Señales noticiosas de cable en EEUU: las beneficiarias más inesperadas de la victoria de Donald Trump

La campaña electoral que coronó a Donald Trump como el 45º mandatario del influyente país del norte probablemente será recordada como la contienda electoral que llegó para cambiar con todo lo establecido y de alguna manera patear el tablero en lo que respecta a lo que puede resultar "aceptable", tanto por parte de los candidatos como de los medios de comunicación, además de consagrar a las redes sociales como el escenario indiscutido para llevar adelante las riñas entre candidatos.

Es que la disputada contienda que tuvo lugar en 2016 no se pareció a ninguna otra que haya ocurrido en el pasado, en gran parte debido a la llegada de un verdadero "disruptor" proveniente del mundo de los negocios y el entretenimiento, decidido a posicionarse como un outsider ajeno al vapuleado mundillo de la política, algo que eventualmente terminó siendo el as bajo la manga que le permitió ganar la batalla contra una candidata que parecía imposible vencer.

Más allá de la polémica en curso por las órdenes ejecutivas tomadas por el presidente Trump, es difícil poner en duda el hecho de que el republicano ha venido cumpliendo, en los pocos días que lleva en el Salón Oval, con gran parte de las promesas de campaña que realizó durante el transcurso del año pasado, afirmaciones que tanta cobertura le aseguraron en su momento por parte de medios tanto opositores como a favor de su propuesta de país.

Cadenas noticiosas de cable de la talla de CNN, propiedad de Time Warner, la señal MSNBC, parte del gigante de los medios NBCUniversal, adquirido por Comcast, y la más conservadora Fox News, de 21st Century Fox y creada por el legendario magnate de los medios australiano-norteamericano Rupert Murdoch, han sido los ganadores más inesperados tras la irrupción de Donald Trump en la política.

Es que antes del inicio de la campaña electoral en los Estados Unidos, los niveles de audiencia de las señales de cable enfocadas en sucesos noticiosos y de transmisión 24 horas 7 días a la semana venían reportando registros numéricos cuando menos poco alentadores, en parte debido al desinterés de una audiencia orientada a consumir su "cuota informativa" a través de medios online y redes sociales.

El 16 de junio de 2015, momento en el cual el hoy presidente Trump anunció su candidatura por el Partido Republicano al descender de las escaleras mecánicas de la torre que lleva su apellido en la Quinta Avenida, marcó el inicio de una cobertura mediática que llevaría al repunte de los niveles de ratings a nivel nacional, alimentados en parte por esta relación amor-odio del entonces aspirante a la Casa Blanca con la prensa, situación que se profundizó todavía más luego de su asunción.

Fue este vínculo conflictivo el que generó que CNN, Fox News y MSNBC, las tres grandes cadenas noticiosas de cable en los Estados Unidos, aumentaran, en conjunto, un 40% sus ingresos publicitarios en 2016, según un informe compartido recientemente por Standard Media Index (SMI), firma líder en mediciones de la industria.

Ese porcentaje representa un incremento por la nada despreciable suma de 394 millones de dólares con respecto a 2015, además de reportar un aumento en los niveles de audiencia, con un promedio de 4,91 millones de teleespectadores que sintonizaban a diario las señales en cuestión durante la campaña.

Según un reporte de la prestigiosa encuestadora Pew Research, esa cifra representa un incremento del 15% con respecto a la última campaña electoral, que tuvo lugar en 2008, cuando un promedio de 4,26 millones de personas sintonizaban las noticias de cable durante el prime-time.

Fueron los acalorados debates llevados adelante durante las primarias republicanas los eventos que mayores niveles de audiencia registraron en primera instancia, pero los cruces protagonizados por la demócrata Hillary Clinton y el magnate de los bienes raíces devenido en candidato por el Partido Republicano, sumados a los actos de campaña y a la esperada gran noche donde se compartieron los resultados, fueron los que eventualmente terminaron ayudando a capturar niveles de audiencia aún mayores.

Expertos de la industria aseguran que fue la enorme grieta generada a nivel nacional, un fenómeno común en otras latitudes pero al cual el país del norte no solía ser sometido, lo que alimentó el crecimiento en inversión publicitaria, generado a la vez por el aumento exponencial de los ratings.

El caso particular de la cadena Fox News, líder histórico en niveles de audiencia, con una clara tendencia ideológica hacia centro-derecha, vio sus ingresos publicitarios disparados en un 26%, que totalizaron 626 millones de dólares en 2016.

Pero las buenas noticias para la señal noticiosa conservadora no terminaron allí, ya que se consagró como la señal de cable más vista dentro de toda la extensa programación disponible en los Estados Unidos, superando incluso al otrora imbatible ESPN y a sus contenidos deportivos 24 horas, con un crecimiento del 36% en audiencia y un promedio de 2,48 millones de espectadores por día.

CNN, por su parte, decidió apostar de lleno por la campaña Clinton, lo que también le rindió sus frutos, dado que aumentó sus ingresos un 58% para alcanzar los 536 millones de dólares en dinero proveniente de la venta de espacios publicitarios, lo que representa un incremento de 196 millones con respecto al ciclo anterior.

La señal propiedad de Time Warner, compañía que se enfrentará a una dura batalla en 2017 para que la Administración Trump apruebe la eventual fusión con el gigante de telecomunicaciones AT&T, se ubicó en la décima posición en el ranking de los canales de cable más vistos en 2016, con 1,3 millones de espectadores diarios promedio, un incremento significativo del 77% con respecto a 2015.

MSNBC también vio sus resultados crecer considerablemente con un aumento de ingresos por publicidad del 48%, o 71 millones de dólares, para alcanzar los 219 millones de dólares en 2016, ubicándose en el puesto 12 de las señales más vistas, lo que representa un impresionante crecimiento del 87% con respecto a 2015.

Analistas esperan que para 2017 tanto los ingresos por publicidad como los niveles de audiencia continúen creciendo para las tres señales noticiosas más influyentes de los EEUU, en un contexto de mayor escrutinio sobre la Administración Trump generado por lo frontal de su accionar al mando del país del norte.

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