A poco más de tres semanas de la tragedia que marcó el deporte mundial y que acabó con la vida de 71 personas, la mayoría jugadores y dirigentes del club Chapecoense de Brasil, el Estado boliviano presentó un informe sobre lo sucedido.
Entre las seis conclusiones expuestas por el ministro de Obras Públicas Milton Claros, se destaca la primera. En ella, se responsabiliza principalmente a la aerolínea LAMIA y al piloto Miguel Quiroga, quien falleció en el incidente.
En segundo lugar, el funcionario reconoció que el Estado no cumplió como debía con la regulación sobre la compañía y admitió que existieron "algunas omisiones o contravenciones". Sin embargo, dejó en claro que ya se asumieron las acciones pertinentes contra los responsables del hecho.
Por otra parte, Claros comunicó que el Estado también inició las acciones legales contra la empresa LAMIA y los funcionarios que tienen que ver con la certificación y la autorización de los planes de vuelo de la aerolínea.
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Como cuarta conclusión, el ministro confirmó que redoblarán la vigilancia sobre todas las operaciones aéreas, para prevenir una tragedia similar. Además, se implementará el Sistema General Aeronáutico en la Dirección General de Aeronáutica Civil.
Por último, Claros remarcó que a pesar del accidente, Bolivia no corre riesgo de desertificación en el marco aeronáutico.