El régimen de Nicolás Maduro censura a la prensa: prohibió divulgar videos de linchamientos en todos los medios

La prensa venezolana sufre el acoso del chavismo

El Tribunal Supremo de Justicia venezolano (TSJ) prohibió este miércoles a los medios de comunicación divulgar videos de linchamientos, una práctica que según las autoridades ha proliferado en los últimos meses.

La Sala Constitucional del TSJ ordenó la prohibición de esas imágenes a los medios digitales locales La Patilla y Caraota Digital, al declarar procedente una medida cautelar, que "se extiende a todos los medios de comunicación", informó la instancia en un comunicado.

La medida precisa que los medios no podrán difundir videos de linchamientos ni en las páginas de internet ni en sus cuentas en redes sociales, según la resolución.

"La transmisión reiterada de los videos de linchamientos podrían exaltar estos hechos contrarios a la esencia misma de la convivencia social, (…) fomentando la anomia, el irrespeto a las leyes y a los derechos humanos en el sentido de concebir como lícita la justicia por propias manos por parte de la ciudadanía", subrayó.

"Es una nueva restricción de la libertad de expresión", criticó Carlos Correa, director ejecutivo de Espacio Público, una asociación que promueve y defiende los derechos humanos. Para Correa, la decisión del Tribunal "no está bien fundamentada para justificar una prohibición tan genérica", según explicó en una entrevista con El Nacional.

A principios de mayo, la fiscal general Luisa Ortega informó que su despacho investiga 74 expedientes por 37 personas asesinadas y otras tantas lesionadas.

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Este año, la prensa venezolana ha reportado linchamientos y golpizas contra supuestos criminales en 20 de los 24 estados del país.

Aunque el Poder Judicial admite que "los comunicadores sociales tienen el derecho de expresar periodísticamente un hecho noticioso y los usuarios y usuarias tienen el derecho de recibir una información adecuada", advierte que "estos derechos no deben crear zozobra e incertidumbre en la población".

Para el TSJ, "no es plausible que se socaven las bases de la convivencia social, que se fomenten acciones contrarias al orden público y denigrantes a la condición humana, lesionando implícitamente otros derechos constitucionales".

La Fiscalía venezolana registró 4.696 asesinatos en el primer trimestre de 2016, por encima del promedio del año pasado, cuando hubo 17.778 homicidios, que equivale a 58,1 víctimas por cada 100.000 habitantes.

Sin embargo, el independiente Observatorio Venezolano de la Violencia sostiene que la tasa asciende a 90 asesinatos mensuales por cada 100.000 personas, lo que convierte al país en uno de los más violentos del mundo sin conflicto armado, frente a un promedio global inferior a nueve.

En una entrevista con Infobae publicada el pasado sábado 4 de junio, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Claudio Paolillo, enfatizó que las prácticas persecutorias contra los medios de comunicación no son algo nuevo en el país petrolero.

"Desde hace muchos años, desde que entró el chavismo al Gobierno, la prensa ha sido creciente y progresivamente hostigada de la más diversa manera. Pero siempre en la misma línea: tratar de acallar la voz del que piensa distinto o el que informa sobre cuestiones que no le gustan al Gobierno", comenzó su análisis de lo sucedido en esa nación.

Y continuó: "Es una línea política que en el pasado de la región la aplicaban las dictaduras militares. Ellos intervenían los medios porque los dictadores no querían que se informe sobre lo que se iba a hacer. Esa misma táctica ha sido utilizada en Venezuela de manera permanente. Hemos tenido cierre de medios, como, por ejemplo, Radio Caracas de Televisión. Éstas son cosas propias de una dictadura".

Para ejemplificar la grave situación que se vive en Venezuela respecto de la libertad de prensa, Paolillo contó el caso de Miguel Henrique Otero, director del periódico El Nacional.

"Está de nómade por el mundo, y no puede volver a su país porque tiene una orden de captura. Es una de las víctimas de la política del Gobierno de retacearle dólares a los medios contrarios al chavismo para que no puedan comprar papel. O los diarios cierran, como cerró El Carabobeño, o salen con muy pocas páginas. El Nacional era un diario con una cantidad de páginas importante. Está saliendo con un pliego de 16 páginas, porque no tiene papel".

Nada parece cambiar en el corto plazo en Venezuela. Además de los problemas de escasez de alimentos, de la grave crisis sanitaria y de la inseguridad, los venezolanos también sufren el acoso a los medios de comunicación. El régimen intenta -por todos los medios a su alcance- que la gente no acceda a la información.