La Secretaría de Salud del estado ha lanzado una intensa campaña bajo la consigna “La eliminación del paludismo es responsabilidad de todos y todas”, con el objetivo de prevenir la propagación del paludismo o malaria. A través de esta iniciativa se insta a la comunidad a acudir a los centros de salud ante la aparición de síntomas entre 10 y 15 días después de la picadura de un mosquito. En el país se han confirmado dos casos autóctonos, de acuerdo con el informe quincenal de vigilancia epidemiológica de paludismo 2024, elaborado con datos de la Secretaría de Salud.
La malaria, también conocida como paludismo, es una enfermedad provocada por un parásito transmitido por las picaduras de mosquitos hembras del género Anopheles, puede resultar fatal si no se trata dentro de las primeras 24 horas. La entidad alerta sobre la importancia de la detección temprana ante el registro de un caso importado. La región se enfrenta a un desafío particular debido a sus condiciones geográficas y climáticas favorables para la vida de los vectores transmisores, así como por ser punto de encuentro para migrantes de diversas partes del mundo.
En respuesta a esta problemática, la Secretaría de Salud ha implementado estrategias como el Programa de Vectores, que incluye acciones como la capacitación en centros de salud, escuelas y albergues, la realización de visitas de inspección a diversas jurisdicciones y la monitorización trimestral de posibles lugares de cría. Estas actividades están diseñadas no solo para combatir la presencia del vector, sino también para modificar el hábitat y evitar su proliferación. Las medidas adoptadas abarcan desde el estudio del ciclo de vida del mosquito hasta la eliminación de criaderos y la fumigación residual.
Síntomas de la malaria
La malaria es una enfermedad infecciosa transmitida por la picadura de mosquitos del género anófeles. Los signos distintivos de este padecimiento incluyen síntomas como fiebre, vómitos y dolor de cabeza, con episodios de fiebre, sudoración y escalofríos entre 10 a 15 días después de la exposición al mosquito infectado, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El diagnóstico de la malaria se lleva a cabo mediante el análisis de muestras de sangre bajo microscopio para identificar al parásito Plasmodium en los glóbulos rojos. En zonas alejadas donde no se dispone de este equipo, se utilizan las pruebas de diagnóstico rápido (RDTs, por sus siglas en inglés) como método alternativo. Este proceso es crucial para detectar la infección y proceder con el tratamiento adecuado.
Existen varios tipos de Plasmodium que causan la malaria, siendo Plasmodium vivax y Plasmodium falciparum los más comunes. No obstante, es la infección por P. falciparum la que representa un mayor riesgo para la vida del paciente si no se trata oportunamente, pudiendo provocar complicaciones renales y cerebrales severas e incluso la muerte. La detección temprana y el tratamiento pertinente son esenciales para prevenir estos desenlaces.