Dos jóvenes sospechados por secuestros relámpago fueron detenidos tras tirotearse con la policía

Tienen 16 y 19 años. Los apresaron luego de una balacera en Pompeya. Se los vincula a un rapto con pago de rescate

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La Justicia lo buscaba por un robo de un auto a mano armada cometido el año pasado junto a varios cómplices NA 162
La Justicia lo buscaba por un robo de un auto a mano armada cometido el año pasado junto a varios cómplices NA 162

Parecían venir de una racha caliente. Cuando personal de la superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal (PFA) chequeó su patente ayer a las 18 en la intersección de Fernández de la Cruz y Del Barco Centenera, barrio de Pompeya, el dato que volvió no los favoreció para nada: su Peugeot 207 negro, con chapa con las letras JBS, tenía un pedido de captura por protagonizar un robo a mano armada tres días atrás, un hecho que investiga la Comisaría N°13. Así, la persecución comenzó de inmediato.

Había tres varones sobre el Peugeot. Todo terminó a tiros; uno de los ocupantes se bajó y comenzó a disparar, para luego huir. Los dos que se quedaron fueron detenidos y quedaron a disposición del fiscal Juan Pedro Zoni en Comodoro Py. Tenían apenas 16 y 19 años. Pero andar en un auto dudoso no fue el delito que los llevó al asiento de atrás de un patrullero: se los sospecha por participar en un violento secuestro.

El Peugeot 207 habría participado en el hecho ocurrido pocas horas antes en la tarde de ayer. Sobre la calle Estrada, a pocas cuadras de la avenida La Plata, zona de Boedo, un joven de 18 años fue encañonado por tres hombres mientras entraba a su casa. Su mamá tuvo que pagar 9 mil pesos para liberarlo; lo soltaron cerca de la cancha de San Lorenzo en el Bajo Flores.

Se cree que el vehículo fue empleado para transportarlo. No es el fin de la trama, por otra parte: el fiscal Zoni espera ordenar nuevas medidas en estas horas.

Tampoco es el único secuestro extorsivo de estos días en miras de resolverse. En Tres de Febrero, el fiscal federal Paul Starc, a cargo de la jurisdicción, detuvo con colaboración de la PFA el martes último a Ramón Esteban Farías, alias "José Cuello" o "Pipi", oriundo de Grand Bourg, con 35 años y un fuerte prontuario, por un secuestro extorsivo ocurrido el 17 de mayo del año pasado en la intersección de la Ruta 8 y Alberdi. Cayó tras una extensa vigilancia, que incluyó fotos y un reconocimiento de voz. De acuerdo a información de la causa, hay pruebas para imputarlo como el cabecilla de su organización.

De vuelta en el despacho del fiscal Zoni en Retiro, su actual turno policial se vuelve abultado en cuanto a secuestros extorsivos: tres reales y uno virtual. La nueva modalidad de raptos relámpago, con más de un caso por día entre Capital y GBA, se hace sentir con capturas de pocas horas, a veces con múltiples víctimas, pagos por lo general en dólares y autores altamente eficientes.

El caso de Matías Isnardi, nieto del fundador del Instituto Diagnóstico Rossi, ocurrido la semana pasada, encaja en este esquema. "Los secuestradores eran policí­as o una banda mixta, ya que se mostraron muy profesionales. Eran cuatro. Tres de entre 25 y 30 años y el otro de unos 40. Todos estaban a cara descubierta, tenían puestas gorras y guantes (para no dejar huellas). Eran muy profesionales", relató él mismo, según Clarín. Tuvo que pagar 20 mil dólares tras seis horas de cautiverio junto a su hijo y su hermanastro de doce años. Este lunes, un abogado fue capturado en su camioneta Honda CRV en Lomas del Mirador para ser liberado en Fuerte Apache, cerca de la villa Los Rusos, tras un pago de 2 mil dólares.