A killer, el perro antinarcóticos del Ejército, le asignaron escolta las 24 horas por amenazas de muerte

Gracias a este labrador retriever, conocido por la criminalidad como “el amarillo”, las Fuerzas Militares han incautado más de 1,5 millones de dosis de marihuana

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Killer, el perro amenazado por el narcotráfico, nació en el 2016 y gracias a él se han incautado 1,5 millones de dosis de marihuana. (Ejército Nacional)
Killer, el perro amenazado por el narcotráfico, nació en el 2016 y gracias a él se han incautado 1,5 millones de dosis de marihuana. (Ejército Nacional)

A Killer, un labrador retriever que tiene en jaque a los narcotraficantes que se mueven por el departamento del Tolima, el Ejército Nacional tuvo que asignarle una escolta las 24 horas del día, pues ha sido blanco de varias amenazas en contra de su vida.

Con uno de los mejores olfatos de las filas, Killer se ha convertido en una pieza fundamental en el desarrollo de operaciones en contra del narcotráfico en el territorio tolimense y un dolor de cabeza para los delincuentes, quienes se refieren al canino como “el amarillo”, de quien han dicho: “No le hemos podido hacer la vuelta”.

Por su habilidad y registro de operaciones exitosas es que a este perro antinarcóticos le temen las estructuras criminales, pues sus compañeros de trabajo dicen que su nariz no les deja pasar nada por uno de los corredores de droga que conecta el centro con el occidente del país.

“No se arriesgue a meterse por ahí que usted sabe que está el perrito, ese amarillo. No se le vayan a meter porque usted sabe que ese amarillo coge todo ahí, y no hemos podido hacerle la vuelta, no hemos podido con el amarillo ese hacerle la vuelta”, se puede escuchar de uno de los audios interceptados por parte de la Fuerza Pública de las estructuras criminales.

“En estos momentos, Killer se encuentra bajo el mando del Batallón de Infantería Número 18, coronel Jaime Rooke, en la Base Militar de Cajamarca y ha sobrevivido a todo tipo de amenazas. Tanto así, que hoy es custodiado las 24 horas del día en medio de sus labores de registro y control, e incluso cuando está descansando”, notificó el viernes 23 de junio la Quinta Brigada del Ejército Nacional.

Killer es un labrador retriever que nació el 23 de abril del 2016, y apenas pudo comenzó su formación en el Centro de Entrenamiento de Caninos, adscrita a la Sexta Brigada del Ejército Nacional.

En efecto, con sus siete años de vida canina, este retriever ha dado importantes resultados operacionales y tan solo entre el 2021 y lo que va corrido del 2023, gracias a su eficaz sentido del olfato las tropas han incautado más de 1,5 millones de dosis de marihuana. Esto, palabras más palabras menos, se ha traducido en contundentes golpes en contra de las economías ilícitas de diferentes grupos delincuenciales dedicados al tráfico y venta de estupefacientes.

Aunque Killer está amenazado, su labor no ha parado y el canino miembro del Ejército Nacional ha continuado contribuyendo a la seguridad de los tolimenses, atacando el microtráfico, trabajando día y noche en el corredor vial estratégico de la cordillera Central, uno de los corredores por donde más se tratan de transportar las sustancias alucinógenas procedentes principalmente del Valle del Cauca.

Amenazas contra Sombra

Lamentablemente Killer, en la que es una clara demostración de nuestra idiosincrasia violenta, no es el primer perro que hace parte de las Fuerzas Militares colombianas que recibe amenazas de muerte por su trabajo y capacidad de desarticulación de Grupos Armados Organizados.

En julio del 2018 fue noticia la amenaza de muerte en contra de un perro experto en detección de drogas de la policía antinarcóticos de Colombia que trabajaba en el aeropuerto internacional El Dorado.

Se trató de Sombra, un perro que, a esa fecha, había realizado más de 300 operaciones y había llevado a cabo 246 capturas en la lucha contra el narcotráfico en el país. Las amenazas en contra de este pastor alemán las hizo el Clan del Golfo, grupo armado organizado al margen de la ley que hace media década ofreció una suma cercana a los 70.000 dólares por su cabeza, de acuerdo con información obtenida por labores de inteligencia del Ejército.

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