Por qué en EEUU se sienten tan bien con una economía mediocre

Por Noah Smith

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(istock)
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Parece que está sucediendo algo raro en la economía de Estados Unidos. En las encuestas, los empresarios y los consumidores aseguran que el futuro será brillante. Pero la actividad económica no ha sido muy boyante.

Andrew Ross Sorkin, del New York Times, habló al respecto en un artículo sobre fusiones y compras. Una serie de encuestas apuntan a que los altos ejecutivos son muy optimistas. Por ejemplo, un estudio del The Wall Street Journal/Vistage Small Business señala que los altos directivos tienen más confianza tras las elecciones de 2016, mientras que las investigaciones del Business Roundtable's CEO Economic Outlook Survey remarcan que hay un nivel de confianza medio.

Pero, tal y como explica Sorkin, la actividad sobre fusiones y compras de corporaciones está en su nivel más bajo desde 2013, y ha caído un cuarenta por ciento en dos años. Las compras de acciones también han disminuido. Estos "duros" números indican que lo que dicen los altos ejecutivos en el papel no se refleja en la confianza que desprenden sus decisiones para el futuro de sus negocios. El uso de la capacidad de acción, que cayó ligeramente en mayo, es otro indicador de que el verdadero sentimiento empresarial está bastante lejos de los datos estadísticos.

Otro ejemplo es el consumo. Las Encuestas de Consumidores de la Universidad de Michigan muestran los niveles de confianza más altos desde antes de la crisis.

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Pero, otra vez, estos números cuentan una historia bien diferente. Las ventas al por menor han caído en mayo y han sido bastante malas durante todo lo que llevamos de año.

Las ventas de automóviles también han disminuido. Como los autos son caros, y eso requiere una compra a largo plazo, los consumidores, a menudo, señalan la falta de optimismo económico para demorar adquirir un nuevo vehículo. Así que continúan manejando el antiguo modelo durante un poco más de tiempo. Este es otro punto que desmiente los aparentes buenos datos de confianza del consumidor. Las casas que aún están pendientes de venta también proporcionan otro punto de debilidad en la economía.

El empleo tampoco es particularmente fuerte. Las nóminas no agrícolas se incrementaron únicamente en 138.000 en mayo, por debajo de las 185.000 que se habían pronosticado.

¿Por qué hay tanta diferencia entre las cifras "suaves" de confianza de las encuestas y los números "duros" de la economía real? Una posibilidad es que estemos ante un punto momentáneo de debilidad económica, y los números que miden el optimismo apuntan a mejores días en un futuro. Pese a eso, los números de la encuesta han sido de color de rosa durante un semestre, así que los buenos tiempos deberían haber comenzado ya a florecer.

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También es posible que los números más "duros" estén llenos de errores. Eso siempre es un peligro cuando se hacen análisis estadísticos de la economía del último minuto. Por ejemplo, la capacidad empresarial aumentó sustancialmente en abril, por lo que la ligera caída en mayo podría deberse a la corrección de una medida errónea del mes anterior.

Otra posibilidad es que nadie sabe exactamente en qué números económicos hay que confiar en un momento dado. El índice de indicadores económicos de la Conference Board subió ligeramente. Pero Morgan Stanley asegura que hay una "brecha récord" entre los números "suaves" y los "duros", por lo que el fenómeno parece real.

También es posible, y personalmente la considero muy probable, que las encuestas de confianza de los consumidores y las empresas tienen errores sistemáticos que los hacen poco fiables en ciertos climas económicos y políticos, pero no en otros.

Las encuestas tienen algún poder predictivo, pero solo un poco. Se cree que el índice de sentimiento del consumidor refleja entre el 13 y el 26 por ciento de la producción económica. Del mismo modo, las encuestas financieras tienen poca capacidad de predecir el mercado de valores.

(AFP)
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Con todo el conjunto de errores y dudas, hay suficiente espacio para que surjan equivocaciones sistemáticas. Las encuestas pueden ser muy predictivas en ciertas condiciones, pero terribles en otras. Si es así, Estados Unidos podría estar en medio de uno de estos últimos períodos.

Una gran error sistemático es el partidismo. Es sabido que el partido del presidente tiene un efecto en las opiniones de la gente en relación a la economía. Antes de las elecciones de noviembre, los demócratas tenían una visión mucho más favorable de la economía que los republicanos. Después de que Trump ganase, esa brecha rápidamente cambió. Los republicanos ahora afirman que tienen mucha confianza en la economía, mientras que los demócratas dicen sentirse pesimistas.

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Si los directivos son más propensos a ser republicanos, entonces el partidismo podría explicar los extraños altos números de confianza de los altos ejecutivos. La diferencia en las Encuestas de Consumidores es más difícil de evaluar, pero la carga emocional de las elecciones parece que ha tenido mucho que ver en la respuesta de los estudios.

Así que es posible que los números de la encuesta estén registrando la euforia de los partidarios de Trump en lugar de que hubiese un pronóstico real en tiempos difíciles. Las encuestas de sentimiento no son inútiles, pero probablemente merecen menos atención que los datos más "duros" de la economía.