Máximo Kirchner y una irónica invitación a Rogelio Frigerio

La ola de quejas por la suba en servicios públicos mantiene por estas horas al Gobierno a la defensiva. Son numerosos los funcionarios que han salido a dar explicaciones al respecto. Entre ellos se contó a Rogelio Frigerio. El ministro del Interior se defendió ayer de las críticas que surgieron de la Patagonia apuntando que en habían lugares en donde la calefacción estaba tan alta que abrían las ventanas aun cuando había temperaturas bajo cero.

Máximo Kirchner se refirió hoy con sarcasmo a esas declaraciones. "Lo voy a invitar al ministro Frigerio a comer un asado en mi casa en Río Gallegos, el 10 de julio o para el cumpleaños de mi hijo, siempre y cuando no caiga (el juez Claudio) Bonadio, para que comamos con la ventana abierta y en remera", dijo.

El diputado hizo ese comentario durante un acto en Quilmes con otros dirigentes kirchneristas. En un breve discurso, criticó que los argumentos del Gobierno para justificar la suba de tarifas.

Las palabras de Frigerio motivaron una curiosa modalidad de protesta en Chubut. En Esquel, vecinos y gremialistas marcharon para pedir respuestas con un "remerazo".

Fuentes cercanas al ministro consideraron que fue tergiversado. Según explicaron, hizo referencia a que los gobernadores patagónicos, si bien se oponen a un aumento tan brusco en el gas, sobre todo en comercios e industrias, "reconocieron en el encuentro de Córdoba que la tarifa congelada durante tantos años había quedado desactualizada y que eso no generaba un comportamiento poco responsable en el uso del recurso.

"Los gobernadores nos decían que era una locura porque teníamos diez grados bajo cero en las provincias del sur y la gente estaba en remera en la casa o abría las ventanas de tanta calefacción que tenían, porque era gratis prácticamente el servicio público", dijo.