Qué tan confiable es comprar una casa en un remate bancario, según la Condusef

Puede parecer una oportunidad tentadora para muchos, pero conlleva ciertos riesgos y complejidades legales

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Puede parecer una oportunidad tentadora para muchos, pero conlleva ciertos riesgos y complejidades legales
Puede parecer una oportunidad tentadora para muchos, pero conlleva ciertos riesgos y complejidades legales

En el complejo panorama inmobiliario actual, adquirir una propiedad es un objetivo para muchos, pero ¿qué tan confiable es optar por un remate bancario? La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ofrece luces sobre este tema, despejando mitos y verdades.

Los remates bancarios involucran la venta de inmuebles cuyos propietarios fueron demandados por una institución bancaria debido al incumplimiento en el pago de la hipoteca. Estas propiedades son puestas a la venta por los bancos a precios considerablemente menores para recuperar el dinero adeudado.

Mitos y verdades de los remates bancarios

Existe una creencia popular de que los remates bancarios permiten comprar una casa hasta un 60 por ciento más barata que en el mercado. Condusef confirma esta afirmación como verdadera, por lo que señaló que estos procesos permiten adquirir inmuebles a precios notoriamente más bajos debido a la demanda que enfrenta el antiguo propietario por incumplimiento de pagos hipotecarios.

A menudo se piensa que al comprar en remate bancario, la propiedad pierde plusvalía y los procesos son largos y tediosos. Es posible adquirir una propiedad a un precio menor y mantener o incluso aumentar su plusvalía. Además, el tiempo de espera puede variar, desde tres a seis meses hasta 2 años, dependiendo del estado del proceso legal.

Explorando las oportunidades: ¿Qué tan confiable es optar por un remate bancario en el complejo panorama inmobiliario actual? La Condusef despeja mitos y verdades
Explorando las oportunidades: ¿Qué tan confiable es optar por un remate bancario en el complejo panorama inmobiliario actual? La Condusef despeja mitos y verdades

¿Es seguro comprar casas en remate bancario?

Si bien el proceso de compra se lleva a cabo con el acompañamiento de un asesor certificado, lo que brinda cierta seguridad, existen riesgos que deben ser considerados:

  • El poseedor anterior podría seguir en el inmueble, lo que puede complicar el proceso de desalojo para el nuevo propietario.
  • El deudor original podría tener deudas pendientes asociadas con la propiedad, como impuestos municipales o servicios básicos.

Veracidad de los derechos adquiridos

Surge la duda sobre si realmente se adquieren los derechos de un juicio hipotecario al comprar en remate bancario. Condusef confirma esta posibilidad, explicando las dos modalidades: la cesión de derechos litigiosos y la cesión de derechos adjudicatarios, donde se puede adquirir los derechos de la demanda judicial o los derechos adjudicatarios, respectivamente.

Los gastos de escrituración no corren por cuenta del banco. Sin embargo, Condusef aclara que estos gastos recaen en el nuevo propietario una vez adquirida la propiedad en remate bancario.

Los remates bancarios ofrecen oportunidades atractivas para quienes buscan invertir en bienes raíces, pero no están exentos de riesgos. Es fundamental contar con asesoramiento especializado y evaluar cada paso del proceso.

Explorando las oportunidades: ¿Qué tan confiable es optar por un remate bancario en el complejo panorama inmobiliario actual? La Condusef despeja mitos y verdades
Explorando las oportunidades: ¿Qué tan confiable es optar por un remate bancario en el complejo panorama inmobiliario actual? La Condusef despeja mitos y verdades

Condusef recomienda considerar todos los aspectos, desde la confiabilidad del proceso hasta los riesgos asociados, antes de embarcarse en la compra de una casa en remate bancario.

Mientras que los remates bancarios pueden ofrecer precios atractivos, es esencial entender los procesos involucrados y contar con asesoramiento experto para tomar decisiones informadas y evitar sorpresas desagradables en el camino hacia la adquisición de una propiedad.

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