¿Por qué el tequila pasó de ser “para clases bajas” a una de las mejores a nivel mundial?

El destilado tuvo un boom en la década de los 90 que cambió a la industria de las bebidas alcohólicas para siempre

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El tequila mexicano, una bebida nativa de agave, ha superado al whisky estadounidense en crecimiento de ingresos y volumen en Estados Unidos (Freepik)
El tequila mexicano, una bebida nativa de agave, ha superado al whisky estadounidense en crecimiento de ingresos y volumen en Estados Unidos (Freepik)

Aunque el tequila es una de las bebidas más consumidas en México y el mundo, llegando incluso a ser todo un lujo en algunos países, esto no siempre fue así. Antes, el tequila era considerada una bebida para “clases bajas” hasta que un boom lo catapultó hasta el cielo, para convertirse en el emblema que hoy conocemos.

Y es que el tequila mexicano, aunque siempre fue importante históricamente para el país, no gozaba de la importancia que tiene ahora ni se consideraba un trago particularmente “sofisticado”. Las clases medias de México preferían el ron u otras bebidas internacionales.

A finales de la década de los 90, el tequila inició su ascenso como bebida favorita del mundo. Las personas en las cantinas y bares de México lo pedían cada vez más, y la producción de este se duplicó en un periodo récord de apenas 5 años. Pero, ¿por qué pasó esto?

Las razones del crecimiento del tequila en México y el mundo

Algunos analistas de la época notaron que una de las causas del renacer del tequila fue la influencia mutua entre Estados Unidos y México, una especie de retroalimentación entre ambas naciones, un efecto boomerang.

Lo latino se ponía cada vez más de moda en el país del norte, y cuando los principales manufactureros de tequila invirtieron millones de dólares en publicidad y lograron posicionar la bebida con los extranjeros, el éxito se reflejó también en nuestro país. Los mexicanos querían estar a la vanguardia igual que en Estados Unidos, y por supuesto, siguieron la moda.

Las principales marcas de tequila invirtieron millones en publicidad aprovechando el boom en Estados Unidos. REUTERS/Luis Cortes/Illustration NO RESALES. NO ARCHIVES
Las principales marcas de tequila invirtieron millones en publicidad aprovechando el boom en Estados Unidos. REUTERS/Luis Cortes/Illustration NO RESALES. NO ARCHIVES

Otra causa que puede explicar el crecimiento del mercado de tequila es la fuerte crisis económica que atravesó México durante la década de los 90. Ya no alcanzaba para los destilados y licores que comúnmente se tomaban y el tequila vio su oportunidad de acción en bares, antros y fiestas familiares. Poco a poco, los consumidores aprendieron más de la bebida nacional, pues antes apenas y se sabía lo más general.

Así, con el paso del tiempo, el tequila pasó de ser una bebida casi tradicional, más del folclor y las costumbres, a ser de total vanguardia. Actualmente, tal ha sido el éxito del destilado de se ha colado en importantes listas de las mejores bebidas alcohólicas del mundo y es conocida a nivel internacional.

El valor tradicional del tequila en México

El tequila ostenta un espacio privilegiado en la cultura y la tradición de México, siendo más que una simple bebida alcohólica: es un emblema nacional que encapsula historia, tradición y orgullo. Originario del estado de Jalisco, su producción se extiende a ciertas áreas geográficas específicas, lo que le confiere la denominación de origen. Esta regulación asegura que solo el destilado producido en estas regiones pueda ser denominado genuinamente tequila, preservando su autenticidad y calidad.

Se tarda unos siete años en cultivar una planta de agave azul (Bloomberg / Mauricio Palos)
Se tarda unos siete años en cultivar una planta de agave azul (Bloomberg / Mauricio Palos)

Históricamente, el tequila ha sido parte integral de celebraciones y rituales sociales, desde ceremonias religiosas hasta festividades familiares y nacionales. La bebida proviene del agave azul, una planta que ha sido sagrada para los pueblos indígenas de México desde tiempos prehispánicos, lo que añade una capa profunda de significado cultural y espiritual a su consumo.

El proceso de producción del tequila es laborioso y cargado de tradición, involucrando la jima del agave por los jimadores, la cocción de las piñas, la fermentación y, finalmente, la destilación. Cada etapa requiere un conocimiento especializado heredado de generación en generación, convirtiendo a este proceso no solo en un arte, sino también en una ciencia.

En la actualidad, el tequila es sinónimo de identidad mexicana en el extranjero, representando al país en el escenario mundial a través de su presencia en la gastronomía internacional, en festividades y en la coctelería. La celebración del Día Nacional del Tequila cada tercer sábado de marzo es un reconocimiento a su valor cultural y a su papel en la promoción de la cultura mexicana globalmente.

El tequila, por lo tanto, trasciende su papel como bebida para convertirse en un símbolo de la riqueza cultural, la biodiversidad y el legado ancestral de México, celebrado tanto a nivel nacional como internacional.