"Entré a la casa porque quiero lograr mi nombre propio". Matías Schwartzman, de 28 años, ingresó a la casa de Gran Hermano para desprenderse de una vez por todas de la sombra de su hermano, Diego, reconocido tenista argentino que recientemente ganó su primer título ATP.
De todas formas, esto no quiere decir que su relación no sea buena. Ellos son muy apegados y el propio Matías confesó en varias oportunidades desde que ingresó a "la casa más famosa del país", que extraña la compañía de su hermano. Ellos no se ven hace tres meses porque antes de comenzar el reality el deportista tuvo que cumplir con varios compromisos profesionales, entre los que se encuentra el ATP de Estambul, que finalmente ganó.
Diego estuvo en El Debate de Gran Hermano y, tras hablar con el panel, ingresó un rato a la casa para hacerle compañía a su hermano y no pudieron contener las lágrimas. "¿Me pueden dar algo de agua?", dijo Matías con la voz cortada, emocionado por ver a Diego.
"De afuera se ve una cosa totalmente diferente, adentro es una locura. Se hicieron muy rápido los grupos adentro de la casa y con los del otro grupo nada…", explicó el participante del reality. Y luego se quebró su hermano menor: "Soy muy frío por mi profesión dije pero voy a llorar como un boludo… Hay que disfrutar y pasarla bien".
