Bosnia va a las urnas en plena crisis existencial

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Bosnia celebra elecciones generales el domingo en plena crisis existencial, con divisiones étnicas que amenazan más que nunca su integridad tres décadas después de un sangriento conflicto intercomunitario.

Entre las amenazas secesionistas de los serbios ortodoxos, las críticas de los croatas católicos que ya no quieren cohabitar con los bosnios musulmanes, y los sueños de un "Estado ciudadano" de muchos de éstos últimos, los puntos de encuentro son escasos.

El pequeño y empobrecido país de los Balcanes es gobernado por un mosaico administrativo disfuncional heredado de los Acuerdos de Dayton de 1995, que pusieron fin a la guerra en la que murieron 100.000 personas.

"Bosnia-Herzegovina está viviendo la crisis política más grave desde que se firmó el acuerdo de paz", afirmó el analista político Ranko Mavrak, de Sarajevo.

"Las divisiones étnicas son tan profundas que representan un peligro para su supervivencia e integridad", declaró a AFP. Ninguna de las partes está "interesada en un Estado totalmente integrado" en el cual "ninguna de ellos pueda mantenerse en el poder", agregó.

Bosnia está dividida entre una entidad serbia, la República Srpska (RS), y una federación croata-musulmana, unidas por un débil poder central a menudo paralizado.

En las tres comunidades, los dirigentes políticos se dedican al nacionalismo para mantener el poder mientras todos los habitantes que pueden optan por salir del país ante la falta de perspectivas políticas y económicas.

Casi 500.000 personas han abandonado Bosnia Herzegovina desde el último censo de 2013, cuando tenía una población de 3,5 millones de habitantes, según la Unión para un Retorno Sostenible, una ONG local.

- "País magnífico" -

El desempleo afecta a cerca de 30% de la población activa y la inflación rozó el 17% en agosto, según cifras oficiales.

"Es un país magnífico, rico y podríamos salir adelante incluso con un mínimo de entendimiento. El mayor peligro es el nacionalismo y las divisiones que cada bando atiza", lamentó Salko Hasanefendic, un empresario de 70 años de Sarajevo.

"Si educamos a nuestros hijos hoy en un contexto tan nacionalista, solo podemos esperar nuevos nacionalistas dentro de 40 años", agregó.

Los votantes elegirán el domingo a los tres miembros de la presidencia colegiada de Bosnia, los diputados del parlamento central y los de las dos entidades, así como la presidencia de la RS.

No hay encuestas independientes, pero según analistas, Milorad Dodik, líder de los serbios de Bosnia, probablemente ganará la presidencia de la RS, salvo sorpresas, después de hacer repetidas amenazas secesionistas en los últimos meses.

Rajko, un jubilado que prefiere no dar su nombre, asistió a una reunión de Dodik, gran admirador del presidente ruso Vladimir Putin.

"Yo no siento odio, pero esta situación es como la de dos hermanos que no se quieren. Es mejor que no vivan juntos", declaró a AFP, citando un tema favorito del líder serbio.

Frente a sus seguidores que ondeaban banderas de la RS y de la vecina Serbia, Dodik les pidió que "consideren a la República Srpska como un Estado".

"Bosnia Herzegovina no es un lugar donde queremos quedarnos mucho tiempo", afirmó.

- "Ninguna estabilización" -

En la comunidad bosnia, el principal partido, el nacionalista SDA, se suma a la retórica incendiaria.

Su jefe Bakir Izetbegovic, aconseja a "Dodik y a los que son como él" que "se vayan a otro país que les parezca más bonito", una referencia velada a Serbia.

El hijo del primer presidente de la Bosnia independiente, Alija Izetbegovic, se presenta a la presidencia colegiada musulmana pero se enfrenta a un candidato más difícil que antes, respaldado por 11 partidos de oposición.

Se trata de Denis Becirovic, profesor de historia de 46 años, quien milita por una Bosnia "proeuropea y unida".

Por su parte los croatas, que han amenazado durante meses con boicotear la votación, están disconformes de tener que compartir una federación con los bosnios musulmanes. Todos los partidos croatas reclaman una entidad propia o, al menos, un cambio en las reglas electorales.

Esta permite a los bosnios, con una amplia mayoría demográfica dentro de la entidad común, elegir de hecho al miembro croata de la presidencia colegiada.

El copresidente croata saliente, Zeljko Komsic, abanderado de un Estado "ciudadano" considerado "ilegítimo" por gran parte de su comunidad, se enfrentará a Borjana Kristo. La candidata de la principal formación croata, el nacionalista HDZ, lamenta que el país está "dividido injustamente".

En caso de una victoria de Zeljko Komsic, muchos temen nuevos trastornos políticos con nuevos bloqueos de las instituciones políticas por parte de los partidos croatas.

"No hay señales de estabilización de la situación política de Bosnia", indicó el analista Mavrak. "No hay indicios de ninguna posibilidad de compromiso".

rus/ev/mas/mar