Fanáticos de Peñarol provocaron graves incidentes en la previa del clásico de Uruguay. En el Estadio Centenario de Montevideo se vivieron enfrentamientos entre los hinchas y la policía.
Una de las acciones más lamentables ocurrió cuando un fanático arrojó una garrafa desde lo alto de la tribuna Ámsterdam hacia un grupo de policías que se encontraba varios metros más abajo.
Unos minutos después de esa insólita imagen, apareció en las redes sociales un video que capturó el instante en que el pesado proyectil impactó contra un perro que acompañaba a los agentes y a uno de los uniformados.
Ese episodio se sumó a los saqueos a vendedores y actos violentos en las zonas aledañas al club aurinegro. Finalmente el director nacional de la Policía, Mario Layera, aseguró que no estaban dadas las garantías para que se llevara a cabo el partido.
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Más de mil policías fueron superados y no pudieron controlar los desmanes de los aficionados de Peñarol, aunque unos cien quedaron detenidos.
El presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, manifestó su pesar por la situación y señaló que propondrán jugar el partido a puertas cerradas. "Muy triste, estamos matando el fútbol. (…) Hoy mis hijos no vinieron al clásico", se lamentó el dirigente.