Adultos mayores no aguantan más los ruidos de bares en sector comercial de Bogotá: tomaron acciones

Desde el despacho de la vocera del Centro Democrático, Diana Diago, se enviaron una serie de reportes y solicitudes a la Secretaría de Ambiente y la Policía Metropolitana para gestionar las actividades comerciales de los bares

Compartir
Compartir articulo
Las fiestas pueden extenderse hasta las horas de la mañana del siguiente día que inician sus actividades comerciales - crédito Johan Largo/Infobae
Las fiestas pueden extenderse hasta las horas de la mañana del siguiente día que inician sus actividades comerciales - crédito Johan Largo/Infobae

La vocera del Centro Democrático en el Concejo de Bogotá, Diana Diago, presentó en la mañana del miércoles 24 de abril una queja formal por la situación que está viviendo varios mayores por el ruido excesivo de bares que se encuentran situados en el sector de Chapinero central.

De acuerdo con la cabildante, la vida nocturna que se vive desde la calle 51 hasta la calle 66, entre carrera séptima y 13, está perturbando la tranquilidad y hasta la salud de los adultos mayores, como es el caso de Irene, una abuela que presenta problemas de salud, entre ellos hipertensión.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.

La información detallada que presentó la concejala señala que la habitación de Irene se encuentra justo detrás de la zona en la que opera un bar, que funciona algunas veces como ‘amanecedero’. Diago argumentó que esa problemática está afectando directamente la salud de la mayora.

“El 9 de marzo, la rumba en el bar comenzó desde las 8:30 p. m. hasta las 9:12 a. m. del día siguiente. Esa noche, Irene tuvo una crisis de hipertensión; los ruidos y vibraciones constantes del bar hicieron que se doblara su presión arterial”, sumó Diago sobre el caso de Irene.

La cabildante agregó que al analizar el contenido visual que compartió la ciudadana en cuestión, se logró percibir con facilidad ruidos como “poom, boom, chas…” Y no como se piensa en el imaginario, de la música a todo volumen”.

Irene, una de las mayores que viven en la zona, expresó su molestia por los saltos volúmenes de ruido que se generan en el sector y que está perjudicando su estado de salud - crédito Sala de prensa de Diana Diago
Irene, una de las mayores que viven en la zona, expresó su molestia por los saltos volúmenes de ruido que se generan en el sector y que está perjudicando su estado de salud - crédito Sala de prensa de Diana Diago

Ante esa problemática, tanto Irene como varios residentes del sector de Chapinero acudieron al despacho de Diago en el Concejo de Bogotá para presentar la queja formal y solicitar intervención por parte de las autoridades competentes, es decir, la Policía Metropolitana y la Secretaría de Ambiente.

“El trabajo que hacemos con la comunidad de Chapinero ha sido persistente. He realizado una estrategia jurídica y legal para que se tomen las medidas necesarias para garantizar la tranquilidad de los residentes del sector; sin embargo, no existe una normativa vigente, ni distrital para proteger a estas comunidades de las vibraciones provenientes de bares y discotecas,” mencionó la concejal Diago.

Además, la cabildante agregó que esa problemática no afecta solo a los adultos mayores. La propietaria de un hotel ubicado justo al lado de la casa de Irene, también se ve perjudicada por el exceso de ruido.

Sobre el testimonio de la dueña del hotel, Diago compartió que: “Muchos de mis clientes se quejan del ruido y las vibraciones. Eso me está afectando la imagen del hotel, pues en las reseñas de internet y en el buzón de sugerencias han comentado con frecuencia que el ruido y las vibraciones no los dejan descansar”.

Qué está haciendo Diago sobre esa problemática

La concejala hizo un llamado de atención al alcalde, Carlos Fernando Galán, por la problemática que viven los residentes del sector. Diago le solicitó que se regulen las actividades comerciales que están generando afectaciones en la comunidad vecina.

“No es posible que propietarios de casas y apartamentos que viven hace más de 40 años en la zona, no puedan descansar y su salud esté en riesgo. Hay que ponerle un tatequieto a esos comerciantes que no cumplen las normas”.

Desde su despacho, Diago envió solicitudes a la Secretaría de Ambiente y la Mebog para gestionar soluciones. Sin embargo, los propietarios de los bares de la zona de Chapinero especifica que cumplen con la normativa vigente para ejercer sus actividades comerciales, incluso cuando la comunidad ha denunciado que a altas horas de la madrugada siguen en funcionamiento.