Así fue como Genaro García Luna y los Beltrán Leyva le robaron droga al Cártel del Golfo

Sergio Villarreal Barragán contó en el juicio a García Luna que por la protección que les ofrecía el gobierno de Felipe Calderón querían “cobrar” con especie (cocaína)

Compartir
Compartir articulo
En el mes de diciembre han ocurrido varios de los más significativos sucesos en la historia reciente del narcotráfico en México. (Infobae México/Jovani Pérez)
En el mes de diciembre han ocurrido varios de los más significativos sucesos en la historia reciente del narcotráfico en México. (Infobae México/Jovani Pérez)

Era el encargado de la seguridad pública del país, pero decidió alinearse con el Cártel de Sinaloa y con los hermanos Beltrán Leyva, al menos así se reveló en el juicio en su contra en la Corte de Nueva York: Genaro García Luna, el súper policía que quería cobrar su protección a los criminales con cocaína.

En el juicio donde se le declaró culpable -sólo espera su sentencia- los fiscales de Estados Unidos presentaron a un testigo estrella que sabía de las andanzas de García Luna junto a personajes como Arturo Beltrán Leyva, se trataba de Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”.

Con sus casi dos metros de altura, “El Grande” ingresó a la sala donde se desarrollaba el juicio y comenzó a “cantar” los negocios entre el Cártel de Sinaloa y el Gobierno de México, al menos la parte que estaba en sus manos: las policías, estatales y federal, las cárceles y los servicios de inteligencia.

Villarreal Barragán era uno de los hombres más cercanos a Arturo Beltrán Leyva, por eso sabía de primera mano de los negocios de su jefe con García Luna; además -según dijo- él mismo entregó sobornos por cinco millones de dólares a “El Tartamudo”, apodo con el que los capos se burlaban del problema de habla del “súper policía” y mano derecha de Felipe Calderón.

Entre sus declaraciones, “El Grande” soltó dos bombas contra el gobierno de Felipe Calderón: querían cobrar al Cártel de Sinaloa y a los Beltrán Leyva con especie (cocaína); y juntos planearon un decomiso millonario contra el Cártel del Golfo.

La última fiesta navideña de Arturo Beltrán Leyva que interrumpió la Marina.
Foto:
Cuartoscuro
La última fiesta navideña de Arturo Beltrán Leyva que interrumpió la Marina. Foto: Cuartoscuro

García Luna y el Cártel del Golfo

La época de oro del Cártel del Golfo fue durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y parte del de Ernesto Zedillo, hasta que en enero de 1996 capturaron en Monterrey, Nuevo León, a Juan García Ábrego, el heredero de Juan Nepomuceno Guerra y quien dejaría el control a Osiel Cárdenas.

Cuando el Cártel del Golfo perdió poder, de manera coincidente se registró el origen de La Federación, la agrupación criminal que concentraba a los cárteles del Milenio, Sinaloa, Juárez y Beltrán Leyva, quienes tenían a la cabeza a Ismael El Mayo Zambada y al recién fugado (2001) Joaquín El Chapo Guzmán.

Los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón vieron crecer a La Federación de la mano de Genaro García Luna, al grado que -narró “El Grande”- el titular de la SSP participaba junto a criminales en operativos para decomisar drogas y armas a grupos rivales.

En su libro “Las señoras del narco: amar en el infierno”, la periodista anabel Hernández recoge parte de las declaraciones de Villarreal Barragán, es específico una donde habla de “El Borrado”, un lugarteniente de Arturo Beltrán Leyva que entre 2006 y 2007 descubrió un cargamento de dos toneladas de cocaína del Cártel del Golfo.

“El Borrado, cuyo nombre era Alberto Pineda Villa, le informó a García Luna, se enfundó en las ropas de la Agencia Federal de investigación (AFI) y se trasladó con más agentes (verdaderos) a una carretera de Veracruz para interceptar los tráileres donde transportaban la droga.

La AFI hizo su trabajo pero la cocaína no se llevó a una bodega de la Procuraduría General de la República (PGR), tampoco a las instalaciones de la agencia de investigación; según el grande, las dos toneladas se escondieron en una bodega de El Borrado”.

Hasta esa bodega habrían llegado García Luna y Luis Cárdenas Palomino para cobrar el pago acordado: 50 por ciento de mercancía para el narco y 50 por ciento -también de mercancía- para el Gobierno, ese era el trato; pero en esa ocasión los dos policías prefirieron el efectivo, algo así como 16 millones de dólares, lanzó “El Grande” en el estrado de Nueva York.