Las diferencias entre la gimnasia artística femenina de Berlín 1936 y la de Río 2016

Saltos más arriesgados, más velocidad en las rutinas y gran peligro en las pruebas son algunos de los cambios más notorios

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La evolución es parte del cualquier deporte. A medida que los años transcurren, los atletas logran superar los récords establecidos años anteriores y así sucesivamente.

Sin embargo, los drásticos cambios que ha sufrido la gimnasia artística son difíciles de encontrar en otras disciplinas.

Así era la gimnasia artística en Berlín 1936

Durante los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, las mujeres que participaban en las pruebas lo hacían con rutinas lentas, que hoy se ven muy poco arriesgadas. Si bien contaban con todos los aparatos (suelo, barras asimétricas, barra de equilibrio y salto de potro), la dificultad era mínima, aunque no dejaba de ser sorprendente para la época.

Con el paso del tiempo, las gimnastas se han animado a ir por más, y el espectáculo que brindan hoy es parte fundamental de los Juegos Olímpicos.

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En cada salto, las deportistas ponen en riesgo su propio físico y desafían la gravedad con cada giro acrobático que realizan en el aire antes de aterrizar en la colchoneta.

Teniendo en cuenta la evolución desde Berlín 1936 hasta los Juegos de Río, es difícil imaginar cómo seguirá mutando la gimnasia artística, deporte que forma parte de la cita olímpica desde Atenas 1896.

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