Los protagonistas presentes y ausentes del juicio por la fortuna de Rodrigo Rato

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Madrid, 17 may (EFE).- El juicio por el origen de la fortuna del exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, que ha concluido este viernes tras cerca de seis meses y 56 sesiones, ha ratificado la condición de estrella mediática del exbanquero, pero ha tenido otros protagonistas, algunos de ellos inesperados.

1.- Rodrigo Rato.- El exvicepresidente del Gobierno ha acudido cada día a la Audiencia Provincial conduciendo su propia moto, y su imagen con el casco en la mano abrió varias veces los informativos de televisión. Siempre tranquilo y tomando notas, sólo una vez estuvo a punto de perder los papeles, cuando tras quejarse de la impunidad y discriminación con la que le ha tratado Anticorrupción la fiscal pidió respeto, a lo que el exbanquero adujo que eso "había que ganárselo". La presidenta de la Sala paró el encontronazo.

2.- La fiscal.- Con sus gafas de colores vivos y su tono de voz metálico, Elena Lorente no se ha perdido tampoco una sola sesión, y ha defendido con vehemencia los argumentos de la Oficina Nacional de Investigación contra el Fraude (ONIF), organismo dependiente de Hacienda. Es la única que ha osado contradecir a la presidenta de la Sala, cuando esta pedía silencio o tiempo para considerar alguna cuestión. No ha podido interrogar a Rato, que se negó a contestar al ministerio público.

3.- La presidenta de la Sala.- La juez Ángela Acevedo ha intervenido lo imprescindible, siempre en tono conciliador, sobre todo para limar asperezas entre las defensas y la Fiscalía, o entre los peritos de las partes, muy pendiente de no agotar a los intervinientes y atenta al menor detalle sobre una transacción o un movimiento de cuentas. El aplauso de todos ha sido unánime.

4. La abogada de Rato.- La letrada María Massó debutó con una intervención de cerca de cuatro horas, al final de la cual no pudo ocultar su agotamiento. Con grandes dosis de autocontrol se ha enfrentado sin alterarse con los peritos de la ONIF y con la fiscal, sin elevar nunca la voz ni darse por aludida ante la evidente condescendencia de algunos de los técnicos de la ONIF.

5.- El jefe de grupo de la ONIF.- Aunque han sido varios los técnicos del organismo que han participado en los careos con los expertos de las defensas, el jefe de Grupo ha llevado en todo momento la voz cantante, en tono algo impaciente ante la, en su opinión, lentitud de las partes para comprender la maraña de sociedades y movimientos de cuentas.

6.- Pilar Trucios.-La exdirectora de Comunicación de Bankia ha sido la única que no ha respaldado la versión de Rato sobre la adjudicación de los contratos de publicidad de Bankia, y descargó sobre él toda la responsabilidad. Su testimonio dejó entrever cierta amargura por el modo en el que abandonó la entidad, después de que, según dijo, la mayor parte de sus funciones pasaran a la secretaria de Rato.

7. La secretaria de Rato.- La declaración de Teresa Arellano fue impactante y consistió en un llanto continuo apenas interrumpido por lamentos sobre las horas que había pasado en prisión o en el calabozo. En poco más de 10 minutos, los que tardó la presidenta de la Sala en enviarla a casa, consiguió explicar que su vida personal y profesional se terminó hace casi diez años, el día de su detención.

8. La señora alemana o austríaca de nombre impronunciable.- Desde el comienzo, la Fiscalía ha atribuido a Rato la titularidad de una sicav -sociedad de inversión de capital variable- en Miami, algo que el exvicepresidente ha rechazado siempre. La mujer, al parecer de edad avanzada, llegó a redactar un documento en el que daba fe de que la sicav era suya, pero no ha sido hasta el informe final que la Fiscalía la ha retirado de las operaciones con las que Rato habría eludido el pago de impuestos al fisco español. La defensa del abogado Domingo Plazas ha defendido siempre que su nombre "se coló" entre los papeles requisados en el bufete de este.

9, 10 y 11. Guillermo de Ockham, Quintiliano y Woody Allen.- No han faltado las citas eruditas en los alegatos de las partes; la más recurrente ha sido la teoría de Guillermo de Ockham, filósofo y fraile franciscano del siglo XIV, de que la explicación más simple suele ser la que más probabilidades tiene de ser cierta, a la que la fiscal aludió en relación con la multitud de cuentas en paraísos fiscales de Rato, que permite deducir que eran para eludir impuestos.

En cuanto a Quintiliano, retórico y pedagogo hispano romano, fue al que acudió la abogada de Rato para cerrar su informe de conclusiones: "Debemos ser modestos y circunspectos en nuestros juicios acerca de tan eminentes hombres, para no caer en el común error de condenar aquello que no entendemos".

Del cineasta estadounidense, un letrado de la defensa trajo a colación una anécdota que en su opinión ejemplificaba muy bien la sensación que queda tras el largo juicio: dos señoras de edad alojadas en un hotel, cuando una de ellas dice "!Vaya, aquí la comida es terrible!", contesta la otra: "!Sí, y además las raciones muy pequeñas!". EFE

eyp/ltm

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