Científicos descubren el mecanismo por el que nuestro cerebro decide qué recuerdos perduran en nuestra memoria

Las ondas agudas del hipocampo etiquetan los eventos para determinar cuáles recordaremos y cuáles descartaremos

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Células nerviosas del cerebro (Shutterstock)
Células nerviosas del cerebro (Shutterstock)

En las últimas décadas, los neurocientíficos han avanzado en la comprensión de cómo el cerebro transforma las experiencias cotidianas en recuerdos permanentes durante el sueño. Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York ha arrojado luz sobre el mecanismo detrás de este proceso de consolidación de la memoria.

El estudio se enfoca en las neuronas del hipocampo, que se activan en grupos durante el sueño, generando lo que se conoce como “ondas agudas”. Estas ondas representan la activación casi simultánea de aproximadamente el 15% de las neuronas en el hipocampo. Investigaciones anteriores habían vinculado estas ondas con la formación de recuerdos durante el sueño, pero este nuevo estudio identifica cómo los eventos diurnos seguidos por un cierto número de ondas agudas se consolidan en recuerdos permanentes.

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Las ondas agudas actúan como un mecanismo de etiquetado natural, determinando qué experiencias se almacenan como recuerdos duraderos. Los eventos seguidos por entre cinco y 20 ondas agudas se repiten con más frecuencia durante el sueño y, por lo tanto, se consolidan en la memoria a largo plazo, mientras que aquellos seguidos por pocas o ninguna onda aguda no forman recuerdos duraderos. El autor principal del estudio, György Buzsáki, destaca la importancia de las ondas agudas como el mecanismo fisiológico que el cerebro utiliza para decidir qué conservar y qué descartar en términos de recuerdos.

El estudio también explora cómo estas ondas agudas se relacionan con los patrones de actividad cerebral durante la vigilia. Los períodos de actividad diurna seguidos de pausas momentáneas son momentos clave para la formación de estas ondas. Durante estas pausas, las células del hipocampo se activan en un orden específico, codificando la información del entorno. Esta actividad se reproduce durante el sueño, fortaleciendo las conexiones neuronales y consolidando los recuerdos.

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El estudio se basó en la observación de ratones en laberintos, donde se registró la actividad neuronal durante las pausas después de la exploración activa y durante el sueño posterior. Se encontró que las ondas agudas se producen típicamente cuando los ratones se detienen para consumir una recompensa, indicando un cambio de actividad exploratoria a inactividad propicio para la formación de recuerdos.

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Utilizando sondas de silicio, el equipo de investigación logró registrar la actividad de hasta 500 neuronas simultáneamente en el hipocampo de los ratones. A pesar de la complejidad de estos datos, el equipo pudo simplificarlos para comprender mejor los mecanismos subyacentes.

De esta manera, este estudio proporciona información valiosa sobre cómo el cerebro etiqueta y consolida los recuerdos durante el sueño. Además, abre nuevas vías de investigación que podrían llevar al desarrollo de terapias para mejorar la memoria o incluso reducir el recuerdo de eventos traumáticos. Aunque aún queda por descubrir por qué evolucionó este sistema, las investigaciones futuras podrían revelar nuevos avances en este campo fascinante de la neurociencia.