Toros sin fondo en corrida La Oreja de Oro en la feria mexicana de Aguascalientes

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Aguascalientes (México), 24 abr (EFE).- La sexta corrida de la Feria de San Marcos en la ciudad de Aguascalientes, capital del estado homónimo, en el centro de México, finalizó este miércoles con una oreja para José María Hermosillo y otra para Sebastián Ibelles.

Mientras que José María Pastor, José María Macías, André Lagravére 'El Galo' y José Miguel Arellano no obtuvieron premio. El encierro de Julio Delgado fue de buena hechura, algo de casta y muy endeble, en una tarde que registró un cuarto de entrada.

La Oreja de Oro, corrida en beneficio de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, Rejoneadores y Similares de México, suele ser la fecha torista de la larga Feria de San Marcos.

En esta ocasión a pesar de la correcta presentación y las muestras de casta del encierro de Julio Delgado, la falta de fuerza de los toros supuso una decepción. La mayoría se fue al suelo en alguna ocasión.

Tampoco gustaron por su generosidad las decisiones del palco. Otorgó dos orejas tras dos faenas menores que además finalizaron ambas con pinchazos al primer intento.

Una fue para José María Hermosillo, un habitual de esta corrida concurso y benéfica. El sorteo le deparó un jabonero de trapío el cual ofreció la vara de la tarde.

Su casta era interrumpida por su poco recorrido. Hermosillo con valor logró tentar su codicia agónica hasta sacarle alguna tanda. Lo hizo asomándose al pitón contrario desde corta distancia y con la tela atrasada.

Como fue la tónica del encierro, estiró su comparecencia y falló con el estoque. Mató al segundo intento. La oreja fue tan pedida por unos como protestada por otros. Lo sucedido da la razón a los inconformes.

Sebastián Ibelles toreó en paralelo a un quinto similar en casta y con algo más de pila. Curiosamente una buena tanda sobre el contrario, tragando con la tela puesta, en la que Ibelles mantuvo el pie plantado, no recibió tanto oles como sus series citando aliviado. Estuvo bien al natural dentro de su estilo despatarrado.

Remató con Bernardinas y dio con hueso al matar. Como con Hermosillo esto no impidió a Sebastian pasear un apéndice protestado. También afeado fue el arreste lento al toro.

El primero de la tarde fue para José María Pastor. El animal tenía trapío y resultó contemplador. Demandaba tela expuesta. Pastor medró en esa dirección con el capote. Tras un tercio de banderillas, con 'El Galo' de invitado, y un par canónico de “Chema”, la fase de muleta, iniciada con emoción de rodillas, por falta de sitio desaprovechó la tensión del astado al tomar la muleta. Gustaron a los presentes pases sueltos con el engaño atrasado.

Su pinchazo con la espada fue el primero de un festejo sin un solo acierto a la primera.

Con uno falto de fuerzas pero no de casta, que pronto desarrolló sentido, José María Macias realizó una larga e inútil propuesta.

El primer ejemplar del festejo se fue al suelo en los primeros compases de muleta.

Fu para 'El Galo', quien tuvo el acierto de darle tiempo y espacio. Solo sirvió para algún lance de gusto por lento. Siempre por alto para evitar el aterrizaje de la res. Erró con los aceros.

El cierra plaza no dio opción a José Miguel Arellano. La imagen del bovino en el suelo fue el mejor resumen de la corrida.

Al final, el premio la Oreja de Oro fue para Ibelles.