7 claves para entender el conflicto por los terrenos de Casa Amarilla que compró Boca

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1.

Para mitigar el déficit habitacional en el barrio de La Boca, la Comisión Municipal de la Vivienda (CMV) compró en 1981 y 1986 los terrenos de Casa Amarilla al Estado nacional. Recién en 2005 se lanzó un programa para construir 1.231 viviendas, pero fue paralizado.

La Asociación Civil Casa Amarilla presentó una demanda al Gobierno porteño, que terminó en un acuerdo: se bajó el proyecto a 438 viviendas, pero se le dio a la asociación la posibilidad de elegir a los beneficiarios. De esta forma, se liberaron una serie de terrenos, pero aún así el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC, ex CMV) casi no avanzó. Apenas se hizo un 10% de lo prometido. Y en 2010 transfirió la titularidad de los 32 mil metros cuadrados que quedaron libres al Ejecutivo que comandaba el actual presidente Mauricio Macri, que a su vez se las cedió a la Corporación Buenos Aires Sur SE.

2.

Los terrenos de Casa Amarilla fueron un histórico anhelo de la dirigencia de Boca. Cuando era presidente del club de La Ribera, el propio Macri tentó al entonces jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra, pero los caminos estuvieron cerrados. Y en 2008 se presentó una oferta para construir lo que los vecinos definieron como un "estadio-shopping", pero chocaron con un freno legal y judicial, ya que ahí debían hacerse viviendas.

En 2014, los xeneizes volvieron a la carga, a través del entonces vicepresidente de Boca y diputado porteño Oscar Moscariello, que presentó un proyecto para rezonificar los terrenos y destinarlos al "Estadio y Complejo Deportivo del Club Atlético Boca Juniors".

Pese a que la iniciativa ni siquiera llegó al recinto, el año pasado la Corporación Buenos Aires Sur SE llamó a una licitación que limitó las ofertas a "organizaciones no lucrativas con diez años o más de existencia en la comuna" y con un balance contable que demuestre la capacidad de pagar 180 millones de pesos. Con esas condiciones, Boca ganó la licitación hace unos meses y su comisión directiva aprobó la compra en marzo. El club se comprometió a pagar en los próximos años 375 dólares por metro cuadrado.

3.

Los críticos sostienen que la venta es ilegal por tres motivos. Primero: viola el artículo 82 de la Constitución porteña, que en su artículo 4 dispone que las ventas de terrenos públicos deben ser aprobadas por la Legislatura, pero el proyecto de Moscariello no prosperó. Segundo: la Ley 1.251 autoriza al IVC a transferir terrenos al Ejecutivo porteño cuando "resulte necesario para el desarrollo de la función pública". Tercero: en la zona la Ley 2.240 declaró la Emergencia Urbanística y Ambiental, pero la norma nunca se aplicó.

4.

La Junta Comunal de la Comuna 4 (La Boca, Barracas, Pompeya, Parque Patricios) no convocaba desde hace dos años al Consejo Consultivo, que es una asamblea mensual de vecinos. A falta de iniciativa de las autoridades, el miércoles 16 de marzo hubo una asamblea en la sede de los Bomberos Voluntarios, donde más de cien vecinos votaron a favor de un pedido de informes en la Legislatura sobre la venta de terrenos y se comprometieron a solicitar que la Junta llame de una vez por todas al Consejo Consultivo y convoque a una consulta popular. Finalmente ayer se hizo la asamblea que terminó con varios heridos, uno de arma blanca.

5.

Por la violencia hubo acusaciones contra el PRO y Boca, dado que el Gobierno porteño y los dirigentes xeneizes tenían interés en frenar la sesión del Consejo Consultivo de la Comuna 4. Sin embargo, el club se desligó en un comunicado en el que usó cinco párrafos para explicar su proyecto y recién en las últimas líneas condenó la violencia. La nota de prensa ni siquiera menciona el estadio y habla de un "plan de desarrollo y mejoramiento urbano".

6.

Boca es el equipo con más hinchas del país, pero en su estadio entran menos de 50 mil personas. A su vez, a partir de 2019 será obligatorio colocar asientos en todos los estadios, por lo que su capacidad se reducirá a alrededor de 30 mil. Por eso, al margen de la especulación inmobiliaria, hay una necesidad real de construir un estadio, que sería para 80 mil personas sentadas y estaría ubicado, naturalmente, en los terrenos de Casa Amarilla. A la vez, según el proyecto actual, la mítica Bombonera se convertiría en un museo techado.

Pese a que la ley no lo permite y el proyecto original no lo contempla, el actual presidente Daniel Angelici admitió que "es una posibilidad". Sin embargo, no todos los socios están de acuerdo; una porción importante cree que el club perdería parte de su identidad. Pero además, muchos temen que la imposibilidad de afrontar la deuda termine convirtiendo al club en una sociedad anónima, tal como anhelan Macri y Angelici.

7.

En el Fuero Contencioso Administrativo de la Ciudad hay un recurso de amparo impulsado por varios vecinos para frenar la venta. Según denunció el Observatorio del Derecho a la Ciudad, la Corporación Buenos Aires SE pidió prestado el expediente hace dos meses y no lo devolvió. Ayer, el juez Darío Reynoso multó con 100 pesos por día de mora a la corporación y amenazó con llevar la suma a 10 mil pesos.