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El regreso de Luis Suárez a la selección de Uruguay culminó en Montevideo. Ante sus fanáticos, el delantero charrúa se dio el gusto de ponerle el broche a su retorno a La Celeste, tras 640 días sin poder ser parte del equipo por una dura sanción que la FIFA le impuso en el último Mundial.
En la capital de su país, ante el público que lo bancó durante su inactividad, Suárez festejó el triunfo 1-0 sobre Perú y la llegada al liderazgo en las Eliminatorias Sudamericanas. Pero hubo un gesto al finalizar el partido que también fue muy satisfactorio para el Pistolero.
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Al culminar el encuentro, Suárez recibió el saludo del actual presidente de la FIFA, Gianni Infantino. El nuevo mandamás del fútbol mundial aprovechó su visita a Uruguay para ver el partido y luego bajar al vestuario a saludar al delantero del Barcelona, quien en varias ocasiones manifestó que su castigo por morder a Giorgio Chiellini fue desmedido.
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Sin el suizo Joseph Blatter en el trono, Infantino decidió que era momento de sellar la reconciliación entre el futbolista uruguayo y el organismo.
En épocas de Blatter, Suárez se negó a relacionarse con la FIFA. A fines del año pasado, el atacante había rechazado la invitación de la FIFA para presenciar la ceremonia del Balón de Oro. Pero con Infantino como nuevo dirigente, se renovó el vínculo y Suárez firmó la paz.