Barbie Simons: "De un hombre me enamora que sea sensible, buen compañero y me haga reír"

Entrevistó a Megan Fox, Zac Efron y Charlize Theron, entre otros, y en esta charla con Infobae cuenta cuál fue la figura de Hollywood que mejor le cayó y cual la desilusionó. Habla de su vida en Miami, la repentina pérdida de su padre y el deseo de formar una familia

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—Creo que buena persona por sobre todas las cosas. Lo otro es efímero: el talento, la belleza... La inteligencia claramente no. Al final del día, uno quiere que lo recuerden desde ese lugar: buena mina, buena leche, buena persona.

—Siempre pienso que si hubiera intentado que me facilite, en su momento, podría haber sucedido, pero decidí muy chica, a los 17 años, irme afuera. Me fui a vivir a Miami, donde ya estaba mi hermana y con mi madre decidimos irnos. Eso implicó no ser hija de nadie, no cargar con ningún apellido, ni en el buen ni en el mal sentido. Empezar desde cero siendo una inmigrante más y no teniendo que abrirme puertas con un apellido, porque a mi papá allá no lo conocía nadie. Viví doce años en Estados Unidos, trabajando para el público hispano tanto en radio como en tele, sin ser hija de nadie. No quiere decir que lo reniegue, al contrario, lo llevo con orgullo. Elegí utilizar el apellido de mi papá, a mucha honra y recordándolo siempre.

—Me iba muy bien, no me puedo quejar. Estados Unidos me abrió sus puertas. Aunque me costó mucho todo, fue mucho sacrificio, trabajar de sol a sol: 4.30 de la mañana me levantaba, hacía radio, después me iba a Univisión, nos íbamos a las 12 de grabar, pero estaba haciendo lo que me gustaba, estaba construyendo una carrera. Y en un momento en el que realmente me iba muy bien decidí volver, porque algo me faltaba. Estaba muy llena en el aspecto profesional, económicamente me iba bien, era pendeja, tenía una muy linda vida. Pero mi hermana había decidido volver, porque estaba en pareja con alguien acá, mi mamá también había decidido volver y de la noche a la mañana me había quedado prácticamente sola. Decidí volver y probar suerte acá.

—Me acuerdo de papá en la intimidad de casa, los fines de semana, que era cuando más lo podía disfrutar, porque en la semana trabajaba mucho. Cuando no estaba en la tele, estaba en la oficina. Quizás la gente no sabe, pero tenía una agencia de publicidad y trabajaba de lunes a viernes, horario de oficina y los fines de semana tenía programas ómnibus en vivo. Parte del disfrute tenía que ver con poder acompañarlo a los programas. Muchos de los recuerdos de mi viejo tienen que ver con luces, con cámaras, en un estudio de televisión, en un camarín. Ese recuerdo siempre está presente. Hasta el año pasado, que estuve cuatro años trabajando en Telefe, estaba con técnicos que habían trabajado con mi viejo hace 25 años. Era fuerte, era sentirlo siempre muy, muy presente.

—Quince años.

—Sí, seguramente estuve... Seguramente no, lo doy casi por hecho, sí. Ese abandono que sentí siendo muy chica, algo inesperado, es un golpe para cualquier mujer, a esa edad una es también como muy especial, tenía 15 años. Con los años y con mucha terapia encima, fui aprendiendo a salir adelante, a pesar de los golpes de la vida. Hoy la veo a mi hermana en lo suyo, con una vida tan derecha y tan buena persona. Lo que decíamos en el inicio de la charla, es lo más importante y el legado más lindo que nos dejó mi viejo. Y también esto de recordarlo y todo el tiempo ver gente en el medio, es un medio complicado, que lo recuerde diciendo: "¡Qué buen tipo era tu viejo!", me llena, se me pone la piel de gallina.

—Sí, sí. Como dice siempre mi mamá: "Hay que aprender a vivir ligero de equipaje, ir soltando todo ese bagaje". A veces hablo y me falta el aire, se me hace un nudo en la garganta, pero ir soltando todo eso para poder permitir que lleguen cosas nuevas a la vida, y también pasa por uno armar una vida.

—En el terreno de la música, Bruno Mars. Es un cantante que admiro profundamente, que nunca conocí más que verlo tocar en el Madison Square Garden. Fue, creo, el mejor show de mi vida; admiro la carrera que ha hecho, lo talentoso que es como coreógrafo, como productor, como artista, como músico, compositor. Me parece un tipo completísimo. Y después, suena hasta medio extraño, pero hay un conductor de televisión del programa American Idol, Ryan Seacrest, él surgió de la radio, yo también me formé en la radio, y siempre lo vi como una inspiración, como un ídolo. Lo admiro mucho y me encantaría entrevistarlo.

"Cuando entrevisté a Charlize Theron pensé que iba a ser buena onda, pero tuve que remarla"

—Vengo de hacer a Charlize Theron y creí que era buena onda, amable. No sé si la agarré en un día raro o qué. Antes de empezar a grabar, le hablé de alguien que teníamos en común, un productor de la película Monster, con quien había cenado acá en la Argentina, con él y su mujer, y que creí que a través de eso iba a romper un poco el hielo. No le cayó nada bien. Le hablé de que era una embajadora de la belleza para las mujeres, un ícono, todo, y te diría que respondió medio sobrada, como acostumbrada a que le digan lo espectacularmente linda que es. ¿Viste cuando se te cae un ídolo? Fue una nota que me costó un poco remarla, pero al aire no se notó.

—Me pasó con Ben Stiller. Me habían advertido que quizás no iba a ser el personaje más simpático del mundo, que había ciertas cosas de las cuales no le podía preguntar. Llegué y pegué súper buena onda, me preguntó de Argentina. Muchos actores de Hollywood no conocen y tienen esta curiosidad enorme de nuestro país, lo ven súper lejano pero a la vez lo tienen muy presente. Terminamos hablando un montón: de las ganas de venir, de producir, de dirigir acá, de la comida, de las empanadas. Con Owen Wilson también. Está bueno a veces ir con una expectativa menor, para sorprenderte.

—Sí, soy bastante amiga, hace unos años.

— Me es difícil correrme de ese lugar, nos une una amistad muy linda desde hace muchos años. Me gustaría escucharla feliz, se lo merece, es lo más importante en este momento de su vida. Poder salir adelante, que se rodee de la gente que la contiene, que la acompaña, de sus hijos, que son su pilar y el tesoro más grande que tiene en su vida.

—Yo hoy estoy feliz, estoy pasando un buen momento. La felicidad es de a ratos. Hacer cosas que a una la complazcan. Estar acompañada quizás tiene mucho que ver, pero soy una mina que ha estado mucho tiempo sola y me llevo muy bien conmigo, con mi soledad, me gusta. Aunque no parece, soy medio ermitaña, me gustan mis momentos de estar sola

—Sí, hoy estoy enamorada.

—Me pasó y duró poco la relación. En su momento estuve con alguien que, la verdad, lo recuerdo con cariño, porque toda persona pasa por tu vida por algo, y una siempre debe aprender del otro. Pero en su momento sí recuerdo haber estado con alguien, haberme mudado al extranjero, ir detrás del amor, de lo que creía que era amor y sí, esto de no querer que trabaje, que me pueda sentir útil en algo. Fue muy difícil y de hecho por eso también volví.

—Me enamora, ante todo, que sea una persona sensible, que sea un buen compañero y que me haga reír. Esto del humor me parece que es vital y esencial en cualquier relación. Pasarla bien con una persona. La vida está hecha para vivirla de a dos. Las minas que trabajamos, nos creemos y nos sentimos muy autosuficientes en muchos aspectos, y está bueno a veces dejarse sorprender por la vida y por la presencia de una pareja al lado y tener en quién apoyarse.

—Hoy la verdad es que no tengo el deseo latente. A veces uno ve a su entorno, a sus amigas, que la mayor parte están casadas y ya quizás con uno, dos y hasta tres hijos. Yo nunca tuve ese deseo muy latente cual Susanita, siempre fue postergándose. He tenido oportunidades con parejas que querían casarse y tener hijos y la verdad es que en su momento desistí, porque no me sentía preparada. Tengo un sobrino hermoso que ocupa hoy ese lugar, todavía no tengo este tema del reloj biológico de querer ser madre ya. Sí a partir de una hermosa historia de amor y de la construcción de algo, sí. También me parece válido aquellas amigas que tengo que deciden no serlo y priorizan otras cosas, me parece súper respetuoso, y son felices. También aquellas o casos que hemos escuchado públicos de minas que deciden con todo ese coraje, y más allá de que las señalen, las juzguen o lo que fuera, ir para adelante y poder hacer su sueño realidad y ser madres solteras. También me parece súper válido.

—No, no creo. Me parece súper respetable, pero yo, Barbie, no lo haría. Tampoco me sentiría preparada ni es que tengo ese deseo latente a toda costa, cueste lo que cueste.

"Aunque no lo parece, soy medio ermitaña, me gusta estar sola"

—Sí, pero creo que también nosotros, quienes consumimos y formamos parte, hemos llevado también la tele hacia eso. La gente termina queriendo consumir lo que hoy estamos viendo. Tiene que ver con el morbo, con la mediatización, con los escándalos, las peleas o las supuestas peleas, porque a veces uno no sabe cuándo es verdad y cuándo no. No se ve en ninguna otra parte del mundo la televisión de acá. Cuando viajo, lo primero que prendo es la tele para ver con qué me encuentro, con qué me sorprendo, qué cosa nueva puedo ver que me parece divertido para copiar; la verdad, tampoco hay mucho para inventar, honestamente. Y lo que hoy se ve acá, en países como Estados Unidos o en Europa, salvo en España, que quizás es todo un poco más amarillista, no lo he visto.

—Me chocó un poco cuando escuché la noticia y es hasta difícil creer. Ayer debatíamos con mis amigas esto. Quiero ser muy respetuosa, porque involucra a dos chicos muy jovencitos y también está Nazarena [Vélez] de por medio, a quien respeto y le envío un cariño. Ayer nos preguntábamos: "¿Vale la pena que te expongas a esto?". Cuando vienen de padecer una situación terrible, si de verdad sucedió. Uno cree, ve las imágenes, los golpes, lo que fuera, exponerte a la necesidad de verlo, de estar en el mismo ambiente, en ese mundillo, que los pasillos, que el dime, que el direte. Cuando emocionalmente seguramente no estás estable, después de lo que sucedió. Cuando me enteré, la verdad es que me chocó, me chocó mucho.

—No rotundo a la droga.

—No, pero desde el miedo, el temor. A veces jodo con que tengo una personalidad adictiva con el tema de la comida, imaginate el día de mañana estar sumergida en una adicción así. Prefiero no probar por el hecho de que me guste, caiga y quede ahí presa. Terror me da, pero terror, terror.

—¡Qué buena pregunta! ¿Te la puedo copiar para algún entrevistado?

—Me gustó esa pregunta, te la voy a chorear y después te voy a poner en los créditos.

—Seguramente más vieja, con más arrugas. Eso seguro, el paso del tiempo para vos, para mí, para todas, es así.

—Me veo mejor ahora que hace un tiempo. No sé si tiene que ver con una estar más plantada en la vida, saber qué quiero y eso de alguna manera se irradia o se percibe. Tiene que ver con la energía. Pero sí, soy una mujer coqueta. Así que en cinco años, seguramente más viejita, más curtida, más vivida. Ojalá con muchas más entrevistas encima y ojalá enamorada y feliz.