Desde el inicio de su carrera política, Javier Milei ha destacado en reiteradas ocasiones su compromiso de dejar al descubierto cómo la “casta” actúa solo en función de sus intereses con el solo fin de mantener o acrecentar sus privilegios en detrimento del conjunto de los argentinos.
La persistente gesta de Milei por materializar reformas de fondo que desafían a dicho statu quo y promueven un cambio sustancial en la economía, el Estado y sus relaciones con la sociedad se dirime en estos días en el Senado en relación con la Ley Bases, que cuenta con media sanción de la Cámara de diputados.
El texto de la ley llegó a la Cámara alta con numerosos cambios producto de la discusión en Diputados y por estas horas es objeto de su propia revisión. Los senadores tienen una oportunidad única para cambiar el rumbo de Argentina después de más de cien años de decadencia crónica, pobreza y desigualdad.
Recordemos que la Constitución Nacional prevé en su artículo 79 que luego de ser aprobado el proyecto en general, el Senado puede delegar en sus comisiones la aprobación en particular del proyecto, con el voto de la mayoría absoluta del total de sus miembros, es decir, de más de la mitad.
Además, la Cámara podrá, con igual número de votos, dejar sin efecto esta delegación y retomar el trámite ordinario. La aprobación en comisión requerirá el voto de la mayoría absoluta del total de sus miembros. Una vez aprobado el proyecto en comisión, se seguirá el trámite ordinario. Asimismo, en caso que el Senado rechace la Ley Bases en la votación en general, no podrá volver a ser tratada en el Congreso durante este año.
A diferencia de lo que ocurrió en Diputados, donde la negociación de los votos es ante todo por bloques o subbloques, en el Senado los votos en danza dependen de las negociaciones que se llevan adelante con los gobernadores, con el ministro del Interior Guillermo Francos como principal intermediario, y donde las definiciones finales del texto y de los votos se encuentran en directa relación con las condiciones fiscales y de la decisiva coparticipación. Sin embargo, debido a la renovación por mitades del Congreso, no todos los senadores de cada provincia responden a su respectivo gobernador, lo que hace más imprevisible el resultado de la votación. La moneda está en el aire.
La suerte de la Ley Bases determinará a su vez los alcances y el éxito inicial del llamado Pacto del 25 de mayo, cuya firma está prevista para esa fecha en la provincia de Córdoba, y que sintetiza en diez puntos el programa de futuro que propone Milei para iniciar el camino de la prosperidad.
De esta manera, el liderazgo del presidente Milei es clave en este momento de la Argentina. A pesar del difícil momento que enfrenta el país, con índices de actividad que revelan una profunda recesión producto de la catástrofe heredada de los gobiernos anteriores y que solo es compensada por la percepción incipiente de la reducción de la inflación, puede explicarse en parte que la imagen de Milei se mantenga alta.
Esto se suma a que, para una parte del electorado, hasta hace solo unos meses resultaba impensable que Milei pudiera encaminar un gobierno como lo está haciendo, mientras que los agoreros del fracaso agrupados en buena parte de la oposición muestran índices muy altos de desaprobación.
Los movimientos esgrimidos en los últimos meses por este sector, expresados en los paros organizados por la CGT, las manifestaciones de la izquierda en calle, el aumento de dietas votado y apoyado por algunos de sus más conocidos representantes, como así también la marcha universitaria financiada por la CGT y teñida por discursos partidistas asociados con la oposición, por el momento resultan casi inocuos para el gobierno debido al descrédito de dichos sectores.
La Ley Bases puede compararse con otras leyes emblemáticas de la historia argentina, como la Ley 1420, que contribuyó significativamente a la erradicación del analfabetismo en el país, o la Ley Avellaneda, que permitió la llegada de los inmigrantes que hicieron crecer al país siguiendo la consigna alberdiana de “gobernar es poblar”. Sin embargo, su alcance va mucho más allá, ya que busca revitalizar los valores fundamentales de libertad y justicia consagrados en la Constitución de Alberdi de 1853. Estos valores fueron los pilares del éxito económico y social de Argentina durante décadas, y revitalizarlos es esencial para potenciar las posibilidades de los argentinos y del país.
A la hora de examinar el impacto potencial de la Ley Bases, es importante recordar el ejemplo histórico del crecimiento económico de Argentina en el siglo XIX. En 1895, el PBI del país era el primero del mundo, superando incluso a potencias como Estados Unidos y Suiza. Este éxito se debió en gran medida a firmes políticas que promovían la libertad económica y el desarrollo empresarial.
Si Argentina siguiese nuevamente este camino, podría experimentar un crecimiento exponencial y convertirse a largo plazo en una potencia económica una vez más. La Ley Bases representa posiblemente la última oportunidad para sacar a Argentina de la decadencia y abrir el camino hacia un futuro próspero para los argentinos.