La Baronesa Thyssen, de qué veremos en su docuserie a cómo es su relación actual con su hijo Borja y Blanca Cuesta

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"Es el momento de contar mi vida". Así anunciaba la baronesa Thyssen el pasado febrero su nuevo e ilusionante proyecto: su propia serie documental en Netflix, en la que narrará en primera persona su pasado, su presente y su historia, y desvelará los principales episodios que han marcado los 81 años de su apasionante existencia, muchos de los cuales la han convertido en lo que es, una de las figuras clave de la sociedad española de los siglos XX y XXI. Sus historias de amor con el actor estadounidense Lex Barker, con el playboy Espartaco Santoni y con el baron Heini Thyssen -el gran amor de su vida-; cómo llegó a convertirse en una de las principales coleccionistas de arte del mundo y en una de las grandes mecenas de nuestro país; y su lado más desconocido, el de madre, compartiendo con la audiencia cómo es su relación con su hijo Borja Thyssen y con sus mellizas Carmen y Sabina, que en apenas un mes cumplirán la mayoría de edad y podrían continuar con su legado el día de mañana. "Estoy trabajando mucho para variar, contando mis memorias todas, mi vida entera y todo lo que ocurra. Tengo cantidad de cosas que contar" ha revelado con una sonrisa ante las cámaras de Europa Press en un descanso del rodaje, reconociendo que aunque en sus 81 años ha habido muchas cosas bonitas, no todo son alegrías: "No son todo flores" confiesa. "En mi vida han pasado bastantes cosas, bastantes, y os va a sorprender" asegura sin entrar en detalles, desvelando que si tuviese que dedicar este proyecto tan especial a alguien sería sin duda "a mi madre. Lo más importante de mi vida sí". "Yo también procuro ser una gran madre" afirma, asegurando que su relación con Borja es "siempre divina y maravillosa. "Con su mujer -en referencia a Blanca Cuesta-, con sus hijos, con todos". Más esquivos se han mostrado Blanca y Borja al abandonar el museo Thyssen tras asistir a un evento privado. Sonrientes, aunque manteniendo las distancias, la pareja se subía rápidamente al coche que le estaba aguardando sin pronunciarse sobre el buen momento que atraviesa la familia tras su reciente enfado por las declaraciones en las que Tita Cervera dejó entrever que su hija Carmen sería la que continuaría con su legado.