RÉDITO”.
María Laura Santillán Con Nazarena Vélez

– ¿Fotos en culo?

– Sí, en culo. Y le digo: mamá con eso se compraba la casa. ‘Pero mis compañeros…' Tiene razón y lo entiendo. Lo típico, es un nene de 13 años al que le rompen los quinotos en el colegio con ‘qué buena que está tu mamá’, ‘mira las fotos que hacía’, esas boludeces. Nunca lo había sentido. Yo estoy muy orgullosa de todo lo que hice en la vida. Todo lo hice muy consciente. No es que iba atrás de la guita y hacía cualquier cosa. Yo pensaba mucho en lo que hacía y sabía cuáles iban a ser mis consecuencias, desde mostrar el culo hasta después sentarme en Intrusos a contar intimidades. Yo sabía que eso iba a tener una repercusión. Siempre fui muy consciente. Tengo frialdad con el trabajo. Para mí esto siempre fue un trabajo, nunca fue una pasión. Recién ahora entiendo y descubrí la pasión por la producción, para mí esto siempre fue un laburo como el que se levanta y se va a manejar un taxi. Exactamente así, pero que me daba un buen rédito.

“SIEMPRE FUI MUY ACOMPLEJADA CON MI CUERPO. ME DABA MUCHA VERGÜENZA, PERO ME PAGABAN MUY BIEN”.

– Lo hacías muy consciente. ¿No te costaba hacerlo?

– Sí, me costaba porque siempre fui acomplejada con el cuerpo. Hablando del culo, yo siempre fui muy acomplejada con mi cuerpo. Pero lo mostraba igual. Me daba mucha vergüenza, pero me pagaban muy bien. La pasé mal. Cuando yo decía ‘todo por mis hijos’ era real. A mí me daba vergüenza. Si vos ahora me decís: ponete en culo, ni en pedo, yo no me pongo en culo en una playa. Entonces imaginate eso con un fotógrafo y para después ser tapa de una revista. Yo pensaba: me van a ver las estrías, me están viendo la celulitis. Siempre fui muy acomplejada, siempre encontré algo feo en mi cuerpo. Siempre tuve ese problema en la cabeza. Siempre me veía algo y me sigue pasando. Lo manejo muy bien.

María Laura Santillán Con Nazarena Vélez
“YO AHORA NO ME PONGO EN CULO EN UNA PLAYA. NI EN PEDO”.

– O sea que hoy no lo harías. Lo hacías porque había plata.

– Exacto, es así. Totalmente.

– Dijiste que sabías qué podía pasar si contabas tu vida en la tele. Pero la contabas igual.

– Sí, yo hablaba de mi relación con Agostini. Y cuando me separé iba a tener que contar mi separación con Agostini. Es así. Y lo que en un momento me daba tapas de Paparazzi y me hacía vender shows después te pasa la factura. Yo era consciente de eso. No es como les pasa a los chicos de Gran Hermano, que después salen y no saben por qué les cambia la vida. Yo siempre fui muy consciente de todo lo que me daba y me podía llegar a quitar nuestra profesión.

“CUANDO PASÓ LO DE FABIÁN PERDÍ TODO. PERO TODO”.

– ¿Pudiste ahorrar?

– Sí, y tuve momentos de ser muy consciente, de querer dejarles un departamento a mis hijos. Siempre tuve eso en la cabeza. Cuando pasó lo de Fabián perdí todo, pero todo. Entonces hoy me tomo la vida con más calma. Laburo mucho, pero laburo lo que tengo que laburar porque me di cuenta que te morís.

– Perdí todo, dijiste. ¿Porque había deudas que pagar?

– No solo perdí todo, sino que me comí un montón de deudas después que falleció Fabian. Muchas deudas, sí. Toda la vida laburé mucho, pero mucho. Yo salía de ‘El champagne las pone mimosas’, iba con Gerardo Sofovich, iba a ShowMatch. Era mucho. Pero porque para mí siempre es importante la plata, la economía. Si me pasa algo mañana o a cualquiera de mis hijos poder responder. No les puede faltar nada. Siempre fue muy importante, pero ahora priorizo mi bienestar. Antes tal vez laburaba de cosas que hoy no haría. Por ejemplo, me pongo en culo en Instagram porque quiero concientizar, porque quiero hablar a muchísimas mujeres fundamentalmente de los cambios.

“YO FUI UNA ADICTA A LAS ANFETAMINAS PORQUE FUI BULLYNEADA EN EL COLEGIO”

– ¿De los cambios del cuerpo?

– Y del dolor que nos genera. Y del bullying que nos metieron en la cabeza desde chiquititas, que tenés que ser de una manera. O eras esto o lo otro y te etiquetaban y eso nos queda de por vida. Yo fui lo que fui, una adicta a las anfetaminas porque fui una nenita bullyneada en el colegio. Yo era una nenita gordita a la que bullyneaban y eso, cuando sos grande, hace que tomes una anfetamina o andá a saber para donde vas. A mí me cagaron la cabeza de chiquitita, de verdad. Yo sabía que en la vida quería ser todo menos una gorda boluda. Y eso te lo meten en la cabeza.

María Laura Santillán Con Nazarena Vélez
“YO NO QUERÍA SER UNA GORDA BOLUDA”.

– ¿Ahora cómo te llevás con la comida y con los kilos?

– Yo cambié el chip inteligentemente, creo que tiene que ver con la edad y me empecé a mirar desde la salud. Será que este año cumplo 50. Voy al gimnasio porque quiero tener una linda vejez. Tengo un nieto que tengo ganas de tener a upa toda la vida. Si no voy al gimnasio eso no me va a pasar y me tengo que cuidar. Yo siempre tuve una relación muy tóxica con la comida, muy tóxica. Por eso que te contaba, siempre me reprimí, con esto, con lo otro. Después, en lugar de hacer caso, tomaba anfetaminas. Siempre tuve una relación muy tóxica con mi cuerpo. Me costó muy caro, casi me muero. Me agarró un preinfarto, la pasé mal, fue vergonzoso contárselo a mis hijos. Me dio mucha vergüenza. Porque yo me siento una buena mamá y ver que se me estaba yendo la vida por querer pertenecer…

– Entiendo que si tuviste un preinfarto habías tomado un montón de pastillas.

– Un montón. Lo compararon con no sé cuántas líneas de cocaína a lo que generaba eso en mi cuerpo. Me estaba autodestruyendo. Hay que hablar de esto. Es por todo lo que nos comieron la cabeza. Más allá de que yo tengo una personalidad… hay otras personas a las que no les afecta.

“TITI TENÍA TRES AÑOS Y MEDIO, TENÍA ATAQUES Y LLORABA. Y YO ESTABA BORRACHA”.

– También empezaste a tomar alcohol, pero hoy tomás una copa de alcohol, así que pudiste controlarlo.

– Eso fue cuando murió Fabián. Los primeros tres meses el dolor era tan… Lo que yo te contaba de la oscuridad en la que estuve fue tan tremendo que me encontraba con tres botellas de vino al lado, buscando papeles, buscando qué había pasado, buscando. Hasta que un día me di cuenta. Titi lloraba. Tenía tres años y medio, era muy chiquitito y tenía ataques, lloraba y me necesitaba mucho. Y yo estaba borracha y no lo podía creer. Me generó mucho pudor esa parte de madre que hablamos y dije: nunca más. Hoy tomo socialmente. Yo me conozco por suerte, tengo esta cosa adictiva. Cuando uno tuvo una adicción de tantos años como fueron las anfetaminas, necesitás reemplazarlo por otra cosa. Vas buscando, porque te queda una ansiedad y tenés que estar cuidándote

– ¿Con qué lo reemplazás?

– Con todo, desde agua en cantidades. A mí se me ve la ansiedad, muchas veces con comida. Por eso tengo que controlarme. A veces me encuentro a la noche morfando y me doy cuenta de que no es hambre, que fue un momento muy límite.

"Hay dolores que duran toda la vida y uno los tiene que aceptar", confesó Nazarena Vélez
"Hay dolores que duran toda la vida y uno los tiene que aceptar", confesó Nazarena Vélez

– Te duele.

– Sí, claro, me sigue doliendo. Hay dolores que duran toda la vida y uno los tiene que aceptar. Yo estoy muy bien en este momento en mi vida, estoy feliz.

– Dijiste varias veces hoy que vas a cumplir 50, así que te sientan muy bien.

– Me lo tomo muy bien. Cumplir años significa estar vivo y eso a mí me gusta. Me gusta ver el paso del tiempo, me gusta ver la mujer en la que me voy convirtiendo porque no soy la misma. Me estudio mucho. Yo no voy a terapia, pero me estudio mucho.

– ¿Terapia no?

– No, nunca me resultó hacer terapia. ¿Será por la ansiedad que tengo, el no ver el resultado? Me hartaba y me iba a la mierda. No quería volver. Dame el resultado ya. ¿Y el resultado? ¿Sabés dónde lo vi? Te lo juro: en convertirme en mi mejor amiga. Hace muy poco tiempo me convertí en mi mejor amiga. Yo me aconsejo, como aconsejo a Barbarita o como aconsejo a mi mejor amiga.

“MUCHAS VECES ME HABLO CON CIERTA MALDAD HACIA MI PERSONA. ¡QUE GORDA DE MIERDA! Y ME AUTOCONTROLO”.

– ¿Hablás sola?

– No pero, ¿viste cuando estás por tomar una decisión que tenés ese diálogo interno? ¿No te pasa? ¿Soy la única? Tengo un diálogo conmigo. Muchas veces me hablo con cierta maldad hacia mi persona. ¡Qué gorda de mierda! Me miro en el espejo y me autocontrola.

– ¿En voz alta lo decís?

– Sí, claro. A veces sí. No hay nadie cuando hablo en voz alta. Pero no es que estoy hablando todo el tiempo como Grace Alfano con las tostadas, no. Pero cada tanto yo misma me corrijo, sí.

– ¿Cuál de todas es la mejor manera de descargar la ansiedad?

– No, no la encontré. El gimnasio es muy bueno, además sabés que estás haciendo algo bueno para vos, para tu salud. No me quiero quebrar la cadera a los 60 y si no tenés músculo te la quebrás. Y además sé que me descarga.

– Vos decís que algunos dolores estarán toda la vida, pero no se te ve rencorosa.

– No, no soy rencorosa. Bueno, sí, un poco rencorosa soy. Trato de tener una mirada piadosa ante la vida. Me la hace pasar mejor a mí porque no me tomo las cosas personales, es más relajante.

"A mí me gusta que la gente quiera volver a trabajar conmigo", aseguró Nazarena Vélez
"A mí me gusta que la gente quiera volver a trabajar conmigo", aseguró Nazarena Vélez

– Sos actriz, pero lo que querés ser es productora. Es lo que más te divierte desde que empezaste esa tarea.

– Sí, me divierte mucho. Me divierte crear. Me gusta verte a vos y pensar en qué programa te vería ¿Cómo estarías? ¿Cuál será la escenografía? Me gusta toda esa creación. Soy muy buena jefa. Soy amorosa. Pago muy bien. Soy respetuosa, porque siempre estuve del otro lado. A mí me gusta que la gente quiera volver a trabajar conmigo.

– Estás produciendo una obra de teatro y tu novio Santiago Caamaño es uno de los protagonistas. ¿Le decimos novio?

– Sí, novio. Con el Bocha. Una obra que ganó el premio a mejor comedia dramática en Carlos Paz. Con la dirección de Pablo Gorlero. Están en Andamio 90 los sábados. Y estoy feliz porque es una obra que habla de bullying, que habla de acoso escolar, que habla de homofobia, que es fuertísima. A mí me enorgullece hacer laburos así. Soy muy exigente en el teatro porque soy muy buena como productora. Si venís a ver una obra mía te va a gustar.

– Soy muy humilde (risas)

– Y quiero que vengas a ver cualquiera de las dos obras. Hablan de mundos diferentes. La que hago con Gladys Florimonti está buenísima. Dos locas de remate, en el Picadilly. Me gusta trabajar en lugares prestigiosos y sé que el teatro no es una necesidad entonces cuando alguien saca una entrada para ir a un teatro se tiene que sentir contento de lo que vio para que el año que viene te vuelva a elegir en otra comedia. Yo siempre pienso en las próximas entradas, no en éstas, en las del año que viene. Como sé que voy a tener que laburar toda la vida siempre, pienso en hacer cosas copadas.

– ¿Vos creés que en algún momento no vas a poder vivir de ahorros?

– Soy una argentina promedio, de los que luchamos siempre, me cuesta todo y no me veo. Ojalá esté a los 60 en una playa solo produciendo, sin actuar. Yo actúo desde que soy muy chiquitita y a la actuación hay que ponerle mucho el cuerpo para hacerlo bien. Yo todo me lo tomo muy en serio. En la obra que estamos haciendo termino con dolor de cabeza todas las noches. Mi personaje es el que hizo Verónica Llinás, un personaje muy fuerte, que tiene TICs, que tiene TOCs. Todo eso durante una hora y media. Y Gladys, que es para mí la mejor comediante de la Argentina, entra al escenario y la gente le aplaude, no tiene que decir nada.

“TENGO UNA TENDENCIA A CAER. TRABAJO MUCHO PARA ESTAR ARRIBA, PARA ESTAR CONTENTA”.

– ¿En algún momento del día no estás tan arriba? Tirada en la cama, relajada…

– (risas) Yo al trabajo le pongo mucho. Lo que pasa es que yo tuve mucho de eso, mucha depresión y de tirarme en la cama. Entonces lo hago lo justo y lo necesario porque tengo tendencia a caer. Todo el tiempo me pongo música, todo el tiempo me levanto.

– ¿Te das manija?

– Exacto, porque la tendencia es lo contrario. Trabajo mucho para estar arriba, para estar contenta, para ver lo que tengo y no ver lo que no tengo.

– ¿Es cierto que te gustaría hacer LAM en teatro? ¿El programa en el escenario?

– Me encantaría. No, la esencia del LAM, pero en obra de teatro. A todos los verías en un papel y terminaría con musical, lo tengo todo en la cabeza. No es que cada uno va a contar un chimento y viene la gente al teatro, no, una obra de teatro. A cada uno le daría su papel para que le quede cómodo, con un excelente director. Lo tengo todo pensado, me falta convencerlo. Ángel. A mí me divierte mucho LAM. Para mí es una reunión de amigos, porque Ángel no pone en mí la presión de tener que llevar información.

"Trabajo mucho para estar arriba, para estar contenta, para ver lo que tengo y no ver lo que no tengo", dijo Nazarena Vélez
"Trabajo mucho para estar arriba, para estar contenta, para ver lo que tengo y no ver lo que no tengo", dijo Nazarena Vélez
“YO ESTOY DONDE LA PASO BIEN, SINO NO”.

– ¿Cómo te va a poner presión si sos información pura? Tenés miles de cosas para contar. La pasás muy bien.

– (risas) Entonces estoy relajada. Si no, no estaría ahí. Yo estoy donde la paso bien, sino no. Por la guita no lo hago.

– ¿Por mucha guita?

– Jajajajaja hay unas deudas todavía, así que puede ser.

“ME OFRECIERON FORTUNAS POR MOSTRAR EL CUERPO. HOY NO ME DIVIERTE, NI POR TODA LA GUITA”.

– “Por mucha guita vuelvo a mostrar el culo”, sería el título.

– No, no, porque de hecho me lo ofrecieron. Me ofrecieron fortunas, porque hoy garpa el cuerpo real, todo ese chiste. Las plataformas. Lo que antes era Playboy, hoy son las plataformas y no me divierte. Fue una etapa de la vida, hoy no, no me divertiría, ni por toda la guita. Y mirá que de verdad tengo deudas todavía.

– ¿Hay deudas de Fabián?

– No, pero al comprarme mi casa de cero y tener que pagar eso, tuve que meterme en otras deudas, porque es todo un dominó. Después tu vida, la obra social, esto, lo otro. Salir de deudas es muy difícil cuando tenés un día a día, hijos, que no descuidar la casa y todo eso. Pero soy una mina que laburo siempre. ¿No le tengo miedo a eso, sabés? Yo sé que todo lo pago, porque soy muy inteligente en eso y siempre genero otra cosa. Me lo demostré durante toda la vida, así que no es algo que me torture.

– Tu historia y tu personalidad son muy inspiradoras para las mujeres, y hablás sin vueltas. No sos impostada, lo que se ve es lo que sos.

– Sí, soy una mina muy sanguínea. Hacerte un personaje me duraría muy poco y es cansador mentalmente.

– ¿Cuando eras chica como fue ser sanguínea?

– Nunca fui muy políticamente correcta. No, nunca. Yo de chiquitita era un desastre. He prendido fuego una iglesia, un laboratorio. Un desastre, Una nena con problemas. Hacía maldades, una locura lo que le he hecho a mi padre y a mi madre. Era ‘mi pobre angelito’.

“A GERARDO LE DECÍA LO PRIMERO QUE SE ME PASABA POR LA CABEZA Y ESO A ÉL LE GUSTABA”

– ¿Cuando trabajabas con Gerardo también le decías todo en la cara?

– Sí, por eso le encantaba laburar conmigo. Sí, por supuesto. No era estúpida, yo era muy respetuosa. Mis viejos nos criaron con mucho respeto. Yo soy un poco guarra, pero soy una mina con muchos códigos y sé ubicarme y sé respetar a mi jefe. Empecé con Gerardo a los 15, era una nena, así y todo era muy respetuosa con él. Pero le decía lo que lo primero que se me pasaba por la cabeza y a eso él le gustaba. Yo lo extraño mucho a Gerardo, ¿sabés? A mí me enseñó mucho, mi parte de productora es de Gerardo. Yo veía al tipo hacer un programa con una manzana y tenía 800 millones de chivos, yo decía ‘este tipo es un genio’. Yo le tenía mucho respeto. Aprendí mucho de él más allá de no estar de acuerdo con un montón de cosas, con parte del humor que se manejaba en esa época o con cosas de su carácter. Hemos tenido muchos enfrentamientos, pero le tenía mucho respeto y aprendí mucho de Gerardo.

– ¿Cuántos años en total trabajaste con él?

– Fue intenso y yo era pendeja, pero en total habremos trabajado diez años. Es un montón. Para mí era un papá, con todo el respeto a mi papá a quien amo profundamente, pero en él terminé de construir mi parte empresarial, mi parte de productora.

"Yo lo extraño mucho a Gerardo, ¿sabés? A mí me enseñó mucho, mi parte de productora es de Gerardo", contó Nazarena Velez
"Yo lo extraño mucho a Gerardo, ¿sabés? A mí me enseñó mucho, mi parte de productora es de Gerardo", contó Nazarena Velez

– ¿Entonces vas a ganar guita?

– No tengo dudas de eso. Yo también quiero ganar guita, así que vengan al teatro, vengan al Picadilly, que está buenísimo. A ‘Dos locas de remate’ y a Andamio 90. Estoy muy orgullosa, qué buen actor que es el Bocha. ¿Lo viste alguna vez actuar?

“VIVIMOS JUNTOS. YO NO ESTOY PARA PERDER EL TIEMPO”.

– No lo vi. Quiero saber si viven juntos.

– Sí, vivimos juntos. Yo no estoy para perder el tiempo. En la vida fui así. Desde que murió mi hermana a los 21 años siento que la vida hay que disfrutarla. Nadie la tiene comprada. No sabes cuánto vas a durar. Me encanta Bocha, el tipo me cerró en tres meses. Dije: convivamos. Llevamos cinco años. Es un gran tipo. Es un gran papá de Tití sin serlo. Eso a mí me llena el corazón, me enamora. Titi lo disfruta. Es un genio. Es un bombón.

– Este es un gran momento salvo por esto que contaste cuando llegaste...

– Ya estoy en la premenopausia. No sabés el humor que tengo.

– Digamos la verdad, es horrible.

– Si, es horrible. Estoy de muy mal humor, a mí no me pasaba. Estoy como irascible. Los calores. Bueno, ni te cuento. Igual me está viniendo. Estoy en la pre. Quiere decir que esto da para largo porque recién empiezo. Y ya no la aguanto. Los calores, a veces me broto. ¿Me ves ahora?

– ¿Es por el sol?

– No, qué va a ser del sol, nena, ¿estás loca? No es del sol. Tengo todos los síntomas.

– Me preocupa que con toda tu historia, todo lo que atravesaste, ahora venga la menopausia y sigas sin terapia.

– No, no voy a hacer terapia. Nunca digo nunca. Titi hace a mí, soy muy pro terapia. A mí no me funcionó. A mí me encantan las terapias alternativas. Soy muy bruja. Me gusta todo lo que es vidas pasadas, biodecodificación, eso te lo hago todo (risas). Ya constelé. En eso creo, en lo que uno mueve como energía creo. Siento que en otra vida fue bruja, de hecho tiro las cartas y muy bien. Soy muy buena espiritualmente, eso hizo que en un momento oscuro me roce la locura.

– ¿Qué pasó en el momento oscuro con la brujería?

— Por momentos hasta se me mezclaban las cosas. Sentía que no era de este mundo yo. Estaba al borde de la locura.

– Es peligroso.

– En mí. En un momento de depresión, de oscuridad, con alcoholismo, es claramente peligroso. Y más con esto de que tengo un canal esotérico abierto desde chiquitita. Yo desde chiquitita entraba a un lugar y me daba cuenta de las energías. Soy muy brujita.

– Bueno, agárrate lo que quieras. ¿Entonces a qué teatro tengo que ir?

– Al Picadilly, está al lado del San Martín. Es hermoso.