Procuraduría alerta por deforestación en la Amazonía colombiana

Margarita Cabello Blanco, procuradora general, señaló que la situación de deforestación se agrava debido a la presencia de grupos armados que manipulan a los habitantes locales, el pago por la explotación forestal y la entrada de ganado.

“El costo de la paz total no puede ser la pérdida de nuestros bosques y de la soberanía sobre ellos, la paz total también debe hacerse con la naturaleza y sus defensores y defensoras”, explicó la jefa del Ministerio Público.

Así mismo, advirtió que la deforestación masiva podría tener repercusiones en el suministro de agua en Colombia, ya que numerosos ríos que se originan en el Amazonas son vitales para las regiones andinas y otras áreas del país.

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“El agua está escaseando y las entidades no están coordinándose en la protección de la Amazonía, en la atención de un fenómeno del Niño especialmente riguroso debido a la variabilidad climática, lo que compromete derechos humanos de las personas.”, afirmó Cabello.

La procuradora destacó que los impactos de la deforestación en la Amazonía ya se están sintiendo en Bogotá, donde el alcalde Carlos Fernando Galán implementó medidas de racionamiento de agua debido a la situación de los embalses que abastecen a la ciudad.

Cabello señaló que en Bogotá se están experimentando estas consecuencias porque el sistema de Chingaza, que proporciona al menos el 70% del agua potable a la capital, se nutre de aguas provenientes de la cuenca del río Amazonas.

“Ya lo estamos viendo en Bogotá, donde alrededor del 75% de la provisión de agua de la ciudad depende del páramo de Chingaza, pero este se nutre en gran parte del agua que proviene de los ríos voladores que fluyen desde el Amazonas hasta los Andes», agregó la funcionaria.

De igual forma, según la procuradora, la ganadería extensiva es el principal uso de las tierras deforestadas, con aproximadamente 1.200.000 cabezas de ganado ingresando a ocho municipios circundantes a los parques del área de Manejo Especial de la Macarena, la Reserva Nukak y el Parque Nacional Natural Chiribiquete.

Además, se están destruyendo los bosques para la construcción de vías ilegales que facilitan diversas actividades delictivas, como el transporte clandestino de madera, la presencia de grupos armados ilegales y el tráfico de estupefacientes. También se utilizan para la colonización de territorios deforestados, especialmente en los Parques Nacionales Naturales en la Amazonía.

En la región, ya se han identificado 88 vías ilegales que suman cerca de 1260 kilómetros, según los datos proporcionados por el Ministerio Público.

Finalmente, ante este escenario, la procuradora instó al Gobierno Nacional a tomar las medidas pertinentes para proteger los bosques amazónicos y frenar el aumento de la deforestación, con el fin de mitigar la amenaza de escasez de agua y evitar posibles apagones.

Según la ministra de Ambiente Susana Muhamad, Colombia había logrado avances reduciendo drásticamente la deforestación en 2023 pero el flagelo ha vuelto a crecer, según el reporte de Alertas Tempranas de Deforestación para el primer trimestre de este año.

Para el primer trimestre de este año el aumento en alertas tempranas de deforestación fue del 40%. “Podemos estar en un pico histórico” , aseguró Muhamad.

Según la jefe de cartera, esta situación responde a dos factores principales: en primer lugar, la temporada seca exacerbada por un intenso fenómeno de El Niño, que ha facilitado la deforestación mediante la tala y quema de bosques; y en segundo lugar, las acciones del Estado Mayor Central (EMC) y las mayores disidencias de las antiguas FARC, quienes obstaculizan la implementación de programas de restauración y conservación. En cambio, promueven la tala de bosques como una táctica de presión en las negociaciones actuales sobre los acuerdos de paz total.