El Gobierno de Irán ha convocado este miércoles al encargado de negocios de la Embajada de Australia en Teherán en protesta por la imposición de sanciones contra tres entidades y cinco altos cargos iraníes por supuestas actividades "desestabilizadoras" en Oriente Próximo. El departamento de Asia y Pacífico del Ministerio de Exteriores ha informado sobre "la actuación irresponsable de Australia al aplicar estas sanciones ilegales e injustificadas" y ha destacado que "se reservan el derecho a tomar represalias", reza un comunicado de la cartera diplomática iraní publicado en su página web. Asimismo, ha indicado que el encargado de negocios de la legación diplomática australiana ha asegurado en la reunión que transmitirá la posición de Irán a Canberra "lo antes posible". La ministra de Exteriores australiana, Penny Wong, anunció en la víspera la imposición de sanciones contra varios altos cargos entre los que se incluye al ministro de Defensa, Mohamad Reza Ashtiani, y al jefe de las fuerzas especiales Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, Esmail Qaani, así como hombres de negocio y empresas que "han contribuido al desarrollo de los programas de misiles y drones" iraníes. "La propagación de estas tecnologías y su transferencia a los grupos respaldados por Irán han propiciado la desestabilización de la región", declaró antes de agregar que Canberra "seguirá presionando de forma deliberada y estratégica a Irán para lograr el cese de sus actividades desestabilizadoras y lograr que se adhiera al Derecho Internacional". Tras ello, el Gobierno de Irán condenó las sanciones y subrayó que "la principal causa de tensión e inseguridad en la región es la ocupación y el enfoque criminal del régimen sionista al matar al pueblo palestino, junto con el apoyo de la malvada coalición, incluida Australia, a este régimen". Además, Teherán denunció "el doble rasero de Australia y sus socios hacia los acontecimientos en la región", citando "el silencio" frente a las "violaciones del Derecho Internacional por parte del régimen sionista" al atacar el Consulado iraní en Siria y su postura "sobre la acción legítima de Irán contra el régimen en cuestión, en el marco del derecho inherente a la legítima defensa recogido en la Carta de Naciones Unidas". En este sentido, señaló que este posicionamiento "de adherirse selectivamente a las normas internacionales no solo no logra reducir la inestabilidad en la región, sino que (...) alienta a Israel a violar las normas internacionales y cometer más crímenes de guerra, llevando así a la región hacia la inestabilidad".