Se registra sismo de magnitud 4.1 en Cintalapa

Debido a su ubicación geográfica, México está continuamente expuesto a sufrir este tipo de eventos sísmicos

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La información preliminar señala que el sismo tuvo epicentro en Cintalapa. (Infobae)
La información preliminar señala que el sismo tuvo epicentro en Cintalapa. (Infobae)

Un temblor de 4.1 de magnitud y con una profundidad de 154.3 kilómetros tomó por sorpresa a los pobladores de la ciudad de Cintalapa a las 8:50 hora del centro (14:50 UTC) este 18 de abril.

El movimiento tuvo como epicentro 38 km al noroeste de dicha población del estado de Chiapas, según información preliminar del Servicio Sismológico Nacional (SSN).

Ante una actividad sísmica de importancia, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred)hace un llamado a no caer en rumores, ni noticias falsas y solo informarse en fuentes oficiales, como las autoridades de Protección Civil, tanto locales y estatales, así como federales.

Tras un terremoto, revisa tu casa en búsqueda de posibles daños, utiliza tu celular solo en caso de emergencia, no enciendas cerillos o velas hasta asegurarte que no hay alguna fuga de gas y recuerda que se pueden presentar réplicas del sismo, por lo que es importante mantenerte alerta.

También puedes seguir las siguientes medidas antes de un terremoto: alista un plan de protección civil, organiza simulacros de evacuación, identifica zonas de seguridad en casa, escuela o lugar de trabajo y prepara una mochila de emergencia.

Durante un temblor guarda la calma y ubícate en un lugar seguro, aléjate de objetos que puedan caer; si estás en un automóvil, estaciónate y aléjate de edificios, árboles y postes; y si te ubicas en la costa, aléjate de la playa y refúgiate en zonas altas.

(Jovani Pérez/Infobae)
(Jovani Pérez/Infobae)

Actividad sísmica en México

Esta no es la primera vez que México sufre este tipo de embate de la naturaleza. Su posición geográfica lo coloca en riesgo constante de vivir estos eventos. Así, en 1985 y 2017, hubo movimientos sísmicos que provocaron una enorme destrucción en la nación. Aunque estos dos son los más reconocidos en la actualidad, no son los de mayor magnitud en el territorio.

El 28 de marzo de 1787 aconteció el terremoto más fuerte registrado en el país. Oaxaca, entonces punto central de la colonia española, fue víctima de un movimiento de 8.6. Aquel evento fue tan impetuoso que le siguió un tsunami que alcanzó los 6 kilómetros tierra adentro.

Lejos de considerarlo un hecho aislado, el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) estima la posibilidad de que el país enfrente una situación semejante en el futuro próximo. En los estudios realizados en 2009 para analizar el evento citado, se concluyó que pueden desarrollarse terremotos de una magnitud similar en la zona ubicada entre las costas de México y Centroamérica. Allí, en la llamada Brecha de Guerrero existe gran potencial geológico para provocar catástrofes de tales proporciones.

Sin embargo, no es necesaria una magnitud tan grande para sembrar el caos. Los mexicanos guardan memorias de terremotos menores, ocurridos en 1985 y 2017. En tales ocasiones, toda la capital y estados se paralizaron ante las consecuencias sin parangón de tales movimientos telúricos.

En cuanto al de 1985, ocurrió el 19 de septiembre de ese año a las 7:19 horas locales (13:19 UTC), con epicentro en el estado de Guerrero y una magnitud de 8.2. Desde entonces, se creyó que nada igual se repetiría, pero, casualmente, volvió a suceder exactamente 32 años más tarde.

El de 2017 se dio entre los estados de Puebla y Morelos a las 13:14 hora del centro (18:30 UTC). El saldo de víctimas humanas alcanzó las 369 muertes.

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