Este es el artículo completo de Le Monde sobre los Kirchner que generó la polémica

Le Monde, uno de los diarios más prestigiosos del mundo y que integra el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, publicó en su edición digital un artículo que vinculó a los Kirchner con maniobras de lavado de dinero en las que se usaba a la Cruz Roja. La nota fue traducida y publicada ayer por Infobae y otros medios argentinos (versión completa)

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Este es el texto completo traducido del francés de la nota que generó la polémica:

“Panama Papers”: Mossack Fonseca abusa del nombre de la Cruz Roja para esconder dinero sucio Le Monde, 10 de abril de 2016

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) fundado en 1863 en Ginebra, se despliega en el mundo entero para acudir en ayuda de las victimas de conflictos. Con màs de 10.000 empleados, está en este momento muy involucrado en Siria, en Irak, en Ucrania, en Afganistán, en Sudán del Sur o en Nigeria. Todos los días, sus empleados arriesgan su vida para salvar las de otros. El simple nombre del CICR y su emblema de la cruz roja sobre fondo blanco son suficientes a veces para protegerlos. Alrededor de todo el globo, es el símbolo de neutralidad, independencia e integridad.

Pero he aquí que La identidad de la organización humanitaria basada en Suiza es utilizada para esconder dinero sucio. Es lo que revelan los Panamá Papers: cientos de hombres de negocios abusan de la reputación de la Cruz Roja para mantenerse fuera de toda sospecha. "Es un riesgo enorme para el CICR", reaccionó su presidente Peter Maurer, al enterarse de la existencia y amplitud de esta usurpación.

"Así es más simple"

El prestador de servicios offshore Mossack Fonseca ha hecho de esto un gran negocio. La firma panameña pone a disposición de sus clientes dos fundaciones: la Brotherhood Foundation y la Faith Foundation (Hermandad y Fe), que pueden ser usadas por los clientes para tener acciones de sus sociedades offshore. ¿Por qué? Porque una fundación de este tipo, que no tiene accionistas, permite en particular enmascarar quién se esconde detrás de una cuenta bancaria.

El sistema tuvo un gran éxito. Según los documentos que pudimos consultar, alrededor de 500 firmas usaban una de estas dos fundaciones. Estas últimas tenían un derechohabiente económico un poco particular: para no despertar sospechas, Mossack Fonseca inscribió simplemente a la cruz Roja en ese rol. Gracias a ese montaje, los nombres de los propietarios quedaban ocultos, y el aura de la ONG los protegía de miradas suspicaces.

Mossack Fonseca preparó incluso un certificado "generalmente utilizado en estos casos", explica una empleada en un correo electrónico en 2008. Ella precisa que el documento designa "a la organización humanitaria llamada The International Red Cross" como beneficiaria de la Faith Foundation. Un documento del 10 de marzo de 2011 da directamente la dirección: "19 Avenue de la Paix, CH — 1202 Geneva, Switzerland". O sea, la verdadera dirección del CICR.

Otro correo electrónico de la firma panameña explica inocentemente la verdadera razón de todo este embrollo: "Como los bancos y los institutos financieros están obligados hoy a obtener informaciones sobre los beneficiarios económicos finales, se volvió difícil para nosotros no divulgar la identidad de los de la Faith Foundation. Es por eso que pusimos en marcha esta estructura designando a la International Red Cross. Así, es más simple".

El prestador de servicios offshore precisa que no tiene la obligación de informar a la Cruz Roja del rol que juega a pesar suyo en estos centenares de empresas offshore. "Según la legislación de Panamá, los beneficiarios de una fundación puede ser utilizados sin saberlo", indica Mossack Fonseca en un mail interno. Esto significa que la Cruz Roja Internacional no fue consciente de este arreglo. Según los datos de los Panama Papers, este sistema fue utilizado en varias ocasiones para esconder haberes buscados por las autoridades o dinero sospechado de ser producto de actividades criminales.

La pareja Kirchner cuestionada

Este montaje sirvió en particular para desviar decenas de millones de dólares de fondos públicos en Argentina. En 2013, periodistas argentinos revelaron una red de corrupción y blanqueo en torno al ex presidente Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, quien sucedió a su marido en 2001 y dejó la función en diciembre de 2015. La pareja presidencial habría, entre otros, desviado y sacado del país fondos con la ayuda de un empresario. Habría blanqueado 65 millones de dólares en Nevada usando una gran cantidad de empresas de Mossack Fonseca, según el fiscal argentino a cargo de la causa.

De acuerdo a documentos de la justicia norteamericana, estas sociedades offshore tienen todas un punto en común: son controladas por dos sociedades pantallas registradas por Mossack Fonseca en Seychelles: Aldyne Ltd. et Garins Ltd. En los papeles, estas últimas no pertenecen a Mossack Fonseca sino a la Faith Foundation. Y he aquí cómo, sin saberlo, la Cruz Roja resultó accionista de empresas que controlan el botín desviado por el clan Kirchner.

La pareja presidencial habría, entre otros, desviado y sacado del país fondos con la ayuda de un empresario. Habría blanqueado 65 millones de dólares en Nevada usando una gran cantidad de empresas de Mossack Fonseca,

Este caso echa luz sobre el juego de escondidas que mantiene la firma panameña con la justicia. En una declaración ante la justicia norteamericana, una empleada de Mossack Fonseca afirma que las sociedades Aldyne y Gairns "no pertenecen de hecho a nadie". Es formalmente exacto, porque en Panamá las fundaciones no necesitan un propietario, sino sólo beneficiarios. Dicho esto, el grupo Mossack Fonseca controla la Faith Foundation y la utiliza regularmente como seudo-accionaria. Y cuando la situación se vuelve sospechosa, no asume su rol, negando la existencia de un propietario.

Esta estratagema habría sido usada también por el actual presidente de los Emiratos Árabes Ynidos, el jeque Jalifa bin Zayed Al Nahayan. En 2005, éste último quería adquirir casas situadas en los barrios más opulentos de Londres. El Banco de Escocia le acordó un préstamo sin interese de 291 millones de libras esterlinas. Finalmente, es la sociedad Mayfair Commercial Limited, registrada por Mossack Fonseca en las Islas Vírgenes británicas y perteneciente a un trust del jeque, la que compró las casas. Mayfair está ligada a través de varias sociedades offshore a la Faith Foundation. Y por lo tanto, nuevamente, a la Cruz Roja. De esta forma, el jeque, verdadero propietario de las casas, podía esperar permanecer totalmente anónimo, si la filtración de los Panamá Papers no hubiese tenido lugar.


El CICR "no osa imaginar a qué podría estar mezclado"

El tercer ejemplo es edificante. Elena Baturine, una de las mujeres más ricas de Rusia, esposa del ex alcalde de Moscú, llevó ante la justicia a un antiguo socio en los negocios. Él la habría estafado en unos 100 millones de euros, un caso que actualmente está ante la justicia londinense. En 2008, la señora Baturine depositó varias decenas de millones de euros en una empresa perteneciente a su socio comercial, en el marco de un proyecto inmobiliario común. De estas cifras, más de 13 millones de euros, transitaron por las cuentas de tres sociedades registradas por Mossack Fonseca en las islas Vírgenes Británicas, administrada por la oficina de una fiduciaria ginebrina. En los Panamá Papers, se descubre incluso que 5 de esos 13 millones de euros fueron luego redirigidos, entre otros, hacia Chipre, bajo forma de intereses. Una transacción en la cual la fiduciaria de Ginebra jugó un rol central. Por loco que parezca, al menos uno de los contratos para esas transacciones, fijando la tasa de interés, fue co-firmado por dos de los empleados de la fiduciaria suiza: la primera empleada firmó por una de las tres sociedades de las islas Vírgenes británicas, la segunda por una empresa de Chipre.

Para ocultar al propietario de las tres sociedades que administraba, y de los de otras 200 empresas creadas por ella, la fiduciaria ginebrina creó una fundación en Panamá que servía de seudo-accionista. Esta fundación, capa de opacidad suplementaria, juega un rol similar al de la Faith Foundation, y está ligada a ella. Como la Faith Foundation tiene a la Cruz Roja como beneficiaria, la historia termina en Ginebra, donde comenzó. Unos kilómetros separan a la fiduciaria de la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja.

La organización humanitaria no tiene evidentemente ningún control sobre lo que se esconde detrás de esos cientos de sociedades offshore a las cuales está indirectamente conectada. Al asociar al Comité Internacional de la Cruz Roja a sus negocios de lavado de dinero, Mossack Fonseca puede ensuciar el nombre de la ONG y, por lo tanto, fragilizarla. Por otra parte, las Convenciones de Ginebra, de las que el CICR es depositario, prohíben explícitamente toda apropiación de su nombre. Los Estados signatarios tienen el deber de asegurar que las Convenciones sean respetadas en su territorio. Panamá, sede principal de Mossack Fonseca, ha ratificado esas Convenciones en 1956.

El CIVR ignoraba todo acerca de estos actos de Mossack Fonseca. "Haremos todo lo que esté en nuestro poder para poner fin a semejante usurpación, promete Peter Maurer, presidente de la Institución. Casi no hay otra marca en el mundo que tenga tanta necesidad de protección como al del CICR. Si nos encontramos, por ejemplo, asociados a una offshore perteneciente a una facción en guerra, no quiero imaginar a lo que podríamos vernos mezclados".

Mossack Fonseca, por su parte, no respondió a nuestras preguntas específicas sobre la Cruz Roja. "Vuestras alegaciones según las cuales proveemos accionistas con las estructuras […] destinadas a esconder la identidad de los propietarios reales no tienen fundamento", se limitó a responder la firma panameña.

La identidad del WWF (World Wildlife Found) también fue usurpada

La Cruz Roja no es la única ONG afectada por la usurpación de su nombre. El del WWF también fue utilizado para disimular negocios offshore. En Mossack Fonseca esto parece incluso normal. "Empleamos generalmente al World Wildlife Found como beneficiario (…). Pero usted puede utilizar otro", propone Mossack Fonseca a un cliente.

Esta explicación se encuentra en un memorándum que describe el funcionamiento de la "Charitable and Googwill Foundation", otra fundación panameña controlada por el proveedor de servicios offshore. Como la Cruz Roja, el WWF, evidentemente, no está al tanto de nada. Los dos montajes son de todo punto de vista similares.

Salvo que, a veces, el sistema montado por Mossack Fonseca se traba de forma imprevista. En 2013, por ejemplo, un cliente francés quiere disolver una sociedad registrada en islas Vírgenes británicas. Hace ya casi diez años que la utiliza para administrar una cuenta bancaria con alrededor de 3 millones de euros en el HSBC de Ginebra. El respeto de su anonimato parece una prioridad absoluta. No solo eso, el francés inscribe al WWF como beneficiario de su offshore, pero firma también un e-mail destinado a HSBC y a Mossack Fonseca con el seudónimo "El Pájaro".

El problema es que, para liquidar su empresa, necesita la firma del beneficiario en tres formularios, es decir, del WWF. Como el francés no tiene en realidad ningún lazo con al ONG, decide firmar él mismo los formularios "por cuenta y orden del World Wildlife Fund". Esto ya es falsificación de documentos.

Mossack Fonseca puso en marcha este sistema sin informar a la organización, cuya sede principal se encuentra en Suiza. "No sabíamos que nuestro nombre era usado por fundaciones en Panamá y nunca dimos nuestro consentimiento", responde María Boulos, directora de operaciones del WWF. La ONG teme que esto pueda afectar su reputación e, indirectamente, la protección el medio ambiente. "Estamos examinando las diferentes acciones jurídicas posibles para evitar que estos actos fraudulentos se perpetúen".

Investigación: Catherine Boss y Christian Brönnimann, Le Matin Dimanche (Suisse). Adaptación: Le Monde.

Link al original en francés