América, peor que África en el ranking de la libertad de prensa

Reporteros sin Fronteras actualizó su clasificiación y muestra un retroceso alarmante en el continente americano. Cuba y Venezuela, últimos en la región

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Por primera vez desde que Reporteros Sin Fronteras (RSF) comenzó en 2002 a elaborar su clasificación mundial de la libertad de prensa, África mostró una mejor situación que América, aunque el retroceso es notable en todas las regiones estudiadas, indicó la organización.


Globalmente, África se convierte en el segundo continente mejor valorado, por detrás de Europa, y supera a América, "lastrada por la violencia creciente contra los periodistas en América Latina", mientras que Asia sigue siendo el peor valorado.


De los 180 países estudiados, Finlandia sigue siendo el mejor valorado, algo que se repite desde 2010, seguido de Holanda, que gana dos puestos, y de Noruega, que pierde la segunda posición. Entre las principales caídas destaca la de Polonia, que se deja 29 puestos, para caer al 47, "ante los ataques lanzados contra los medios por el partido ultraconservador". La parte más baja de la clasificación la siguen manteniendo Turkmenistán, Corea del Norte y Eritrea, que cierra la lista.


Los dos peores países del continente en libertad de prensa siguen siendo Venezuela y Cuba

Para el secretario general de RSF, Christophe Deloire, "la paranoia que muchos dirigentes del mundo han desarrollado contra los medios de comunicación" tiene mucho que ver con el retroceso generalizado registrado en la libertad de prensa.


"El clima general de miedo entraña un creciente odio en el debate y en el pluralismo, un encadenamiento de los medios por los gobiernos en plena deriva autoritaria y liberticida" que se acompaña de "un control creciente de los intereses particulares sobre la información en el sector privado", aseguró.


El deterioro es peor en América a causa de "las tensiones políticas crecientes en numerosos países, alimentadas por la recesión económica, las incertidumbres sobre el futuro y el repliegue identitario".


El crimen organizado sigue siendo una amenaza para los reporteros en la mayor parte de los países de América Central y en Colombia, donde los cárteles, grupos paramilitares y narcotraficantes hacen muy difícil el ejercicio de cualquier periodismo de investigación.


México pierde un puesto y se sitúa en el 149 a causa de la larga serie de asesinatos de periodistas ligados a la corrupción y al narcotráfico.


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Pero la mayor caída la firma El Salvador, que retrocede 13 posiciones para situarse en el 58, una degradación que comenzó en ese país, "carcomido por la violencia de los cárteles", en 2014 con el ascenso al poder de Salvador Sánchez Cerén, "que acusa a los medios de participar en una 'campaña de terror psicológica' contra su Gobierno".


Panamá, donde "el acceso a la información sigue siendo parcial y está bajo control del Estado", pierde 8 plazas, según RSF, que señala que "la cobertura de asuntos delicados como la corrupción, conduce a procesos por difamación".


La violencia institucional de Ecuador, el crimen organizado en Honduras, la impunidad en Colombia, la corrupción en Brasil, la concentración de medios Argentina o la cibervigilancia en Estados Unidos, completan el panorama del continente.


Pero los dos peores países del continente en libertad de prensa siguen siendo Venezuela y Cuba, a juicio de la ONG.


"La prensa de oposición trata de sobrevivir a las intimidaciones y maniobras del presidente Nicolás Maduro"

En el primer caso, RSF señaló que "la prensa de oposición y los medios independientes tratan de sobrevivir a las intimidaciones y maniobras del presidente, Nicolás Maduro".


Cuba se sitúa en el puesto 171 tras perder dos plazas, con "un control casi total de la información por parte del régimen de Raúl Castro".


Como ya sucediera en su último informe, RSF alertó también contra el deterioro de la libertad de prensa en Europa en nombre del contraespionaje y de la lucha contra el terrorismo, pero también mediante una mayor concentración de medios de comunicación y de la influencia de los poderes en los medios públicos. Sin embargo, como demuestran los atentados contra Charlie Hebdo en París en enero de 2015, "Europa es también víctima de los demonios del mundo", señala RSF.