Las otras causas del tirador del microcentro: lo denunciaron por pegarle a una mujer y defraudar al Estado

Silvio Martinero registra expedientes en su contra al menos desde 1994. Episodios de violencia, calumnias, una falsa denuncia y hasta una quiebra declarada por la Justicia

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La familia de Silvio Guillermo Martinero se encargó de dar la cara por él este miércoles a la mañana. "Mi esposo es un hombre trabajador, tranquilo, buen padre", dijo llorando quien sería su mujer, María Laura Rubio, antes de que Martinero declarase ante el juez Luis Zelaya. Su cuñado también lo elogió. El abogado penalista que el martes mató a tiros a un cerrajero en el microcentro porteño por el presunto robo de una mochila con 60 mil dólares tiene dos hijos con su apellido, un varón y una mujer, al menos según información de su obra social. Otras referencias, en cambio, son más difíciles de ubicar.

Por ejemplo, nadie atiende el teléfono en la pequeña oficina de la calle San Martín que registró como dirección válida en el Colegio Público de letrados de la Ciudad. Y la dirección que aportó como domicilio fiscal ante la AFIP no es la de su casa porteña, sino la de un reconocido estudio jurídico de San Luis capital donde nadie dice conocerlo. En otros lugares ligados a él de acuerdo a la AFIP dicen lo mismo: "¿Martinero quién es?" La pregunta hoy, mientras el abogado es enviado al penal de Marcos Paz imputado por homicidio simple, deja de ser retórica y se vuelve completamente válida.

Ayer por la tarde, luego de la explosión del caso, el abogado Miguel Ángel Pierri lo vinculó a la trama del Triple Crimen de General Rodríguez y su investigación. Dijo que Martinero declaró en el juicio que se hizo en Mercedes y que allí "dijo que tenía una excelente relación con Forza, algo que sabemos que era mentira porque Forza le debía dinero y le temía". En 2008, artículos en diarios como Crítica lo ligaban a cuevas financieras y mesas de dinero. Pero el Triple Crimen no es el único dato del pasado del penalista y presunto ex militar. Hay una vieja SRL llamada Ramsan, de la que salió en 1999, dándole su lugar a un empresario del negocio de la fruta. También, hay otros registros que hablan: más de 20 años de causas judiciales en su contra que hablan de un perfil conflictivo.

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Infobae accedió ayer por la mañana a información en registros tanto del fuero penal ordinario como del federal. 1994 fue un año particularmente caliente para Martinero: se le abrieron tres causas, dos por calumnias y una por falsa denuncia en los juzgados correcionales Nº 14, 8 y 3.

Al año siguiente, el abogado llegó a los tribunales de Comodoro Py, no como defensor, sino como imputado: la entonces Dirección General Impositiva lo denunció por los delitos de "defraudación a la administración pública y falsificación de sellos y timbres". El expediente, bajo el número 2176 de 1995, llegó al Juzgado Federal Nº 4. Cuatro años después, en 1999, el caso fue archivado y Martinero, su único imputado, sobreseído.

De vuelta al Palacio de Talcahuano, el nombre de Martinero resuena en el Juzgado de Instrucción Nº 30 del séptimo piso. En 2003, se abrió una causa en su contra por un delito al menos desagradable: presuntas amenazas y lesiones leves a una mujer, cuyas iniciales son A.P.M., de su misma edad, quien fue la denunciante. Sin embargo, la causa fue archivada en agosto de ese mismo año.

Más adelante en el tiempo, un comerciante de apellido Martínez enjuició a Martinero en abril de 2011, no en el fuero penal, sino en el civil y comercial. El motivo: un pedido de quiebra por "juicios supuestamente impagos", de acuerdo a información judicial, con un monto de casi 9 mil dólares. La quiebra efectivamente llegó: fue decretada por la doctora María Vassallo, a cargo del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 24 en mayo de 2012, con una contadora designada como síndico. La quiebra fue dejada sin efecto dos meses después. En ese entonces, Martinero declaraba domicilio en el barrio Manuel Lezcano de San Luis capital.