Sídney (Australia), 16 may (EFE).- Una delegación de legisladores australianos, tanto del partido gobernante como de la oposición, viajará a Taipéi para la investidura el próximo lunes del presidente electo y actual vicepresidente de Taiwán, William Lai (Lai Ching-te), lo que ha causado malestar a China.
Los cuatro legisladores- entre ellos el presidente del comité de Asuntos Exteriores, Defensa y Comercio de la Cámara Alta, el laborista Raff Ciccone, y la senadora de la coalición opositora Claire Chandler- partirán el sábado para este evento que ha generado malestar en China, confirmaron este jueves fuentes oficiales.
"La visita a Taiwán de los parlamentarios australianos y su asistencia a la 'toma de posesión del presidente electo' violan el principio de una sola China, envalentonan descaradamente y apoyan las actividades separatistas de la 'independencia de Taiwán'", dijo un portavoz de la Embajada de China en Australia en un comunicado publicado la víspera en el portal diplomático.
El portavoz chino también instó a Camberra a respetar "su compromiso con el principio de una sola China" y salvaguarde "el desarrollo positivo de las relaciones China-Australia, que tanto ha costado conseguir, y evite interferencias innecesarias o daños a la relación entre ambos países".
La advertencia de Pekín se da en momentos en que Australia y China han dado pasos significativos desde 2022 para normalizar sus relaciones diplomáticas y bilaterales tras años de tensiones, los cuales han sido salpicados por un incidente este mes entre un caza chino y un helicóptero militar australiano en el mar Amarillo.
"Estas visitas son coherentes con la política australiana de 'una sola China' y con las prácticas anteriores. Los parlamentarios que viajan a Taiwán lo hacen a título personal", precisó a EFE una portavoz del Ministerio australiano.
Taiwán, adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil (1927-1949), se ha gobernado de manera autónoma desde el fin de la contienda, aunque China considera la isla como parte de su territorio y no ha descartado el uso de la fuerza para su "reunificación".
Australia se atiene al principio de "una sola China", impuesto por Pekín como requisito para establecer lazos con cualquier nación, lo que motivó a Camberra a romper en 1972 sus relaciones diplomáticas formales con Taipéi. EFE
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