Mientras acompañaba a su padre a entregar unos parlantes en casa de sus vecinos, una menor de tan solo 4 años perdió la vida en medio de un accidente que opacó las celebraciones por el Día de la Madre en el sector de Los Guasimales, en Valledupar.
Al verse atraída por una maquina tragamonedas que se tambaleaba tras ser instalada en un terreno inestable, la pequeña se acercó y terminó jalándola hacía adelante, provocando que le cayera encima.
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Así lo habría informado el padre de la menor en declaraciones entregadas a Blu Radio “Fui a llevar unos parlantes donde unos compadres y la niña se fue detrás de mí, cuando llegué a dejar el parlante, sentí que cayó a mis pies la máquina, como que estaba mal acomodada y ella se subió... no sé en realidad, la niña estaba a mis espaldas, así que cuando volteé a ver, ya mi hija esta debajo de la máquina”.
Por desgracia, las lesiones en su cuerpo y, especialmente, cabeza la obligaron a ser atendida de emergencia por personal médico que, pasados uno minutos, declaró su muerte al no encontrar signos vitales.
Sus esfuerzos por reanimarla fueron en vano y a la familia no le quedó de otra que aceptar su perdida, en medio de un caso aterrador que es investigado por las autoridades locales.
En hechos similares un niño murió luego de que un columpio en mal estado lo golpeara en la cabeza
En un trágico incidente en Medellín, la muerte de Juan Manuel Bernal, un joven de apenas 13 años, ha dejado en evidencia la presunta negligencia de las autoridades locales en el mantenimiento de los espacios públicos.
Juan Manuel sufrió un accidente que, fácilmente pudo haberse evitado, en el parque del barrio Belalcázar, ubicado al noroccidente de la ciudad, cuando uno de los juegos, específicamente un columpio, se desprendió del suelo y lo golpeó en la cabeza. Un suceso que provocó cuestionamientos profundos sobre la responsabilidad de la Alcaldía de Medellín frente a la seguridad en las áreas de juego infantiles.
Las circunstancias detrás de este lamentable hecho incluyen reportes previos de deterioro realizados por la comunidad que, al parecer, fueron desatendidos por las autoridades hasta después de ocurrido el accidente.
La comunidad y la junta de acción comunal habían alertado sobre el mal estado de los juegos en múltiples oportunidades, señalando un riesgo inminente para los niños que frecuentaban dicho parque. No obstante, las acciones de mantenimiento solo se llevaron a cabo postmortem, lo que agudizó las críticas hacia la gestión de la Alcaldía en cuanto a la prevención y atención de las infraestructuras públicas destinadas al esparcimiento infantil.
Familiares de Juan Manuel y miembros de la comunidad expresaron su dolor y frustración ante la tragedia. Sebastián Bernal, hermano mayor del fallecido, indicó que a pesar de los reportes y advertencias, no se tomaron las medidas necesarias a tiempo, dejando en evidencia una falta de acción preventiva que podría haber evitado la pérdida de una vida joven.
“Ya la junta de acción comunal lo había comunicado y había pasado por escrito las condiciones en las que estaba el parque, porque estaba muy deteriorado. Es muy difícil asimilar que un niño vaya y se divierta y esté en peligro. Niño es niño y quiere jugar, las autoridades no quieren responsabilizarse de nada”, insistió en diálogo con Blu Radio.
La muerte del pequeño Juan Manuel sacudió a la comunidad de Belalcázar, mientras su memoria se convirtió en un llamado urgente a revisar y mejorar las políticas de mantenimiento y seguridad, para que casos similares no se repitan en la nueva administración.