La temporada 2023 del fútbol colombiano ha sido marcada por hechos bochornosos tanto en la Dimayor como en algunos de sus 36 equipos, sea por temas administrativos o económicos, resultados adversos o casos de violencia por parte de un grupo de aficionados, como pasó en la noche del 26 de octubre en Cartagena.
Lo que era un partido importante para el Real Cartagena y Fortaleza Ceif, por la tercera jornada de los cuadrangulares semifinales del Torneo Betplay, no llegó ni siquiera al final del primer tiempo porque un grupo de personas invadió la cancha del estadio Jaime Morón.
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Ante la situación, el juez central suspendió el compromiso, debió esperar un buen tiempo para su reanudación y se espera la respectiva sanción para el club como el escenario deportivo, ya que es un hecho que ocurrió en otros compromisos de la temporada.
La violencia se tomó la cancha
El encuentro en el estadio Jaime Morón era clave para el Real Cartagena, que estaba obligado a conseguir el triunfo ante Fortaleza para subirse al primer puesto del grupo A, aspirar a la final del semestre y pelear por uno de los ascensos a la máxima categoría del fútbol colombiano.
Sin embargo, las cosas salieron muy mal porque el conjunto cundinamarqués lo estaba ganando antes de la media hora de compromiso con las anotaciones de José Ampudia y Sebastián Navarro, algo que enojó a los hinchas del cuadro Heroico en las tribunas.
Fue en ese momento que un grupo de personas que se ubicaban en la tribuna sur, saltaron el anillo de seguridad, entraron a la cancha y corrieron a los futbolistas de Real Cartagena y Fortaleza, algunos de ellos ni siquiera alcanzaron a entrar al túnel y les tocó lidiar con los comentarios soeces, improperios y críticas de los responsables.
El juez del partido suspendió el compromiso a los 35 minutos, mientras las autoridades controlaban la situación en el campo de juego, y en los próximos días se definirá la sanción para el cuadro de Bolívar por lo ocurrido con sus hinchas.
¿Otro fracaso en la B?
La protesta de los aficionados del Real Cartagena, antes de la invasión a la cancha el 26 de octubre, se debía a que el equipo se encuentra al borde de completar 11 años consecutivos en la segunda división, sin posibilidades de volver a la Primera A y ningún proyecto serio en el horizonte.
El conjunto Heroico, que fue subcampeón de la Liga en el Finalización 2005, disputó por última vez la máxima categoría en el 2012, cuando ni siquiera tuvo opciones de pelear la promoción y quedó último en la tabla del descenso con 117 puntos, por debajo del Cúcuta Deportivo que sumó 124.
Desde entonces, han sido más las eliminaciones tempranas y fracasos en fases finales que alegrías en el Real Cartagena, además que vio a otros conjuntos de menor historia alcanzar la “A” como Tigres, Fortaleza, Leones y Jaguares, así como conjuntos del nivel de Atlético Huila, Quindío, América, Boyacá Chicó y Cortuluá.
Violencia en el fútbol colombiano
Lo que pasó en Cartagena se asemeja a otros hechos de violencia que empañaron al fútbol colombiano en 2023, empezando por lo ocurrido en abril con los disturbios de aficionados del Atlético Nacional en un compromiso ante América en Medellín.
Sumado a eso, unos hinchas del Once Caldas invadieron la cancha en Manizales, donde el equipo se encontró con el Atlético Bucaramanga y los involucrados protestaron por los malos resultados del cuadro blanco.