La OMC falló a favor de la Argentina en reclamos contra la UE por el biodiésel

El organismo indicó que la controvertida regulación europea no viola sus normas, aunque insta al bloque a revisar sus aranceles. Ambas partes disponen de un plazo de dos meses para apelar

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La Organización Mundial de Comercio (OMC) falló este martes a favor de varios reclamos de la Argentina contra aranceles antidúmping que dispuso la Unión Europea sobre sus importaciones de biodiésel, según indica el organismo internacional en su página web.

No obstante, la OMC informó también que la regulación de la Unión Europea que está en el centro de la controversia no viola sus normas.

El fallo de un panel de disputas de la OMC en el caso, que había comenzado a fines de 2013, solicitaba a la Unión Europea que pusiera sus medidas en conformidad.

Ahora, ambas partes disponen de un plazo de dos meses para apelar, según se informó. En relación con el tema, la Argentina había sostenido que las medidas de la Unión Europea eran proteccionistas.

La decisión de la OMC llevará oxígeno a una industria local de biocombustibles que nunca pudo recuperarse del golpe que implicaron las restricciones impuestas en el 2012 por el bloque.

"Lo vemos como una excelente noticia y era un poco lo que estábamos esperando. La decisión de la Unión Europea sobre el biodiésel argentino era injusta", dijo a Reuters el presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), Luis Zubizarreta.

"Todo esto es muy importante para la industria y para el consumidor europeo. Argentina es un productor eficiente de biodiésel y se nos vuelve a abrir un mercado que habíamos desarrollado muy bien", añadió.

Los límites a las importaciones argentinas fueron establecidos por la UE luego de que estatización de YPF, la principal petrolera del país, que hasta entonces era controlada por la española Repsol.

España era el principal comprador de biodiésel argentino -que es elaborado en base al aceite de soja- hasta el 2012, cuando la UE impuso restricciones comerciales que Argentina consideró proteccionistas argumentando que solo buscaban blindar a su débil industria española.